El nacimiento de un hijo tiene el poder de transformar la vida de toda la familia y desencadenar procesos emocionales que, si no se gestionan, pueden afectar la relación de pareja. Mostramos cómo prevenir o hacer frente a las crisis.
Última actualización: 07 de febrero de 2022
El nacimiento de un bebé cambia la vida, sin importar si el embarazo fue inesperado o planeado. En ambos casos, la rutina cambia de forma drástica e irreversible. En ausencia de una adecuada gestión emocional, la convivencia puede resentirse, por eso Las crisis matrimoniales después del primer hijo son frecuentes..
Cabe recalcar que es posible evitarlo y que, sin embargo, las complicaciones mencionadas no se desencadenan en todos los casos. No obstante, no hay duda de que la paternidad ejerce presión sobre el vínculo de la pareja.
El cansancio, la falta de comunicación y todos los cambios que suceden en un tiempo récord suelen acabar afectando a la relación. A la gestión adecuada de la situación ayudará a restaurar el orden y el bienestar.
¿Cómo se manifiesta la crisis de pareja tras el primer hijo?
La crisis es en muchos casos se caracteriza por continuas discusiones, conflictos, reproches y una dinámica negativa que se intensifica cada vez más. Otras veces hay un progresivo distanciamiento y frialdad entre la pareja.
En ambas situaciones, el deterioro del vínculo es evidente y esto puede resultar en tristeza, ira, insatisfacción y dificultad para ejercer el rol parental.
No podemos olvidar que el bienestar de los niños está íntimamente relacionado con el de sus padres; si los adultos experimentan dificultades emocionales no estarán en las mejores condiciones para establecer un sano vínculo de apego con el niño.
desafortunadamente Las crisis de pareja pueden llevar a una ruptura o durar años., perjudicando la calidad de vida de toda la familia. Conocer las causas y abordarlas desde el principio es sin duda la mejor alternativa.
Causas de la crisis de pareja tras el primer hijo
Presentamos a continuación los principales factores que contribuyen a la crisis de pareja tras el nacimiento del hijo. Como ves, todos están relacionados con las necesidades de la nueva situación.
Procesos personales
El primer motivo es individual, ya que convertirse en padre o madre desencadena una serie de procesos internos de gran importancia.
Las mujeres experimentan importantes desequilibrios hormonales. lo que puede afectar significativamente su estado de ánimo; Además, el cuerpo ha cambiado y la recuperación puede ser difícil de sobrellevar.
Por otro lado, asume una gran responsabilidad y la identidad se transforma para adoptar un nuevo rol. Esto puede conducir a la incertidumbre, el miedo, la confusión y la culpa.
En el caso del padre ocurren procesos psicológicos similares, a lo que se suma la necesidad de forjar un vínculo con el hijo en un menor tiempo. A medida que la mujer comienza a vincularse durante el embarazo, puede ser más complicado para el hombre.
También es posible que el padre se sienta desplazado por el estrecho vínculo entre madre e hijo y no reconoce su papel en la nueva dinámica.
Nueva rutina
La vida diaria cambia por completo con la llegada de un hijo, que se convierte en una prioridad. Se modifican los horarios, las actividades se centran en las necesidades del recién nacido y los ritmos anteriores resultan inadecuados.
Este cambio de vida puede ser difícil de afrontar, ya que implica en cierta medida el abandono de las preferencias personales y los tiempos individuales para centrarse en el bienestar del niño y la familia.
Estrés y división de tareas.
La división de deberes es uno de los principales motivos de discusión en la pareja, y tras la llegada de un bebé cobra mayor relevancia. Tal vez habían llegado a un acuerdo que complacía a ambos, pero con el nacimiento de un hijo esto necesariamente tendrá que cambiar.
El cuidado del niño y el hogar deben combinarse y esto no siempre se logra de forma natural y equitativa. En consecuencia, pueden surgir frustraciones y resentimientos.
El cansancio y la falta de tiempo entre las causas de la crisis de pareja
Il el tiempo de torsión se reduce drásticamente en términos de cantidad y calidad. Los padres tienen poco tiempo libre y casi siempre están agotados.
Esto reduce los espacios dedicados a la intimidad y el disfrute de la pareja y puede conducir en muchos casos a un distanciamiento cada vez mayor.
¿Cómo prevenir y afrontar la crisis de pareja tras el primer hijo?
Teniendo en cuenta que la crisis de pareja tras la llegada del primer hijo es una posibilidad y no una certeza, es mejor saber cómo prevenir su aparición. O, si ya está presente, tome medidas para restaurar la situación.
De cualquier manera, puede ser útil tener en cuenta y aplicar las siguientes recomendaciones:
- Prepárate antes de dar a luz. Esto implica ser consciente de los cambios que se producirán, los retos que se presentarán y cómo afrontarlos. Hablar con expertos o conocer las experiencias de otros padres puede ser muy útil.
- Anticipando las dificultades. Puede ser útil definir la rutina y las tareas respectivas después de la llegada del bebé. Quién se ocupará de cada aspecto y cómo será la distribución. Obviamente, todo debe ser flexible y puede modificarse según las necesidades reales del momento individual; sin embargo, establecer algunas pautas generales evitará futuras discusiones.
- Forjar el espacio y el tiempo personal. No es fácil cuando te conviertes en padre, pero es fundamental para el bienestar psicológico. Organizarse les permite a ambos disfrutar de un tiempo para ustedes todos los días y todas las semanas. De esta forma, tus energías se recargarán y podrás dedicarte a tus tareas con un espíritu renovado.
- Pedir ayuda. No siempre es posible hacerlo todo; en estos casos, no tiene nada de malo pedir ayuda, ya sea a familiares y amigos oa profesionales.
- Cultivando el tiempo de pareja. Una hora cada noche para hablar a solas o disfrutar de una película, una cita mensual o una escapada romántica pueden marcar la diferencia para proteger el vínculo de la pareja.
Es posible superar la crisis
Es importante recordar que la crisis de pareja tras la llegada del primer hijo es un momento de transición y que, por intenso e incierto que sea, pasará.
En este momento, la comunicación puede ser el mejor aliado: te permite compartir tu estado de ánimo, transmitirle a tu pareja lo que deseas y, al mismo tiempo, comprender sus necesidades.
Entendiendo al socio e actuar en equipo es clave para salir fortalecidos del primer año de paternidad. Deja a un lado el silencio, el orgullo y los reproches, opta en cambio por una comunicación sincera y asertiva basada en el amor que te une. ¡La Unión hace la fuerza!