Última actualización: 17 septiembre, 2020
Podemos ser más felices haciendo ejercicios de entrenamiento mental? Hay buenas noticias: ¡Sí! Las últimas dos décadas de investigación en el campo de la psicología positiva han revelado que el entrenamiento mental no solo es posible, sino que también puede estimular nuestro cerebro. Sus funciones pueden cambiar gracias a la mejora de la flexibilidad neuronal, el aumento de materia gris y el fortalecimiento de la red neuronal.
Existen diferentes tipos de ejercicios para estimular diversos grupos musculares y cualidades físicas. Asimismo, podemos desarrollar habilidades que nos permitan mejorar nuestra sensación general de bienestar y felicidad.
¿Por qué es necesario el entrenamiento mental para alcanzar la felicidad? La respuesta es muy simple. La neuroimagen nos muestra que el cerebro produce más actividad eléctrica tras recibir estímulos negativos. Asociamos la tendencia del cerebro a centrarse en los aspectos negativos con una respuesta de lucha o huida de nuestra parte.
El entrenamiento mental nos ayuda a cancelar respuestas negativas cuando son inapropiadas. En otras palabras, necesitamos perfeccionar nuestras habilidades mentales a través de ejercicios de pensamiento positivo. Debemos hacer del pensamiento positivo un hábito, así experimentaremos transformaciones positivas en casi todas las áreas de nuestra vida.
veremos a continuación varios ejercicios que te ayudarán a entrenar tu cerebro para la felicidad y el éxito.
Ejercicios para el entrenamiento mental.
1. Sé agradecido
Una parte integral de la naturaleza humana es pensar en el futuro inmediato, donde estará el próximo desafío. Este pensamiento nos permite avanzar, nos da la fuerza para progresar. Sin embargo, todo esto pierde su poder para hacernos felices cuando nos olvidamos de ser agradecidos.
La gratitud tiene un efecto tan poderoso porque es un recordatorio de lo que ya tenemos. Además, puede subrayar un mensaje: no necesitamos todas las cosas que creemos que son indispensables.
La gratitud ofrece varios beneficios físicos y psicológicos, incluida la felicidad. No olvides, por lo tanto, ser agradecido, por ejemplo, agradeciendo en el desayuno o a través de un diario antes de acostarte. Esto ayuda al cerebro a concentrarse en las cosas positivas y nos dificulta ignorar las cosas buenas que suceden en nuestra vida. Puede que sea la forma más sencilla, pero más eficaz, de aumentar nuestro bienestar.
2. Respiración consciente
La respiración tiene un efecto increíble cuando se controla. En muchos casos no conocemos el verdadero potencial de nuestra respiración. Puede actuar como un agente calmante o un calmante para la tensión. La ira, la ansiedad, el miedo, el estrés y la tensión contribuyen casi automáticamente a la respiración superficial.
Todo lo que necesitas son cinco minutos de respiración consciente. Si estás ansioso, triste, atormentado, dedica cinco minutos, varias veces al día, a tu respiración. Podría ser el punto de partida para un ejercicio de meditación.
“La vida no espera a nadie, pasa. No se encuentra en el futuro como meta a alcanzar. Está aquí ahora, en este momento. Se encuentra en la respiración, en la sangre, en los latidos del corazón. Es la vida y si buscas el sentido en otro lado, lo pierdes".
-Osho-
3. Sonríe
Muchos estudios muestran que sonreír, de forma natural o reproduciendo el gesto de forma inconsciente, produce felicidad en el cerebro y en el cuerpo. Esto sucede porque cuando sonreímos, pase lo que pase, enviamos un mensaje de felicidad al cerebro.
Los resultados de un estudio longitudinal de la Universidad de California Berkley. En este estudio de 30 años, los investigadores observaron las sonrisas de los estudiantes de un viejo anuario y calcularon su bienestar y éxito a partir de esto.
Los investigadores también analizaron la satisfacción de los alumnos y la duración del matrimonio. Finalmente, observaron sus calificaciones en una prueba estandarizada de bienestar y analizaron qué tan bien inspiraron a otros. Quien sonreía más en la foto puntuaba más alto en todos los parámetros mencionados.
En realidad, el ejercicio de sonreír es muy sencillo. Por un lado, tenemos la oportunidad de reírnos y sonreír todos los días viendo cosas que nos gustan, visitando a personas que nos gustan, leyendo cosas divertidas, etc. Por otro lado, recuerda ponerle siempre una sonrisa en la cara y sacarlo a pasear. Sonríe cuando saludes a los demás y cuando des las gracias. Hazlo siempre como un primer acercamiento a las personas. Es fácil, divertido y gratificante. Además, te hace feliz a ti y a quien vea tu sonrisa.
