El primer paso es adoptar la actitud correcta: no te prives de nada, no te limites, no tengas miedo
Última actualización: 03 de marzo de 2022
No podemos evitar las malas noticias o las personas potencialmente tóxicas. Al aceptar que no podemos cambiar esto, nos daremos cuenta de que muchas de las circunstancias a las que hay que enfrentarse en el día a día dependen de la actitud que se adopte. En gran parte, atraemos lo que transmitimos.
Nuestra actitud hacia qué y quién nos rodea es el factor que más determina el día que tenemos por delante. Si nos despertamos llenos de optimismo, tenderemos a notar las buenas noticias o simplemente las horas nos parecerán más agradables.
Atraemos lo que está en nuestra mente
Los pensamientos y las sensaciones atraviesan la piel y de una forma u otra se expande: lo que está en la mente se manifiesta automáticamente, lo sepas o no.
Es una ley que puede jugar a favor o en contra, dependiendo de las emociones, sentimientos y pensamientos que tengamos en cada momento.
Cuando estamos tristes, el cuerpo lo nota y reacciona: malestar físico, pérdida de energía, etc. Si se alimentan pensamientos positivos, por el contrario, el cuerpo los expresará en forma de bienestar general.
"Lo que realmente necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud ante la vida"
-Viktor Frankl-
De una forma u otra, esto se proyecta en el espacio y las personas que lo rodean y, a su vez, configura estrategias de afrontamiento. Pasamos por el filtro de la actitud mental todo lo que nos llega: la magnitud de un acontecimiento está ligada al poder que le otorgamos sobre nosotros a través de la interpretación que hacemos de él.
Si llevamos el sol adentro, podemos secar la lluvia
Cultivar el optimismo y afrontar la vida con más ligereza significa atraer vibraciones positivas. Pensemos: ¿cuánta energía desperdiciamos quejándonos de hechos insignificantes? Lo mismo ocurre cuando pensamos que tenemos mala suerte y nos maldecimos durante horas.
Si llevamos el sol adentro, podremos secar el agua de lluvia. Si transmitimos buenas vibraciones, conseguiremos alejar todo lo tóxico. Transmitiendo calidez, amabilidad, amabilidad y gratitud, atraeremos la misma.
"Cuando somos optimistas, esperamos e imaginamos placer, satisfacción y felicidad, tendemos a atraer personas, situaciones y eventos que se ajustan a estas expectativas".
-Shakti Gawain-
Como no podemos controlar todo lo que nos sucede, el secreto es actuar inteligentemente cuando lo interpretamos y no darle demasiada importancia a lo que no es.
Esto nos permitirá hacer que la sonrisa predomine sobre la tristeza y superar los obstáculos, en lugar de dejarnos abrumar por ellos.
Atraemos lo que transmitimos y en lo que creemos
Siempre tendremos que darnos lo que nos merecemos y no dedicarnos al ejercicio del masoquismo de rechazar lo que la suerte nos otorga. Tendemos a hacer esto pensando que quizás la mala suerte no nos golpee.
Una creencia ilusoria asociada a un concepto igualmente ilusorio de justicia. Lo cierto es que por mucho que le demos la espalda a la suerte, la adversidad siempre nos alcanzará.
No importa cuántas veces nos neguemos a nosotros mismos tanto como deseamos, los eventos desagradables seguirán sucediendo. ¿Por qué no celebrar lo primero si estamos destinados a enfrentar lo segundo?
Reflexionamos para encontrar y reconocer lo que necesitamos en la vida. Descifrar esto te ayudará a entender que el primer paso es adoptar la actitud correcta: no te prives de nada, no te limites, no tengas miedo. Es la mejor manera de cuidarse y ser agradecido con la vida.
“Tu perspectiva te hunde o te eleva. Y la actitud es algo que podemos elegir”.
-Spencer Johnson-
Imágenes cortesía de: Gedomenas.
