Última actualización: 20 2016 noviembre
Visualiza por un momento tu mente llenándose de gotas, como una botella de cristal… y el goteo no cesa hasta que el agua se desborda.
Si la imagen te resulta familiar, significa que conoces la sensación de acumulación emocional. Tal vez lo llames estrés u opresión. ¿Qué es estrés? ¿Es acumulación física? ¿Es acumulación emocional? Es importante percibir y reconocer que estás saturado para poder deshacerte de este peso..
¿Cómo identificamos la acumulación emocional?
Cuando nos sentimos agotados y mentalmente saturados, necesitamos parar. Es como si estuviéramos poniendo una gran carga en nuestra mente. La angustia y la falta de claridad mental indican que hemos acumulado pensamientos, emociones y dudas que no podemos liberar. Es necesario dejarlos ir para respetar la mente y recuperar el equilibrio.
Después de meses de responsabilidades y preocupaciones, las vacaciones son el momento de desconectar, pero nos damos cuenta de que hay algo que no nos permite relajarnos. Es evidente que sufrimos de acumulación emocional y, posiblemente, también afecta a nuestro cuerpo.
La acumulación no es exclusiva de los adultos. Muy a menudo hay pacientes de 40 años y de 10 años que, a pesar de la diferencia de edad, expresan una ansiedad similar. Para ambos, el tratamiento va en la misma dirección: identificar la acumulación y gestionarla.
Acumular en la mente: ¿tiene un límite?
Nos preguntamos por qué percibimos nuestra mente como una botella de vidrio que se llena sin descanso y sin darnos aliento; surge otra pregunta lógica: ¿tiene límite esta acumulación emocional?
Para algunas personas el límite sería ponerle un tapón a la botella, pero controlar la acumulación emocional no nos libera del estrés, al contrario, nos ahoga y podemos estallar como lo haría la botella sin espacio disponible.
No tenemos varias mentes para llenar como botellas y, lo más importante, la acumulación es inútil. ¿Por qué queremos expandir la acumulación indefinidamente? La respuesta de muchos pacientes a esta pregunta es "No sé, pero estoy harto".
Tipos de saturación por acumulación mental
Podemos estar hartos porque hemos acumulado emociones de varias formas:
- Saturación que cambia nuestro estado de ánimo.
- La que sobrecarga nuestro cuerpo: músculos, articulaciones y órganos vitales.
- La acumulación que nos dirige a un colapso mental y emocional, que nos bloquea y no nos permite reflexionar para pensar y actuar.
En resumen, nuestras capacidades físicas y cognitivas se ven perjudicadas cuando estamos saturados. Es hora de encontrar una salida adecuada.
Formas de relajar la mente y deshacerse de la acumulación.
La gestión del estrés producido por la acumulación consiste en encontrar salidas que vacíen la botella. La gestión no tiene nada que ver con el control. Es necesario descargar poco a poco la carga mental para afrontar y manejar con motivación el trabajo y las relaciones personales.
Estas vías de descompresión emocional son como burbujas. Pequeñas caladas que aligeran y calman el estrés. Un excelente escape es reírse con personas que comparten nuestro sentido del humor.
La actividad física también nos ayuda a eliminar acumulaciones emocionales. Correr, caminar, nadar o, especialmente en el caso de los niños, jugar al fútbol, patinar o cualquier actividad que les guste (y que no sea elegida por los padres).
La compañía de nuestros seres queridos y amigos, que podemos disfrutar durante los almuerzos (o meriendas en el caso de los niños), nos conecta con sensaciones placenteras. En este sentido, crear un espacio de consuelo mental con nuestra pareja o un consuelo sentimental entre el niño y la familia nos hace sentir acompañados y valorados.
Comunicación eficaz contra el estrés de saturación
En un estado de acumulación emocional solemos sentirnos solos e indefensos. Si reflexionamos sobre lo que nos lleva a la saturación mental y al estrés, veremos que existe una presión social por ganar más o disfrutar de un mejor estatus, sacar mejores notas o hacer muchas cosas bien.
En esta sociedad tan competitiva deberíamos preocuparnos por gestionar nuestras emociones y mejorar la comunicación con los demás sentirse amado y comprendido. Este sentimiento de pertenencia a un grupo puede evitar que caigamos en la acumulación emocional.
Al prevenir el estrés, también cuidamos nuestra salud física y mental. Evitemos las enfermedades y creemos una sociedad más sana y feliz.
