Conexiones emocionales: un lugar de encuentro

Conexiones emocionales: un lugar de encuentro

Las conexiones emocionales son la parte más agradable de nuestro mundo relacional. Gracias a ellos es posible el amor, la intimidad, la amistad o cualquier hilo que una a dos personas a un nivel profundo. 

Conexiones emocionales: un lugar de encuentro

Última actualización: 05 de diciembre de 2020

Somos seres sociales. Autónoma e independiente, pero social. Pensadores incansables, pero emocionales. Necesitamos y dependemos de los demás. Nuestra vida se basa, por tanto, en una densa red de conexiones afectivas.



Nuestra sociedad refleja estas necesidades: depositamos nuestra confianza en los médicos cuando estamos enfermos y en los mecánicos si el coche se avería. No podemos saberlo todo y en muchos casos no tenemos tiempo para aprender. Estamos seguros de que la empresa nos brindará recursos y herramientas para solucionar nuestros problemas. Sin embargo, en las conexiones emocionales, los acordes son un poco diferentes.

Esto es porque nos pagamos con la misma moneda que recibimos. Tiene que serlo, de lo contrario, la conexión se rompe o no se crea. Lo más sorprendente es que aprendemos a jugar este juego con habilidad desde una edad temprana.

Dos hermanos pequeños están viendo la televisión. El más pequeño no tiene la edad suficiente para entender todo lo que se mueve en la pantalla, pero imita a su hermano en risas o expresiones de sorpresa.

De alguna manera, mágica y auténtica, la mayoría de nosotros nacemos con este programa preinstalado, intrínsecamente humana, a la espera de las condiciones que la pongan en marcha. También puede ser un dibujo, un paseo en bicicleta o un buen almuerzo.

“El ser humano aprende todo lo que sabe sobre las emociones a través de sus relaciones”.

– Ramon Riera i Alibés –


Confianza, intimidad, amor y relaciones.

La conexión emocional da sentido práctico a la empatía, es el terreno de juego donde fructifica la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Esta coincidencia de frecuencias de emisión nos permite consolarnos ante una pérdida de una manera única y personal, aunque los modelos conocidos operan por debajo.


En este patio de recreo, el otro se convierte en un individuo particular al que adaptarse, del mismo modo que el otro se adapta a nosotros. Hablemos del espacio donde se produce el intercambio emocional más íntimo y profundo, el lugar exacto donde muchas parejas inician su degradación o destrucción.

Lejos de la conexión emocional, aparece el desprecio, la distancia, la crítica destructiva o la indiferencia. Fuera de esta burbuja, la rutina impone su aburrimiento, mientras que los hábitos, más que generar seguridad, sirven al aburrimiento, una sensación de asfixia y vacío en el plato.

Al mismo tiempo, es un antídoto contra el odio y un obstáculo contra el egoísmo, la kryptonita que no los hace crecer. Porque los desencuentros o las rencillas encuentran en este sentido un espacio de encuentro. Y la diferencia también se convierte en un bien preciado para aprender y construir.

Actualmente, sin embargo, asistimos a una hambruna severa: muchas personas hoy en día buscan pareja como si eligieran una serie de televisión; mirando la portada y la trama.

Gracias a los teléfonos móviles, todos tenemos acceso a uno escaparate de personas. Tenemos la capacidad de "poner seres humanos en el carrito de la compra" mientras seguimos el hilo de la conversación familiar o entre nuestros compañeros de piso. Un encuentro puede ser el inicio de esta conexión, pero también podemos ahorrarnos el trabajo de alimentarla, fortalecidos por la certeza de que aún nos quedan muchas opciones por evaluar.


Estrategias para generar y proteger conexiones emocionales

  • Se paciente. La conexión emocional es como un guiso: lleva tiempo. Por otro lado, cuando se nos acaba la paciencia es porque nuestra ansiedad ha alcanzado un pico de alta intensidad. Las mismas estrategias que pueden ayudarnos a mantener la calma también nos ayudan a ser más pacientes.
  • Hacer demandas, no necesidades. La libertad de dar cuida la conexión y evita que la obligación o los acuerdos estanquen lo que debe fluir.
  • Proteger la conexión de conflictos. Decir lo que piensas no significa herir al otro. Haz propuestas para mejorar, no para intentar cambiarlo.
  • Anticiparse a veces. Nadie es capaz de leer la mente de los demás, pero las intuiciones existen. Si intuyes que tu pareja ha tenido un mal día, podrías prepararle una rica cena. Demostrar la conexión emocional entre ustedes es un refuerzo para ello.

Conclusiones

Cuidar un activo valioso nunca es una tarea fácil. Las conexiones emocionales, por su naturaleza, siguen la misma regla.



Pero hay buenas noticias: está en nuestras manos decidir que realmente queremos conocer gente, en lugar de guardar las fotos que nos gustan y descartar las que no nos gustan. La simplificación, en este caso, es todo lo contrario del enriquecimiento.

¿Por qué la conexión emocional es tan importante para los humanos? Una de las experiencias que más nos atrae es tener esa sensación de “siento que tú sientes lo que yo siento”.

– Ramon Riera i Alibés –

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