Última actualización: 21 de diciembre de 2015
No podemos evitar sentir dolor. Las emociones pueden ser negativas o positivas; los primeros son capaces de causarnos un dolor emocional que puede abrumarnos.
Este desagradable dolor emocional suele ser peor que el dolor físico. Es por esto que algunas personas intentan aliviarlo golpeando un puño contra la pared, gritando contra una almohada o, en los casos más extremos, recurriendo a las autolesiones.
“Nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada uno conoce sólo su dolor y sus sacrificios”.
(Paulo Coelho)
Si eres una persona optimista y positiva, te será más fácil superar este dolor en comparación con los que son negativos y pesimistas.
No obstante, esperamos que estos cuatro consejos te ayuden a aliviar las emociones dolorosas.
1) Enfrentar la situación
Muchas veces, sin darnos cuenta, tendemos a negar la situación que estamos viviendo en un momento dado.
Esta es una actitud absolutamente normal y aceptable, debido al dolor ocasionatoci, que tratamos de evitar y sortear.
Sin embargo, si no quieres que este dolor se convierta en una herida profunda, tienes que reconocer lo que pasó, entender por qué llegaste a esta situación y cómo puedes resolverlo (si puedes).
Una vez consciente de la situación, tomarse el tiempo para mirar las cosas con una perspectiva inteligente y ser capaz de aceptarlas. Esto te ayudará a enfrentar la realidad.
"El arte de vencer las grandes dificultades se estudia y adquiere con el hábito de enfrentarse a las pequeñas".
(Cristina Trivulzio de Belgioioso)
Nunca debes tratar de distraerte de este dolor emocional: tarde o temprano volverá. Es como una herida que, si no se trata adecuadamente, volverá a sangrar o se infectará.
2) Despreocúpate si lo necesitas
Aunque no quieras aceptarlo, el desahogo te sera muy util para liberarte de todo ese dolor que te atormenta, te persigue y nunca deja de hacerte sufrir.
Practica las siguientes técnicas que te ayudarán a desahogarte:
- Habla con alguien que realmente te escucha.
- Garabatea en una hoja de papel, incluso si lo que dibujas no tiene ningún sentido.
- Gritarle a una almohada.
- salir a hacer ejercicio físico. Esto te ayudará a descansar y despejar tu mente, lo que te permitirá sobrellevar el dolor con una mejor actitud.
- Sumérgete en la buena música.
- Romper algo, como una hoja de papel. Arrugar también puede ayudarte.
Todas estas técnicas pueden ayudarte a desahogarte. Seguro que hay muchos otros, incluso más efectivos. ¿Cuáles te son útiles? ¿Quieres compartirlos con nosotros?
3) Siempre hay un resquicio de esperanza
Incluso las situaciones más negativas pueden traer algo positivo.. Por ejemplo, si un amigo nos ha engañado, nos ayudará a elegir mejor nuestras amistades a partir de ahora.
Cualquier cosa que cause dolor emocional puede ayudar a madurar. Puedes aprender de una relación que ha terminado mal y dolorosamente, de una decepción, etc.
Todas estas enseñanzas te harán más cauteloso y maduro y te harán comprender lo que realmente quieres en tu vida y lo que es mejor eliminar.
"La derrota tiene algo de positivo, nunca es definitiva"
(José Saramango)
Las experiencias negativas existen para que puedas aprender de ellas y conviértete en la persona que realmente quieres ser. Si atesoras las lecciones aprendidas de las experiencias negativas, avanzarás de forma positiva a lo largo de tu vida.
4) No dejes que el dolor te afecte
Esta es solo una fase por la que todo el mundo debe pasar, y habrá otras igualmente difíciles. Somos seres emocionales que tenemos que superar muchas situaciones dolorosas. ¿No te rendirás?
Eres fuerte y tienes el poder de lidiar con este dolor aprendiendo de él y alimentándote de todo lo positivo que te puede ofrecer.
Piensa en el dolor como una fuente de motivación y fortaleza. que debes sentir y asimilar para fortalecerte y madurar.
No permitas que el dolor te abrume y hundirse en ella. Tienes la fuerza para superar este difícil momento que, tarde o temprano, pasará.
"El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es una elección"
(Buda Gautama)
Busca siempre a alguien que esté dispuesto a escucharte, alguien en quien confíes. Los problemas son más fáciles de soportar cuando se comparten y se ven con mayor claridad.
