Máxima concentración: ¿cómo lograrla?

Máxima concentración: ¿cómo lograrla?

Se dice que Albert Einstein fue un claro ejemplo de persona capaz de alcanzar la máxima concentración. Todos podemos desarrollar la capacidad de concentrarnos profundamente.

Máxima concentración: ¿cómo lograrla?

Última actualización: 11 de junio de 2022

Algunas personas disfrutan de una habilidad particular: lograr la máxima concentración en un aspecto particular de manera sostenida. Una dote casi perdida por ahora.

En la realidad caótica y estimulante de hoy, es difícil no perderse, no dejar que la mente divague y se vuelva cada vez más irregular. Podríamos decir que se requiere una gran fuerza de voluntad.



Sin embargo, requiere mucho más que esfuerzo y compromiso. De hecho, las personas que son capaces de alcanzar la máxima concentración han desarrollado una serie de hábitos, fruto de la práctica y el entrenamiento.

También hay que tener en cuenta otro aspecto. Aquellos que son capaces de controlar su enfoque mental disfrutan de una mejor calidad de vida. La mente no navega en esa deriva de pensamientos negativos hasta que se pierde en el infinito. La atención es nuestra mejor herramienta para alcanzar la excelencia y el bienestar.

“La atención, en todas sus variedades, es un valor mental que todos necesitamos desarrollar”.

-Daniel Goleman-

Una estrategia esencial para mejorar la atención es evitar la multitarea.

Características de las personas que logran la máxima concentración

En su libro Focus Daniel Goleman señala que la atención o concentración es un recurso mental poco conocido e incluso subestimado. Se da por sentado, de hecho, que cada uno de nosotros viene al mundo con buenas o malas habilidades básicas que afectarán, entre otras variables, al rendimiento académico.


Descuidamos que la atención debe formarse y desarrollarse. Habilitarte en el enfoque mental te permite mejorar el universo mental y emocional, para alcanzar mejores metas profesionales y laborales.


Sin embargo, la escuela descuida este aspecto. Incluso en el ámbito de la psicología y la neurociencia existen considerables desacuerdos a la hora de definir exactamente el concepto de atención.

El estudio de investigación del University College of London recuerda que la definición que dio William James al comienzo de sus estudios sobre la atención en los albores de la psicología experimental sigue vigente en la actualidad. Por atención, por lo tanto, entendemos la capacidad cognitiva para controlar los recursos mentales de una manera flexible. Sin embargo, ¿Cómo desarrollarlo mejor?

No es fácil, pero posible. En un mundo cada vez más rico en estímulos, conviene educar nuestra mente para que mire hacia adentro lo que nos importa. Imitar a las personas que pueden lograr la máxima concentración puede ser una opción. Así que vamos a averiguar qué características los definen.

1. Propósitos claros

Sabemos que la atención es la capacidad de utilizar los recursos mentales hacia un objetivo específico de forma duradera. Sin embargo, además de los recursos cognitivos, también utiliza los emocionales.

En otras palabras, la persona capaz de lograr la máxima concentración tiene claro los objetivos que desea alcanzar y se siente motivado por ellos.

Las metas que nos propongamos deben ser claras, objetivas y realistas.

2. Establecer rutinas organizadas y una adecuada gestión del tiempo para conseguir la máxima concentración

Los hábitos y las rutinas son efectivos para organizar el tiempo y las actividades. De esta manera, el cerebro, el cuerpo y la mente se acostumbran a hábitos específicos sin resistirse. Igualmente, es necesario prever momentos de descanso y ocio.


Por otro lado, y no menos importante, para desarrollar una buena concentración es prioritario evitar la multitarea.

3. Busque fuentes de distracción externas

El día de hoy está lleno de estímulos que roban nuestra atención y nos arrastran al laberinto de la perenne distracción. Todos necesitan identificar las distracciones más comunes.


Por ejemplo, el celular y las notificaciones son los antagonistas más poderosos de nuestra atención. No dudamos en establecer estrategias para limitar la presencia e irrupción de estos estímulos.

4. Lograr la máxima concentración dominando el diálogo interno (distracción interna)

Otro obstáculo para la concentración es el diálogo interno negativo.. Esa voz que no solo nos engaña, sino que cuestiona lo que hacemos.

Pensemos en esa persona que estudia para aprobar un concurso. Tiene rutinas precisas y tiene fuentes de distracciones externas bajo control. Aun así, su diálogo interior la lleva de la mano hacia un recuerdo, comentario o pensamiento aleatorio.

Le encanta engañarla e incluso hacerla sufrir. A veces también puede ser muy perverso y decir cosas como "¿Para qué estás estudiando si no vas a aprobar?", "¿No sería mejor dar un paseo o una siesta?".


Personas capaces de lograr la máxima concentración. son expertos en dominar su diálogo interno y convertirlo en su punto fuerte. No dudan en ayudarse mutuamente y ofrecer refuerzos como "Sigue así, merece la pena".

Las personas altamente productivas saben que la autocrítica socava su capacidad para mantener el enfoque y salvaguardar su autoestima.

5. Descansa y conecta con tu entorno para inspirarte

Estas personas no trabajan en sus objetivos las 24 horas del día, saben que descansar, relajar el cuerpo y la mente es clave para reducir el estrés y la tensión, así como para regular las emociones.

Sin embargo, otra característica definitoria es la capacidad de conectarse con todo lo que les rodea: son curiosos, apasionados, atentos a lo que sucede.

Cada acontecimiento, cada pequeña circunstancia, imagen o palabra les inspira. Observan la vida con gran interés, con la esperanza de aprender cosas que puedan ayudarlos a lograr sus objetivos.


Las personas concentradas no se comparan con nadie. Intentan ser su única referencia para superarse y tratar de ser mejores cada día.

No necesitan validación externa

Un "Estoy orgulloso de ti" o "Lo estás haciendo muy bien" puede ser bienvenido de vez en cuando. Sin embargo, estos hombres y mujeres no necesitan refuerzo o confirmación externa para concentrarse en su trabajo. Son su única referencia y su brújula.

Evitan compararse con los demás, son fieles a su esencia y tratan de mejorar cada día para ser su mejor versión en la medida de lo posible.

Conclusiones

Si bien es cierto que todos podemos aplicar estas estrategias, la clave no es solo implementarlas. Bastante, Comprométete contigo mismo y con tu trabajo diario. lo que favorecerá el auténtico desarrollo de una mente concentrada.

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