Algunos se enfocan en el trabajo, otros comienzan desesperadamente una nueva relación. Sin embargo, nada de esto sirve para dejar de pensar en la ex, la persona que terminó la historia y que sigue presente en la mente y el corazón. ¿Por qué pasó esto?
Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 15 2022 noviembre
¿Por qué a menudo no puedes dejar de pensar en tu ex? Ha pasado un mes, luego seis meses y hasta un año, pero la mente siempre vuelve a esa persona, a esa relación terminada que de alguna manera condiciona nuestro presente.
¿Por qué pasó esto? ¿Qué mecanismo psicológico nos impide pasar página y seguir adelante? ¡Ojalá pudiéramos presionar un botón y borrar el sufrimiento e incluso ciertos recuerdos a voluntad!
Poder amortiguar la intensidad del recuerdo y evitar que esa persona ocupe nuestros pensamientos de una forma tan invasiva, dolorosa... ¿Por qué hay amores que parecen anclados al cerebro? Todo lo que hacen es dirigirnos hacia un estado mental obsesivo y agotador.
Todos tenemos la sensación de no poder terminar una relación. Los mensajes que nos siguen enviando, ávidos de una respuesta, un "visto", por lo menos.
Hasta que, sin poder aceptar la situación, seguimos revisando a diario las redes sociales del ex, sufriendo con cada foto y pensando que sigue adelante con su vida, iniciando nuevas relaciones. ¿Qué hacer para salir de este círculo vicioso?
¿Por qué parece imposible dejar de pensar en el ex?
"Ayúdame a dejar de pensar en mi ex". Muchas personas acuden a terapia con esta necesidad reconociendo que han alcanzado un nivel extremo de fuerte apego y obsesión.
Estas son situaciones en las que es difícil incluso levantarse por la mañana e ir a trabajar., sin mencionar salir con amigos. A veces el recuerdo hace que todo sea imposible, trabajar, disfrutar de momentos de ocio y pensar en proyectos de futuro.
Hay quienes tratan de desviar la atención iniciando nuevas actividades, como deportes o quizás iniciando un curso de autoayuda. Otros inician una nueva relación en un vano intento de olvidar. También están quienes encuentran consuelo en el alcohol, las drogas u otras conductas igualmente peligrosas y autodestructivas.
Todo esto ya nos da una pista de cuál podría ser la respuesta a la pregunta: “¿Por qué no puedo dejar de pensar en mi ex?”.
Estas situaciones surgen el mismo mecanismo psicológico de una adicción. El cerebro orquesta los mismos mecanismos que aquellos que no pueden dejar de fumar o probar suerte con el juego.
El amor es a veces como una máquina tragamonedas
La metáfora no es muy poética, pero no deja de ser ilustrativa. Hay amores que se convierten en obsesiones y que nos hacen actuar como un adicto que va todos los días frente a una máquina tragamonedas.
Entonces, una de las razones por las que no podemos dejar de pensar en el ex es el circuito de recompensa activado por la dopamina en el cerebro. Cuando la relación va bien, los niveles de este neurotransmisor son estables. Nos sentimos satisfechos, sentimos seguridad, placer y bienestar.
Sin embargo, cuando se produce la ruptura, la producción de dopamina y norepinefrina se reduce drásticamente, por lo que inmediatamente sentimos una sensación de alarma y desesperación. En otras palabras, entramos en el conocido síndrome de abstinencia.
Para acabar con esta "adicción", debemos huir, interrumpir contactos, dejar de revisar redes sociales, borrar el número del primero Cuanto más nos exponemos o buscamos formas de acercarnos a la persona, más reforzamos la adicción, el síndrome de abstinencia, por ende el sufrimiento.
Ansiedad por separación: ¡Te amo tanto ahora!
La antropóloga Helen Fisher ha pasado décadas estudiando la mecánica del amor (y la abstinencia del amor). De la eterna pregunta de por qué la gente a menudo no puede dejar de pensar en su ex, está surgiendo un nuevo fenómeno llamado "atracción de la frustración".
Son situaciones en las que la separación y la ruptura despiertan una verdadera obsesión. A su vez, de la obsesión surge una idealización de lo perdido y un mayor apego. La propia Helen Fisher lo describe así: “La ansiedad por separación es como un cachorro lejos de su madre: corretea, ladra y gime”.
Por otro lado, el estudio realizado en la Universidad de Graz (Austria) nos dice que esta actitud es más común en los hombres. Lo normal es que sigan viendo al ex de forma positiva e incluso conciban que es posible reiniciar la relación.
Las mujeres, en promedio, tienden a enfocarse en los aspectos más negativos para reconfirmar la distancia y el fin del vínculo.
¿Qué podemos hacer en estos casos?
Cuando una relación termina, lo más adecuado es racionalizar las causas que motivaron la ruptura.
En esta perspectiva, si la otra persona ha decidido terminar la historia, significa que ya no nos quiere y ya está. algo que debemos aceptar cuanto antes.
el dolor emocional
Ethan Ross, profesor de la Universidad de Michigan, realizó una investigación en la que demostró que el cerebro interpreta el rechazo social y la ruptura de pareja de la misma forma que una quemadura.
En otras palabras, el dolor emocional que sufrimos es similar al dolor físico. Esto también explica por qué es tan difícil para nosotros seguir adelante y dejar de pensar en nuestro ex.
El apego, los recuerdos y la incapacidad de aceptar la realidad alimentan esos estados de ánimo en los que el dolor, lejos de disminuir día a día, al contrario, se intensifica.
¿Qué hacer para dejar de pensar en el ex?
Toda ruptura importante tiene que pasar por el dolor. Una fase en la que dejar espacio al sufrimiento, para luego desahogarlo.
La aceptación es esa etapa en la que nos separamos de los viejos recuerdos para crear otros nuevos. Comenzar una nueva etapa con nuevos proyectos y nuevas metas es siempre la mejor opción.
No dudes en pedir ayuda experta si te das cuenta de que te es imposible seguir adelante, cura la herida y, sobre todo, aparta a los que ya no piensan en ti.