Última actualización: 19 de abril de 2017
Comenzar una relación significa escribir un nuevo capítulo en el libro de tu vida. Esto implica haber aprendido las lecciones de los capítulos anteriores para aprovechar al máximo la lectura del nuevo. Sin embargo, esto no significa que debamos bloquearnos en los capítulos anteriores, como quien pisa el freno por miedo a lo que pueda pasar.
A veces nos enfrentamos a problemas muy comunes cuando necesitamos iniciar una nueva relación. Según como hayan sido los anteriores seremos más o menos cautelosos, más o menos prudente. Andamos a tientas en la oscura incertidumbre del nuevo desafío que nos presenta la vida.
Lejos de convertirse en un acto espontáneo y natural, enamorarse se convierte en un riesgo. El miedo nos agarra de la mano, nos susurra al oído los riesgos futuros relacionados con problemas pasados y paraliza nuestra espontaneidad y disfrute. Déjalos a un lado. Los eclipsa de manera injusta tanto a nosotros como a la persona que acaba de llegar a nuestra vida.
Antes de comenzar un nuevo capítulo, concluyamos el anterior.
La espontaneidad, el placer y la tranquilidad a menudo se entierran a la espera de ser sacados a la luz. ¿Porque? Quizás porque aparece el miedo a repetir viejos errores. De elegir mal, de no saber predecir las señales o de no interpretarlas correctamente.
Por todo esto, es necesario dejar tiempo para que el pasado descanse (tan lejos como sea posible). Para que todas esas enseñanzas sean filtradas y las lecciones aprendidas de ellas hayan sido asimiladas. Cuando hacemos que una relación suceda a otra, no le damos el tiempo necesario que necesita nuestro corazón para comprender las experiencias que ha vivido.
Especialmente en los casos en que la relación pasada ha sido tóxica y dañina, necesitamos poder encontrar un espacio en el tiempo para comprender lo que nos ha enseñado una relación en particular. Culpar a otros por nuestras responsabilidades nunca ayuda. Por eso, siempre es importante tener un diálogo honesto y sincero contigo mismo.
Cuando aprendemos lecciones del pasado, elegimos mejor
Los siguientes capítulos serán vividos de una manera más libre y sin mucha dependencia. De esta forma, las personas entrarán en nuestras vidas de una forma más natural y menos forzada. Cuando el corazón está tranquilo y ha aprendido las lecciones del pasado, está dispuesto a emprender una nueva aventura con un espíritu más sano y libre.
"Deberíamos utilizar el pasado como trampolín y no como sofá"
-Harold MacMillan-
Los errores del pasado nos ayudarán a poder elegir mejor a la persona a tener al lado. Obviamente no queremos volver a experimentar lo que nos hizo sufrir. Ciertas heridas nos harán elegir a una persona sobre otra.
La incertidumbre es parte de la vida y no puede paralizarnos
Desde ese lugar claro, puro y saludable podremos elegir mejor a nuestra nueva pareja. No serán los apegos ni la dependencia ni las carencias las que elijan por nosotros. Será nuestro yo más sano y completo para hacerlo, y elegiremos a alguien que nos enriquezca, que nos traiga luz y sosiego con su presencia.
Aprender las lecciones del pasado es fundamental para seguir caminando por el camino de nuestra vida. La incertidumbre sobre el éxito o fracaso de la relación debe aceptarse como parte de nuestra existencia. Pero surgirá sobre un yo más sabio y menos caótico.
Es bueno ser cauteloso y tener cierto respeto hacia lo que se avecina, pero también darle cierto margen a la vida para que nos sorprenda con su devenir. Debido a esto, cerrar capítulos, aprender sus lecciones y comenzar otros nuevos con entusiasmo y pasión. Solo así podrás abrazar todo lo que vendrá.