¿Alguna vez has sufrido de disforia postcoital en tu vida? Quizás la solución a esta dolencia esté en un conocido antidepresivo.
Última actualización: 17 de febrero de 2020
Quienes padecen disforia poscoital sienten una enorme tristeza tras la relación sexual, comparable a una depresión. La duración de este estado puede variar desde unos pocos minutos hasta unas pocas horas.
Anna confiesa que tiene sexo con su esposo aproximadamente tres veces por semana. En al menos dos de estas ocasiones, se siente muy triste después de terminar el coito. Anna no puede explicar el significado de este estado de profunda tristeza que la invade.
Le gusta tener relaciones con su esposo, por quien se siente muy atraída, por ello no logra comprender por qué, una vez terminada la relación, siente un profundo vacío interior. Una sensación que puede durar incluso un par de horas.
Sentirse triste después de las relaciones sexuales
Lo que Anna siente tiene un nombre; los especialistas la llaman tristeza poscoital y es una disforia posterior al acto sexual, que no debe confundirse con depresión. Este último, sin embargo, puede ser una consecuencia de la disforia poscoital.
Algunos expertos en sexología sostienen que el motivo de esta tristeza radica en que el acto sexual satisface solo nuestra parte biológica y no la emocional. Una consideración que no responde definitivamente a la pregunta de por qué padeces este trastorno.. De hecho, podría ser simplemente la reacción de algunas personas a la acumulación de excesos bioquímicos después del orgasmo.
El Dr. Richard A. Friedman, profesor de psiquiatría clínica y director de una clínica psicofarmacológica, se ha interesado recientemente por este tema debido al elevado número de pacientes que, en los últimos años, fueron a su clínica porque padecían este trastorno.
El primer paciente fue un joven de 25 años que, tras tener relaciones sexuales, necesitó un día completo para recuperarse de la tristeza.. Su salud era excelente (tanto mental como física) y no tenía mayores problemas en otras áreas de su vida.
Como comenta el médico, “podría haber dado una explicación muy simple para el trastorno. Podría haberle dicho al paciente que estaba usando el sexo para ocultar sus conflictos internos o que sus sentimientos hacia su pareja eran ambivalentes. En cambio no he encontrado una cierta explicación.. Por muy real que fuera su dolor, le dije que no sufría de un problema que requiriera tratamiento”.
¿Cuál es la causa de la disforia poscoital?
Varios estudios han demostrado que hay una fuerte disminución en la actividad de la amígdala durante el orgasmo. La amígdala es un área del cerebro que se ocupa del procesamiento de estímulos como el miedo.
Recientemente, Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers, utilizó la resonancia magnética para examinar el circuito neuronal que se activa en las personas enamoradas. Los resultados de este estudio permiten afirmar que al ver una foto de la pareja se produce una activación cerebral en el circuito de neuronas dopaminérgicas.
Esto quiere decir que además de causar placer, el sexo disminuye las ansiedades y los miedos. La pregunta que nos hacemos es por tanto la siguiente: ¿es este centro de actividad el causante de la disforia? ¿Alcanzar una liberación neuronal tan alta podría provocar un estado de tristeza consecuente?
Según otros estudiosos, la disforia poscoital en cambio tiene que ver con mejora de la pareja al final del sexo. En algunos casos, esta mejora genera una sensación de vacío interior. Por mucho que algunas personas anhelen el acto sexual, poco después se afligen porque no le encuentran sentido.
Esta carencia puede deberse a haber mantenido relaciones sexuales por obligación hacia la pareja o para compensar una carencia afectiva. Según el psicólogo Raùl Carvajal “hay una compensación biológica que deja insatisfecha nuestra parte emocional. Creo que tiene que ver con el contexto en el que vivimos, en el que muchas veces nos vemos empujados a hacer todo rápido, solo por hacer”.
La disforia poscoital se puede tratar con medicamentos
El Dr. Friedman, convencido de que este trastorno puede ser causado por la actividad de la amígdala, sugiere tomar unas dosis de fluoxetina, un conocido antidepresivo, como solución.
Sus pacientes admiten que, a pesar de una disminución del placer durante las relaciones sexuales y una disminución de la libido provocada por el antidepresivo, finalmente dejaron de sentirse tristes. Quizás, los problemas sexuales no siempre esconden un trastorno psicológico.
Sin embargo, no deja de ser cierto que el órgano sexual más importante del ser humano es el cerebro. El sexo será también el acto físico por excelencia, pero la tristeza tiene raíces profundamente fisiológicas. En cualquier caso, sea cual sea la causa de la disforia poscoital, está claro que este fenómeno es real y aún no se ha encontrado una respuesta a todas las preguntas al respecto.