Última actualización: 19 2016 noviembre
El mito del amor romántico ha cobrado vida gracias a los relatos, el cine o la literatura que trazan el contorno de un mundo platónico muchas veces alejado de la realidad. Evidentemente sería un error pensar que es completamente falso ya que, si pensamos profundamente en este concepto, nuestro corazón nos confirmará que existe el amor honesto.
Todos hemos vivido un amor verdadero al menos una vez o, al menos, nos hemos rendido a ella al querer abrazar plenamente esta experiencia. Por ello, hemos realizado acciones cargadas de romanticismo en nombre de este compromiso y como corolario de esa seducción necesaria para conquistar a la persona que queremos.
Por otro lado, no es menos cierto que bajo la etiqueta de amor romántico ideas que no son del todo ciertas y que además pueden ser negativas para nuestra alma, podrían desarrollarse una dependencia entre amantes o una devoción excesiva. Hoy te desvelamos las 2 falsas ideas sobre el amor.
"Aprendemos a amar no cuando conocemos a la persona perfecta, sino cuando vemos perfecta a una persona imperfecta".
-Sam Keen-
Falsas leyendas sobre el amor romántico
Desde temprana edad nos empujan a desarrollar una visión de la realidad donde el concepto principal es el de "ideal romántico" o una serie de estereotipos a los que debe ceñirse la pareja perfecta. Ideas como comprensión, sentido del humor, buena comunicación y respeto. Seguro que poder disfrutar de todas estas experiencias y situaciones es saludable para nuestro ego. Nos acerca a descubrir lo que realmente queremos y lo que no estamos preparados para aceptar.
Lo malo de estas idealizaciones es que nos dejamos llevar demasiado por la idea de este tipo de amor romántico, olvidando que estamos ante un molde curvo y que la realidad y la gente siempre tiene su propio artista. Un modelo que, como hemos dicho, proviene de los cuentos infantiles y que el cine perpetúa y vende en los anuncios.
Sin embargo, entre las condiciones de este mensaje se dice que todos mentimos, porque crecer en la verdad inmaculada no es menos tóxico que vivir una mentira perpetuamente. Que hay personas con defectos que van más allá de las convenciones sociales, pero que aún así merecen dulzura y amor. Dicen que el tiempo y las condiciones cambian y que el único "para siempre" es el presente que estamos viviendo. Todas estas son condiciones secundarias que no leemos, que ignoramos por las dificultades que conllevan.
El amor es para siempre
Enamorarse no implica creer que ese amor durará para siempre. Implica que nuestros sentimientos son de gran intensidad y que con la fuerza de esa ilusión podemos imaginar un futuro juntos. Un mañana en el que esa ilusión es constante, por lo que en esos momentos cuesta creer que pueda tener un final.
Entonces caminamos como gigantes, sin prestar atención, y abandonamos el escudo para dejarnos envolver por la sensación de seguridad que nos da el enamoramiento. Las barreras ya no son necesarias porque en ese momento nos sentimos muy fuertes.
Frente a la idea del “para siempre”, el amor es algo a sanar y construir en el día a día. En un sentimiento que en su desarrollo no está exento de dificultades, transformaciones y ajustes. Este es el esfuerzo que nos pide, y también es su lado positivo si sabemos responder y no es menos hermoso que lo que promete el amor idealizado.
Para ello, un consejo que te podemos dar es que nunca te obligues a creer que tu relación actual debería durar para siempre. Tú eres el único responsable de tu felicidad. Las personas evolucionan y cambian, al igual que las emociones y las sensaciones.
Una tarea que puede ayudarte a reafirmar tu vínculo con la persona que amas es hacer concesiones. No estamos hablando de compromiso, sino de compromisos, en plural. No se trata de asegurar que los sentimientos no cambien, sino de comprometerse de manera práctica para que ese sentimiento nunca falte de cariño y atención.
Por último, no olvides que ya has vivido sin tu pareja y que si te deja, puedes volver a vivir solo. Esto no resta importancia a la persona que amas, pero evita que desarrolles una adicción hacia ella y de la que puedas terminar siendo un esclavo.
Renunciar a todo por amor
Es, sin duda, un clásico ideal negativo del amor romántico. En este punto cabe recalcar que la figura más dañada es generalmente la mujer. Según el estereotipo, es ella quien debe poder renunciar a todo por él. Deja todo a un lado para tu pareja.
El amor sano crece cuando ambas partes invierten en el compromiso que han firmado. En una relación sana, la búsqueda del equilibrio es fundamental, concediendo ambas de forma equilibrada y siempre respetando la independencia e individualidad del otro. Generalmente se trata de parejas en las que el amor nace de la confianza y el respeto, del trabajo en equipo y no reprime la identidad del otro.
Podemos constatar, llegados a este punto, que el amor romántico esconde, tal y como se considera en la sociedad actual, parejas negativas y enfermizas. Hay que recordar que el amor verdadero y sano es ese sentimiento que no domina ni pone barreras. Esto te ayudará a vivir plenamente el día a día con tu pareja. Esto es solo amor mágico, perfección imperfecta y nada más.
"Pensando en mi felicidad, me acordé de ti"
-Anónimo-