Última actualización: 02 agosto 2015
"Ámate a ti mismo
es el comienzo de un idilio
que dura toda la vida".
(Oscar Wilde)
Amarse a uno mismo es parte de un proceso fundamental en nuestra vida, que nos permitirá amar más sinceramente a los demás.
Este proceso dura toda la vida, ya que habrá muchas circunstancias que lo pondrán a prueba: decepciones, frustraciones, errores, metas no alcanzadas, averías, pérdida de esperanza. Una infinidad de problemas cotidianos a los que nos tenemos que enfrentar y que muchas veces influyen en la percepción de nuestro valor como personas.
¿Dónde ponemos nuestro valor?
Nuestro valor como personas no depende de lo que recibimos o tenemos, sino de la actitud con la que damos todos los pasos que damos en la vida, para llegar a amarnos incondicionalmente.
Dar lo que no se tiene es muy complejo, y si una persona no se ama a sí misma, difícilmente podrá amar a los demás. Puede creer que está dando amor, pero en realidad está cayendo en las garras de la manipulación, el chantaje emocional y la explotación todo el tiempo.
Si no aprendemos a amarnos incondicionalmente, buscaremos ese amor fuera de nosotros mismos, en otras personas, haciendo que nuestro valor dependa de cómo nos traten o valoren los demás. Asi que, estaremos continuamente condicionados por la juicio externo.
Esta adicción es dañina, como lo es tener que mendigar amor y cariño. Podemos llegar a asumir actitudes complacientes, para obtener la apariencia, el cuidado y la atención de los demás.
Para saber si os amáis incondicionalmente, es importante que os hagáis esta pregunta:
¿Mi valor como persona depende de elementos externos?
Aprende a cuidarte
En nuestra cultura es muy común dar valor al exterior, a lo que sucede a nuestro alrededor, para tener una idea determinada de nosotros mismos.
Incluso amarte a ti mismo a menudo se considera un acto de egoísmo. Esta es una creencia totalmente equivocada, ya que el amor por los demás parte siempre del amor propio, que a su vez se compone del amor universal por la humanidad.
La forma en que nos cuidamos tiene mucho que ver con cómo nos percibimos y cuál es nuestro estado de ánimo. No hacerlo significa no escuchar las propias necesidades y cometer un acto de violencia hacia nosotros mismos.
“Cuidarnos es cuidarnos. Escucha nuestras necesidades. Reconocer que existimos y que ocupamos un lugar en el mundo, que tenemos derecho a estar bien, a alcanzar el bienestar en todos los ámbitos de nuestra vida” (Fina Sanz).
Aceptarse a uno mismo: un acto de compasión
Aceptar lo que somos implica también aceptar nuestras faltas; descubre nuestras capacidades y nuestros límites, méritos, virtudes, todos nuestros recursos. Tomar conciencia de la persona que somos, desde una perspectiva global y profunda.
Un mejor conocimiento de uno mismo
conduce a una mayor comprensión.
Cuando nos cuidamos y nos entendemos, somos capaces de no juzgarnos ni culparnos por los errores que hayamos podido cometer. De esta manera, caminamos hacia elaceptación de nosotros mismos
A través de la aceptación, nos acercamos al amor incondicional, como un acto de compasión y comprensión hacia lo que somos. Sin que nuestras necesidades limiten nuestra capacidad de amarnos a nosotros mismos y, en consecuencia, de amar a los demás.
De esta forma, podremos entablar relaciones honestas, que no se basen en la búsqueda de reconocimiento. amándonos, podremos disfrutar verdaderamente del acto de amar a los demás, siempre de manera compasiva y a través de la aceptación.
“Cualquier crecimiento necesita amor, pero amor incondicional. Si el amor impone condiciones, el crecimiento no puede ser total, porque esas condiciones formarán una barrera.
Ama incondicionalmente, no pidas nada a cambio. Recibirás mucho sin tener que pedirlo; no pidas amor. En el amor, sed emperadores. Da y observa lo que sucede: recibirás mil veces más. Pero tienes que aprender el truco. Si no lo haces, seguirás siendo tacaño; darás un poco y luego esperarás algo a cambio, pero esa espera y esa expectativa destruirán toda la belleza de tus acciones”. (Osho)
Bibliografía:
– Sanz, F. (1995). Los vínculos amorosos: amar desde la identidad en la terapia de reencuentro. Kairós.