Varios estudios nos advierten: demasiados compromisos no son buenos para la salud física y mental
Última actualización: 23 septiembre, 2020
Los demasiados compromisos que asumimos, en el ámbito laboral, familiar o social, muchas veces nos llevan a llegar agotados al fin de semana.. Uno de los peores aspectos es la falta de espacio para nosotros mismos, de momentos de relajación o descanso: tiempo para disfrutar de nuestra compañía.
Estos son los resultados de los "súper compromisos", un hábito negativo que acaba por minar nuestra salud. Por eso hoy te damos este consejo: evita demasiados compromisos y dedícate, ante todo, a ti mismo.
Estamos convencidos de que si no participamos en todas las reuniones, iniciativas o salidas de los grupos a los que pertenecemos, si defraudamos a los demás, acabaremos quedando al margen. Si esta situación comienza a pesar y crear malestar, es importante detenerse y pensar y reducir la velocidad.
Hacer demasiados compromisos y no saber estar solo
Estar siempre presente ante todo puede denotar falta de asertividad; a veces decir "no" nos hace sentir mal, incluso cuando obviamente es la opción más saludable. La tendencia a estar en todas partes también podría estar ligada a la necesidad obsesiva de complacer a los demás o al miedo a estar a solas con nosotros mismos.
Varios estudios nos advierten: las reuniones sociales en las que participamos superan en número a las que hacían nuestros padres. En lugar de aprovechar el tiempo libre para la ociosidad o para descansar, en definitiva, para desconectar del estrés, lo agravamos por conformismo o descuido de nosotros mismos.
La calidad de vida de una persona es directamente proporcional al grado de compromiso que adquiere consigo misma, independientemente de la actividad que realice.
Debemos ser nuestra prioridad
¿A quién queremos complacer haciendo demasiados compromisos? ¿Nosotros mismos o los demás? Responder a esta pregunta con total sinceridad nos salvará de un montón de estrés y, por tanto, de malestar.
Primero, comprométete contigo mismo cuando te inviten a participar en actividades, reuniones e iniciativas de ocio.
A veces necesitamos priorizarnos y saber decir "no". No siempre podemos cumplir con las expectativas de los demás y dejar de lado las nuestras. Ciertamente no se trata de aislarnos o distanciarnos de conocidos y amigos, sino de mantener vínculos sanos, con suficiente espacio para nosotros.
Los compromisos más importantes son los que hacemos con nosotros mismos. Siempre tenemos dos opciones: respetarlos o disipar nuestros miedos.
¿Demasiados compromisos o estrés del tiempo libre?
El tiempo libre es necesario para ser feliz y sobre todo sereno. El cerebro necesita desconectarse unas horas, dejar de funcionar. Los pasatiempos son una buena manera de divertirse y descansar. Sin embargo, El tiempo libre también puede convertirse en fuente de estrés, inseguridad, deberes y compromisos.
El psicólogo holandés Ad Vingerhoets, profesor de la Universidad de Tilburg, decidió analizar un problema personal suyo: solo se enfermaba los fines de semana. Entonces preguntó a otras personas si les pasaba lo mismo y algunas dijeron que sí. La mayoría de ellos caían enfermos durante las vacaciones de verano, en Navidad o los viernes.
Por su parte, la psicóloga María Jesús González, sobre este tema afirma que “no estamos ante una enfermedad real. Es una alteración pero no bien tipificada, por lo que no existen terapias específicas”. Sin embargo, ahora es bien sabido que el estrés también debilita el sistema inmunológico. El síndrome del ocio es solo otra forma de nombrar uno de los subtipos de ansiedad.
Como quizás todos hemos experimentado, para disfrutar del tiempo libre debemos ser realistas con nosotros mismos y con las actividades que somos capaces de realizar. Necesitamos diseñar un horario sensato y no recolectar activos. Finalmente, nunca olvides los beneficios de los momentos de completa ociosidad, el llamado "dolce far niente". Comprométete contigo mismo.
