Aprendiendo a amar según Erich Fromm

Aprendiendo a amar según Erich Fromm

Aprendiendo a amar según Erich Fromm

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

El amor, según Erich Fromm, debe celebrarse cada día como un acto de liberación y enriquecimiento. Aprender a amar de forma madura y consciente es desterrar la posesión o las condiciones. El amor es ante todo preocupación por la vida, es cuidado y deseo de favorecer el crecimiento de nuestros seres queridos.



Quizá ni el propio Fromm se había dado cuenta de la gran importancia que habría tenido su libro El arte de amar. Quien haya tenido la oportunidad de conocer a este psicoanalista y filósofo humanista sabrá que pocas personas han hecho un cambio tan significativo en su vida como él lo hizo, además de valiosas lecciones para aprender a amar.

En los albores de la década de 50, Fromm se trata de un estudioso del Talmud y psicoanalista marxista que en un momento dado se distanció de los fundamentos teóricos de Sigmund Freud. Fue un intelectual un tanto taciturno que se instaló en los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Sobre sus hombros llevaba el peso de un divorcio, la muerte de su última esposa por suicidio y el recuerdo de una Europa aún fragmentada y en ruinas.

Fue en esta década que decidió mudarse a México y convertirse en activista por la paz y los derechos de las mujeres. Quería cambiar su visión de la vida, quería abrirse al mundo, a la felicidad ya la lucha por lo que creía. se convirtió en un Un terapeuta muy influyente, se hizo amigo del presidente Kennedy y encontró el amor en una mujer brillante.: Annis Freeman.


Incluso con el amargo recuerdo de sus esposas anteriores, Fromm se fijó una meta: aprender a amar. Quería hacer de esta etapa la mejor de su existencia y la de Annis Freeman. Y estaba deseoso, a su vez, de enseñar a los demás a amar. Seguirá su famoso libro y la felicidad que disfrutó en las últimas décadas de su vida.


Aprendiendo a amar según Erich Fromm

“Amar sin saber amar lastima a la persona que amamos”. Esta frase de Thich Nhat Hanh resume una realidad más que evidente. La mayoría de nosotros no tenemos maestría en este arte, somos en su mayoría recién nacidos en una realidad en la que nos sumergimos por casualidad y de la que nada sabemos, llena de necesidades y sin herramientas. Si a veces nos limitamos a amar como niños y no como adultos, esto se debe principalmente a nuestra cultura.

Nos hemos modelado a través de una serie de esquemas culturales en los que el amor tiene la apariencia de un constructo con colores mágicos e ideales. En nuestro tejido social está vigente el amor cortés de la Edad Media, donde los hombres cortejaban a las mujeres. Nos gusta pensar que somos víctimas de las flechas de Cupido, que los eternos amantes de Verona han conocido la verdadera pasión, que todos estamos destinados a encontrar nuestra mitad a la que nos une el hilo rojo del destino.

Erich Fromm, un destacado psicólogo social, dejó muy claro en El arte del amor que pocas dimensiones requieren tanta responsabilidad y discernimiento como el amor. Porque amar es tarea de artistas formados, no solo de soñadores apasionados. Aprender a amar requiere práctica, dominio y trabajo constante donde el esfuerzo es el juicio no deja nada al azar o al destino. 


Así que veamos algunos de los consejos que nos ofrece Erich Fromm.

amor activo

Si hay algo que queremos, es ser amados. Queremos que alguien nos cuide, nos aprecie, nos valore, nos adore y nos alabe en todo lo que hacemos, somos o tenemos. Sin embargo, hay algo que debemos entender cuanto antes: el amor pasivo es inútil y no es maduro.


El amor no es un lugar de descanso, es un escenario que se conjuga con el presente y en voz activa: amarse, respetarse, valorarse, crear algo juntos, hacer proyectos comunes. El amor de los buenos artistas implica la maestría de quienes saben participar, dar y recibir, construir y ser parte activa de un proyecto donde siempre hay una mentalidad proyectada hacia el crecimiento.

Nuestra eterna preocupación por encontrar a la persona perfecta

Para aprender a amar, también debemos ser conscientes de otro aspecto. Muchas veces nos preocupamos demasiado por no encontrar a la persona ideal, aquella que esté en perfecta sintonía con todos nuestros sueños y anhelos. Tenemos los ojos borrosos porque no somos capaces de encontrar el "objeto" de amar sin antes detenernos a pensar si estaremos a la altura de este amor.

A veces estamos tan infectados de idealismo y construcciones alimentadas por el romanticismo que olvidamos el aspecto más importante: el amor requiere trabajo, implica saber afrontar los retos que plantea una relación afectiva.

El amor como necesidad

Aprender a amar requiere ante todo saber despojarse de todas las necesidades. Porque dos cosas le sucederán a quien intente tener una relación para paliar sus carencias: que nunca estará satisfecho y que atará a la otra persona a un estado de esclavitud perenne.


En El arte de amar, Erich Fromm nos recuerda que una relación afectiva sana y feliz debe ser ante todo un vínculo altamente productivo, donde cada uno haya superado sus propios vacíos y adicciones. Consiste enextinguir dentro de nosotros la omnipotencia narcisista, el deseo de acumular y explotar a los demás, para llegar a los que amamos sin cargas ni miedos y así poder ofrecernos en nuestra plenitud.

“El amor infantil sigue el principio: amo porque soy amado. El amor maduro sigue el principio: soy amado porque amo. El amor inmaduro dice: te amo porque te necesito. El amor maduro dice: te necesito porque te amo".


-Erich Fromm-

Amar es un acto de creatividad.

Según Erich Fromm, el amor es energía. Es un impulso que nos empuja a movernos, a expresarnos, a crear… Esta fuerza expansiva y creativa sólo surge cuando hemos satisfecho nuestras necesidades básicas.

Pero aun así, no basta con sentir esa energía. Recordemos que el amor no sólo se siente, hay que vivirlo y darle forma. Porque la auténtica pasión, la que se nutre de sentimiento, madurez y equilibrio, entiende que el trabajo más hermoso requiere empeño y dedicación diarios.

El amor es como la música, la pintura, la carpintería, la escritura o la arquitectura. Es necesario comprender la teoría y, solo así, convertirse en maestros en la práctica.. Como un ingeniero altamente creativo, también nosotros seremos capaces de superar cada dificultad, cada desafío, cada imprevisto en nuestro camino con imaginación y eficacia.

Aprender a amar según Erich Fromm requiere abandonar muchas visiones infantiles que muchas veces nos caracterizan (y que nos han inculcado). Debemos dejar de combinar el amor con lo pasivo y verlo como una chispa que une mágicamente a dos personas. Porque 'Sel amor es sustancia, es cuerpo y es materia. Una materia prima con la que construir un buen proyecto, el mejor de nuestra vida si así lo deseamos, y hacernos cargo de él.

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