Agamia, una nueva forma de vivir las relaciones

Agamia, una nueva forma de vivir las relaciones

Agamia, una nueva forma de vivir las relaciones

Última actualización: 07 de mayo de 2022

El ámbito social se ha visto inundado de nuevos tipos de relaciones. El poliamor, las relaciones abiertas y la anarquía en las relaciones son solo algunas de las definiciones más vanguardistas. En este artículo queremos hablar de un nuevo término que es precursor de todos los demás y que nos hará pensar: agamia.

El concepto de agamia, nacido por primera vez en 2014, abandona la idea de gamos (unión, matrimonio) para centrarse en un nuevo modelo social y relacional. Los promotores de este concepto defienden su superación del concepto de amor libre, pero sin un sentimiento de necesidad excluyente y castradora.



Agamia significa evitar que se imponga cierto estereotipo de relación, la que se puede definir como romántica o amorosa. En consecuencia, defiende la no definición de modelos relacionales.

Partiendo de esta perspectiva, el concepto de amor que impera en nuestra sociedad debe entenderse como un subsistema ideológico al servicio de intereses patriarcales y de clase. Esto significa que este sentimiento se nos ha impuesto como una forma de alienación del sistema para mantenernos a raya. El objetivo es que todos deseen las mismas cosas, que todos sientan como lógicas unas definiciones consideradas, por los promotores de la agamia, anticuadas, esclavizantes y capaces de hacernos infelices.

Muchos de los practicantes de la agamia lo hacen por desencanto. Algunos de ellos huyen de las relaciones por la gran toxicidad que, según ellos, les ha hecho sufrir. Celos, posesión, abuso y adicción asfixiante Suelen ser síntomas peligrosos de un amor que no es tal.

Por otra parte, el objetivo es disfrutar de total autonomía y libertad para vivir la propia sexualidad a voluntad. De hecho, según quienes practican la agamia, estos son precisamente los peligros para la supervivencia del amor tradicional. Analizar los principios básicos de la agamia puede ayudar a comprender mejor este nuevo modelo social.



La sustitución de la sexualidad por el erotismo

La agamia no considera el sexo un momento "sagrado" y exclusivo de las relaciones (monógamas o polígamas), sino simplemente una parte natural y saludable que debe ser experimentada y exaltada como una forma de libertad y amor propio.

La agamia reemplaza la sexualidad por el erotismo, poniendo así en tela de juicio el surgimiento de nuevos tipos de relaciones no específicas que van más allá de la heterosexualidad. Desde este punto de vista, no se debe hacer nada que no se quiera y mucho menos sentirse obligado.

La renuncia al amor y la opresión dictada por la agamia

Según la agamia, el amor romántico y su idealización son una quimera. Los celos, la posesividad y la obsesión no deberían atraer a los seres humanos racionales. Son sentimientos negativos que nos hacen sentir mal y disminuyen nuestro bienestar. La agamia promueve un desapego de las emociones exclusivas para favorecer una sociabilidad más armoniosa.

La opresión nunca debe vincularse al concepto de amor.. La razón, la lógica y los impulsos naturales siempre deben prevalecer sobre las emociones negativas que promueve el amor tradicional.

Alternativas a la familia tradicional

Agamy propone una redefinición real de la idea de familia, considerando a esta última como “la conformación de un grupo de individuos con relaciones consensuadas de erotismo, compañía y confluencia de intereses”. Para esta corriente, la crianza es mucho más que tener hijos. El amor, el respeto y el cariño deben ser los únicos parámetros que evalúen las habilidades de un padre.


Los seguidores de esta filosofía huyen de los convencionalismos sociales y alimentan el deseo de formar una familia que se adapte a sus necesidades.


“Nadie puede pertenecer a nadie más. El amor es un contrato libre que arde como una chispa y puede terminar de la misma manera".


-Isabel Allende-

no es poliamor

El poliamor defiende la posibilidad de tener dos o más parejas, unas más estables que otras. La agamia escapa al concepto de pareja por considerarla vacía y carente de realismo. Y tampoco quiere tener nada que ver con el poliamor, el sexo sin compromiso o las relaciones esporádicas. Este es un concepto mucho más complejo.

Durante nuestra vida, las relaciones con las personas que conocemos son cruciales. Esta filosofía nos permite establecer cualquier tipo de relación con las personas que nos rodean. sin tener que dar necesariamente una etiqueta o una definición.


Más que una ideología o una forma de vida, la agamia arroja luz sobre un tema recurrente: la forma de vivir las relaciones. Aunque la agamia quiere evitar este término, es bien sabido que todo contacto con otras personas presupone un vínculo relacional. Negar esto no borrará el concepto, pero es bueno seguir respetando a quienes prefieren definir las relaciones interpersonales de manera diferente a nosotros.

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