En una sociedad en la que nos bombardean con estímulos externos, cambiar de enfoque y conocernos será fundamental para criar niños felices y empáticos.
Última actualización: 25 de febrero de 2022
¿Es difícil criar niños felices? A raíz del nuevo rol social de la mujer, es curioso constatar la presencia de un nuevo fenómeno que casi podría calificarse de “síndrome de la mala madre”.
La mujer de hoy no solo aspira a tener una buena carrera profesional, a ser independiente económicamente, a tener una pareja que la entienda y un grupo de amigos de confianza.
Dentro de este círculo complejo, también hay niños. Las personas más importantes de su vida, pero a las que, de alguna manera, tiene la sensación de que no está dedicando tanto tiempo como le gustaría.
Es entonces cuando surgen las dudas: "¿Soy una buena madre?". Esto lleva en ocasiones a la mujer a padecer lo que se ha denominado síndrome de la mala madre.
Hoy la maternidad ha dejado de centrarse exclusivamente en la figura de la mujer. Los roles han cambiado y esto es ciertamente positivo. Sin embargo, la figura materna sigue siendo considerada un eje vital en la crianza. De ahí las dudas e inquietudes.
¿Cómo podemos criar niños felices en medio de esta sociedad exigente, donde normalmente no tenemos todo el tiempo que deberíamos?
Ofrecemos algunas estrategias que pueden ayudar a padres, educadores oa una madre que erróneamente piensa que no es una "buena madre".
Consejos para criar niños felices
1. Ayúdalos a decidir
Es posible que no podamos dedicar todos los tiempo que nos gustaría. A veces no podemos llegar a casa a tiempo para ayudarlos con sus deberes o para salir a caminar juntos. No importa.
Aun así, no dejemos que los niños se encierren en sus habitaciones, no dejemos que la televisión, el ordenador o los videojuegos “saquen” el poco tiempo que podemos compartir de la mejor manera: hablando.
Mantenemos una charla diaria con ellos con tranquilidad y cercanía.. Esto le permitirá conocer sus inquietudes y deseos.
Si tienen un problema, no se lo solucionemos, ofrecemos estrategias y consejos para que lo hagan ellos mismos. Para educar niños felices, primero hay que hacerlos responsables, dándoles los medios para afrontar los pequeños problemas cotidianos.
Hazlo con amor, cuidando, pero ofreciéndoles autonomía. Si están equivocados, no los culpe y no los castigue.
Ayúdalos y enséñales que en la vida también hay fracasos y que todo hay que aprenderlo. También necesitan aprender a manejar el importante concepto de frustración.
2. Ofrecerles autonomía dentro de unos límites
La educación comienza desde el momento "cero" del nacimiento. Ambos padres deben ponerse de acuerdo sobre qué pautas educativas aplicar, definir qué se permitirá, qué horarios establecer, qué prohibir y qué negociar.
Los niños deben saber desde temprana edad que existen límites en el hogar, como en la sociedad ser respetados, y cuanto antes lo sepan, más seguros se sentirán, porque sabrán qué esperar en todo momento. Una vez que se establezcan las reglas, ofreceremos derechos y también se negociarán y discutirán.
También es importante ofrecer a los niños una autonomía adecuada en según su edad. Así se sentirán capaces y seguros de sí mismos, ya que siempre recibirán nuestro apoyo y orientación en todo momento.
Ofréceles siempre tu confianza, habla antes de castigar, escúchalos antes de regañarlos y habla, habla todo lo que puedas con ellos. Nunca deben verte como un enemigo.
La autonomía es un factor clave en la educación de los niños. Con el paso de los años sentirán que apreciamos su forma de pensar y querrán tomar sus propias decisiones. Será bueno dejar que comprueben si su decisión es correcta o incorrecta.
Muchos padres, por miedo a que sus hijos sufran, suelen ser sobreprotectores sin darse cuenta de que reducen su capacidad de aprendizaje.
3. Nunca intentes recuperar el tiempo que no puedas pasar con ellos
Es un error que cometen muchos padres hoy en día. Al no poder pasar con sus hijos todo el tiempo que nos gustaría, acaban premiándolos con un regalo, un juguete, ese videojuego que siempre piden, la tablet, el móvil… Es un gran error.
Los niños no aprecian los regalos tanto como pensamos. Y más si lo usamos como chantaje, porque acaban entendiendo muy bien la estrategia.
Por lo tanto, debemos ser claros: no hay nada que compensar. Los padres trabajan y es normal, cada uno en la familia tiene una función y un papel, no debemos compensarlos con "objetos" porque no estamos en casa.
Compénsalos con la "calidad" de vida. Que el tiempo que pasemos con ellos sea siempre el mejor, el más sincero.
No dudes en jugar, hablar, cocinar, pasear juntos… Apaga el teléfono y ríete con tus hijos, sin preocuparte de si eres o no el padre “perfecto”. Hay mil formas de ser un buen padre y todas sirven para criar niños felices.
4. Inteligencia emocional para criar niños felices
Educar a nuestros hijos desde pequeños en inteligencia emocional será sin duda un acierto. Este último, como lo describe Daniel Goleman, “es el capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos, motivarse, gestionar correctamente las emociones en nosotros y en las relaciones”.
Conclusiones
La escuela enseña matemáticas, inglés, geografía, música, educación física, etc. Pero no existe un tema llamado "inteligencia emocional". Enseñar a nuestros hijos a tener un contacto saludable con sus emociones y las de los demás les brindará la oportunidad de gozar de una buena salud emocional.
En una sociedad donde somos bombardeados con estímulos externos, cambiar de enfoque y conocerse será fundamental para crecer en paz y armonía.