Última actualización: 18 agosto 2015
Y cuando menos te lo esperas, cuando crees que todo va mal, que cada detalle de tu vida se hunde, de repente sucede algo inesperado...
Federico Moccia
Cuando menos te lo esperas encuentras la fuerza interior, te levantas, decides vivir de verdad y quieres vencer. Porque después de la tormenta siempre hay calma, no hay excepciones a esta regla.
Cuando menos lo esperes, encuéntrate a ti mismo, empieza a ser la persona que siempre has querido ser, haz lo que siempre has querido hacer, deja de preocuparte por posibles decepciones, y toma el camino que siempre has querido tomar.
La prisión más grande es tu mente.
Creo haber aprendido una pequeña verdad, que el mundo te quiere rápido para que siempre llegues a tiempo, te quiere rápido, para recordar solo el sonido de tu paso. Es por eso que cuando realmente te das cuenta de que no vas a ninguna parte… ¡Entonces aceleras! (3msc)
Se trata pues de una cuestión de comprensión que la vida no consiste en correr, sino en caminar con calma, poder aprender de cada momento pasado, por malo que sea, porque cada momento tiene algo que decirnos.
Ciertamente, vivir es complicado, pero resistir el vaivén de nuestro barco con la marea alta es aún más difícil. Sin embargo, recuerda que no hay caminos imposibles de cruzar: si nos caemos mil veces, tendremos que y podremos levantarnos mil y una veces.
Un día, de repente, comenzarás a ganar tus batallas.
Tarde o temprano, todas las piezas encajarán. Hasta ese momento, ríete durante la confusión, vive el momento y recuerda que todo sucede por una razón.
Se fuerte, resiste y lucha sin miedo, porque las cosas te parecerán más difíciles si dejas de intentarlo ysobre todo, la vida es HOY, no mañana.
Lo bueno de tocar fondo es que no puedes caer más, solo puedes tomar el empujón para subir a la superficie. La solución es mirar siempre hacia arriba, empujar con fuerza y emerger.
Créalo y, con el impulso adecuado, lo conseguirá: todo el mundo es capaz de volver atrás, gracias al instinto de supervivencia.
Si sientes que estás en el fondo del abismo, lo correcto es no mentirte a ti mismo, sino admitir y aceptar lo que te sucede., no niegues nada y comprende que tu tristeza te está diciendo que decidas sanar tus heridas emocionales.
¡El sol siempre vuelve a brillar!
Y de repente, aquí sucede, algo hace clic, y en ese momento sabes que las cosas están a punto de cambiar, de hecho ya han cambiado. A partir de ese momento, las cosas nunca volverán a ser iguales... Nunca más. (3msc)
Sufrimos más de lo debido por cosas que no tienen solución. Pasamos la vida anhelando la estabilidad y el orden, pero no nos damos cuenta de que nada es inmóvil: todo lo que construimos se destruye, las personas que amamos se van, lo que poseemos se pierde, etc.
Aceptar que nuestra vida está en constante movimiento es el camino correcto para encontrar el empujón que necesitamos para salir del abismo y flotar, para ver el sol. Nos hemos caído y nos hemos hecho daño, pero ahora somos capaces de sanar nuestras heridas, de perdonar y de perdonarnos a nosotros mismos.
Es muy importante tratar de evitar el colapso, porque tocar fondo nos asusta mucho. No debemos dejar que el barco vaya a la deriva, nunca debemos estar satisfechos o dejarnos influenciar por los demás. Se necesita coraje, pero si pones tu corazón en ello, tendrás éxito.
Derriba los muros que tienes delante y un nuevo horizonte se abrirá ante ti. Cambia tus anteojos, y contemplarás la vida de otra manera.
Cuando escuchas el eco desesperado del vacío, puedes sentir que la vida te susurra que resistas, porque entonces serás feliz, pero ahora es el momento de ser fuerte.
