Las relaciones entre personas no son una ciencia exacta. A menudo actuamos de forma instintiva, cometemos errores y volvemos a intentarlo con la esperanza de que sea el momento adecuado. Pero cuando las cosas van mal, tendemos a culpar al otro y nos esforzamos por reconocer nuestra parte de responsabilidad. Entonces, en esta ocasión me gustaría abordar algunos hábitos de nuestra forma de comunicarnos que son bastante comunes y que pueden arruinar una relación.
Hábitos que no tienen cabida en una relación sana y madura.
- Restarle importancia a lo que siente la otra persona. Una de las primeras cosas que nos enseñan en la facultad de psicología es no minimizar los problemas que experimenta la persona que solicita nuestra ayuda. Decirle que no es nada importante es una estupidez y significa empezar con el pie izquierdo. ¡Porque lo que pensamos que es insignificante puede ser muy importante para otra persona! Este mismo principio se aplica a las relaciones: la otra persona tiene sentimientos y no tenemos derecho a juzgarlos, menospreciarlos o incluso burlarnos de ellos. Por irracionales o absurdos que puedan parecer estos sentimientos, siempre debemos intentar ponernos en el lugar de la otra persona para entender cómo se siente y por qué. Es normal no compartir algunos sentimientos con la pareja, porque, al fin y al cabo, somos dos personas diferentes, pero debemos aprender a respetar las cosas que son importantes el uno para el otro.
- Niega un error. Reconocer un error cometido y disculparnos por él nos emociona como personas. Todos cometemos errores y tenemos derecho a rectificar, si no lo hacemos, estamos enviando el mensaje de que a la otra persona no le importa lo suficiente. En una relación, negarse a reconocer un error solo puede empeorar las cosas. A menudo, los dos amantes se convierten en oponentes espada en mano, listos para batirse en duelo para defender su honor. Cuando esto ocurre con frecuencia, termina socavando la relación y provocando peleas constantes. Recuerde siempre que un "lo siento" dicho desde el corazón puede ayudar a prevenir estos problemas.
- Responde con sarcasmo. Algunas personas usan el sarcasmo como mecanismo de defensa, no para mostrar cuán vulnerables son. En realidad, esta es una estrategia incorrecta, porque el sarcasmo siempre transmite desprecio y subestimación por el otro. Por tanto, es uno de los errores que debemos evitar a toda costa en una relación. Si no estás dispuesto a abrirte emocionalmente y mostrar tus debilidades con tu pareja es porque algo no está funcionando en la relación, el sarcasmo es la llamada de atención.
- Posponga la discusión. Cuando la otra persona está muy nerviosa, tensa o irritada, es mejor posponer la conversación. Pero esta actitud no debería ser la norma, en particular, no debería implementar esta estrategia apresurándose, dando la espalda y cerrando la puerta. Los problemas de relación deben ser discutidos, de lo contrario se acumulan y terminan socavando la relación. Si notas que tu pareja no está de humor para discutir, pídele cortésmente que posponga la conversación para otro día, pero no lo interrumpas dejándolo a medias, ya que eso solo sería decirle que no lo haces. preocuparse por lo que tiene que decir.
- Haz gestos que transmitan aburrimiento. Nuestra comunicación extraverbal dice mucho más que las propias palabras. Muchas veces no nos damos cuenta, pero enviamos muchas señales a través de gestos voluntarios, involuntarios o expresiones faciales, que transmiten a nuestra pareja nuestro estado de ánimo y lo que estamos sintiendo y pensando en el momento en que los manifestamos. No es necesario que te conviertas en un psicólogo experto en microexpresiones, pero sería útil que pudieras controlar esos gestos que tu pareja te ha denunciado repetidamente como molestos.