Muchas personas renuncian voluntariamente a tener pareja, muchas veces por pereza. En las siguientes líneas te explicamos las posibles razones.
Última actualización: 20 de marzo de 2022
Si llevas mucho tiempo soltero, es común recibir presiones: “¿Todavía no has encontrado a nadie?”, “¿Cuándo decides formar una familia?”, “¿No te asientas?”, “Mira el tiempo pasar…”. Si a pesar de estas presiones externas, la idea de salir con una persona te provoca rechazo, no estás de luto ni esperando a la persona adecuada, simplemente no quieres tener pareja.
Es normal sentirse no solo confundido, sino también juzgado porque parece que la búsqueda de un alma gemela es obligatoria. Las personas que nos rodean pueden insistir en presentarnos a alguien, crear un perfil en un sitio de citas o intentar presentarnos a nuevas personas.
La persona puede incluso preguntarse si hay algo mal con ellos. Si este es tu caso, ahí estás. te invitamos a explorar algunas posibles explicaciones.
Razones por las que no quieres tener pareja
Si bien la vida en pareja es socialmente deseable, la soltería tiene varios aspectos positivos. Quizás muchos de estos motiven a mantener el estado sentimental actual.
Libertad y autonomía
A falta de pareja, se pueden tomar decisiones con total autonomía. No habrá ocasiones en que sus propios deseos sean incompatibles o inconsistentes con los de la otra persona.
Por supuesto, en las relaciones saludables, nadie debe perder su libertad. Del mismo modo, sin embargo, también es necesario saber hacer concesiones a favor del sindicato, indirectamente del otro.
No quieres tener pareja para mantener tu independencia.
Especialmente como resultado de relaciones en las que la pareja quería controlar, no tener que dar explicaciones es una condición muy valorada. Si estás con amigos y quieres pasar más tiempo con ellos, puedes hacerlo fácilmente.
Estar solteros nos permite no tener que darnos cuenta de adónde vamos, con qué vamos, con quién o por qué realizamos determinadas acciones. Asimismo, no hay responsabilidad por un compromiso emocional.
No querer pareja: desventajas
Aunque algunas personas deciden voluntariamente permanecer solteras, en otros casos rechazo en forma de orden de deseo es solo una mascara.
Inseguridad y baja autoestima.
Construir vínculos saludables es complicado cuando pensamos que no valemos nada. Las relaciones de pareja saludables son generalmente simétricas. Si uno de los dos piensa que no puede ofrecer nada, es poco probable que la relación se mantenga fuerte.
Esto se debe a que la persona sentirá que tiene una deuda creciente con la pareja o porque se desarrollará una dependencia emocional que acabará por asfixiar el vínculo.
Cuando la autoestima flaquea, la idea de buscar pareja puede provocar un vértigo absoluto. En estos casos es extremadamente difícil compartir los sentimientos, ya que se espera rechazo por baja autoestima. Tal expectativa puede convencer a la persona de que es mejor no intentarlo.
Bloqueos emocionales derivados de experiencias pasadas
¿Relaciones traumáticas, dolorosas y dañinas? ¿Vínculos marcados por la incertidumbre y las preguntas que nos han dejado vacíos? Los bloqueos emocionales son una posible consecuencia de esto.
En estos casos es común interiorizar la idea de que una relación es sinónimo de constante sacrificio, sufrimiento y abnegación. No quieres una pareja para no caer en ese escenario, y mucho menos si has conseguido cierta independencia y felicidad.
Miedo al compromiso
Si no quieres tener pareja, quizás la motivación esté en el miedo al compromiso no identificado. Esto se manifiesta como miedo a quedar atrapado en la relación ya que carece de libertad y autonomía; también se manifiesta como un miedo a tomar la decisión equivocada, aumentando la propia vulnerabilidad al intimar con otra persona.
Conclusiones
Podemos optar por no tener pareja. es nuestro derecho y puede haber varias razones detrás de tal elección.
Sin embargo, también es posible que esto se deba a conflictos personales o emocionales que necesitan ser resueltos y que esta desgana sea solo la alfombra bajo la cual se esconde el sufrimiento. A la luz de esta, vale la pena reflexionar y buscar ayuda profesional si es necesario.