Última actualización: 03 de diciembre de 2016
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas son incapaces de encontrar soluciones a los problemas y otras, en cambio, se adaptan fácilmente a las diferentes situaciones?
La respuesta está en que las personas se relacionan entre sí de manera diferente según sus expectativas, experiencias pasadas, valores y estados emocionales personales. En este sentido, las personas flexibles interactúan mejor con los demás y de forma más saludable.
La rigidez cognitiva es una característica de las personas que no se atreven a cambiar de opinión y son incapaces de aceptar nuevas ideas alternativas. Por el contrario, hay personas con una mente crítica, abierta y que reconocen el cambio. Según el psicólogo Walter Riso, la fuerza del pensamiento flexible radica en que, a pesar de los obstáculos, te permite reinventarte y ser flexible a los acontecimientos de la vida sin quejarse.
Riso sostiene que una persona con actitud crítica, justa e integral tiene un estilo de vida abierto y saludable, genera menos estrés, más felicidad y menos violencia. No solo vivirá mejor, sino que también contribuirá al bienestar de su comunidad.
Las personas rígidas son más propensas a desarrollar depresión
Las personas de mente rígida solo seleccionan lo que está en línea con sus pensamientos e ignoran la información contradictoria.. No tienen en cuenta los matices, por lo que insisten en ceñirse a sus opiniones, lo que dicen o hacen hasta el extremo, incluso la evidencia demuestra que están equivocados. Vienen a mentir, insultar y despreciar para tener razón y no sucumbir a la incertidumbre que les daría estar equivocados.
Las mentes rígidas y absolutistas experimentan los cambios como una debilidad y prefieren evitar todo aquello que no esté de acuerdo con su pensamiento, por ello. corren el riesgo de desarrollar ciertos trastornos, como la depresión. Estas personas sacan conclusiones sin tener suficiente información y se sienten obligadas a actuar, en cierto sentido, sin profundizar ni escuchar la opinión de sus oponentes.
Son personas que piensan que quien no está de su lado o no piensa como ellos está en su contra. Esta forma de pensar está alimentada por el miedo a descubrir que están equivocados y darse cuenta de que su vida se basa en creencias falsas. Tienen un miedo extremo a perder la confianza de los líderes, de los más sabios o más lúcidos., de no poder o estar preparados para afrontar las exigencias que conlleva un cambio.
El poder de las mentes flexibles
Las personas de mente flexible se destacan porque cambian su forma de pensar de manera gradual e identificable. Son equilibrados, justos, respetuosos con los demás y siempre tratan de evitar la exclusión. No flaquean ante pensamientos superficiales e inconscientes que suelen conducir a una espiral de negatividad y sufrimiento.
Las personas flexibles tratan de liberarse de las obligaciones y los “deberes”, de los automatismos irracionales que se alimentan de pedidos inflexibles a sí mismos, a los demás, al mundo en general. Rechazan cualquier forma de autoritarismo o totalitarismo individual.
La neurociencia nos dice que podemos cambiar la forma de pensar creando nuevas conexiones neuronales en el cerebro al fortalecerlas con nuestro pensamiento. Por esta razón, el verdadero cambio de mentalidad reside en el cerebro y en las neuronas que usamos para pensar y comportarnos de ciertas maneras.
Como resultado, las mentes flexibles ven la vida desde diferentes ángulos, aceptando el hecho de que a veces pueden estar equivocados, en cambio, las mentes rígidas ven su patrón de pensamiento como único.
Todos nos equivocamos al juzgar a una persona a primera vista y este se ha convertido en uno de nuestros mejores amigos. Si esta persona siguiera pensando en la opinión que inicialmente teníamos de ella, utilizaría una forma de pensar rígida y absolutista que no se correspondería con la realidad del presente.
A las personas mentalmente rígidas les cuesta perdonar y aceptar su responsabilidad o parte de la culpa en los problemas, por lo que solo pueden ver falsedades donde hay segundas oportunidades.
