El afecto perfecto tolera los defectos.

El afecto perfecto tolera los defectos.

El afecto perfecto tolera los defectos.

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 14 de diciembre de 2021

El afecto perfecto es posible, y esa perfección está en tolerar los defectos, vivir fuera del mundo ideal de Disney, entregarse incondicionalmente, idealizaciones y responsabilidades ciegas.

No es un afecto a medias ni un afecto adictivo, agresivo, pasivo o victimario. Esto sin duda constituye un gran desafío. Es difícil construir un amor que esté más allá de la idealización o que, al menos, dé un peso ponderado a las expectativas.



Es importante subrayar que cuando hablamos de defectos a tolerar, no nos referimos al maltrato, agresión o cualquier otra conducta destructiva: son actitudes intolerables y totalmente condenables.

Enamorarse significa amar las cosas en común, amar significa enamorarse de las diferencias

Enamorarse significa amar las cosas en común, pero amar significa enamorarse de las diferencias. Definimos el amor estable como el amor verdadero, lo justo para ir más allá del enamoramiento y llevar la relación hacia la aceptación.

Los defectos que podemos tolerar son pequeños errores o diferentes hábitos (por ejemplo, no sacar la basura a tiempo, dejar la ropa tendida, dar prioridad a otras cosas cuando son de poca importancia, dejar el dentífrico abierto, etc.).

La combinación de desacuerdos no puede definir una relación, de lo contrario hablaremos de una pesadilla. A la hora de elegir con quién compartiremos el resto de nuestra vida, es importante pensar detenidamente qué es saludable y qué no lo es.

Si este análisis no se hace correctamente, probablemente habrá fallas fatales en la estabilidad del sentimiento y la relación.

El afecto perfecto: cada intercambio forma la pareja

En muchos aspectos, el conflicto de pareja se basa simplemente en diferentes hábitos y/o prioridades. En este sentido, debemos hacer un esfuerzo para que estas distinciones sean conciliables.



¿Porque? Porque no hay mejor visión que otra en asuntos que no dañan nuestro interior ni nuestras expectativas a largo plazo. Dónde dejamos los calcetines no es un tema relevante ni de fundamental importancia.

En el amor debemos hablar de igual a igual. Esto significa que debemos tomar conciencia de la obligación de tolerar manifestaciones con las que no estamos de acuerdo y que no son básicas.

De algun modo, las experiencias compartidas nos construyen como personas involucradas en un sentimiento. Este es el verdadero compromiso, el afecto perfecto. Para mantenerla, debemos examinar constantemente nuestras necesidades desde el principio, evitando atribuir la responsabilidad de nuestro malestar a los defectos que contemplamos en la pareja.

Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, persisten en el tiempo y no se rompen con facilidad. Amar a alguien por su belleza no es amor, es enamoramiento. Amarlo por su inteligencia no es amor, es admiración. Sin embargo, el afecto perfecto, en cambio, te permite amarlo sin saber por qué, esto es amor verdadero.

Digamos que el tiempo construye el amor de dos personas que trabajan, aceptan y obtienen sus respectivas diferencias y peculiaridades. Esto va más allá de enamorarse, creando la magia de la aceptación mutua incondicional entre dos individuos.

El afecto perfecto equilibra nuestros impulsos por dentro y por fuera. Es el núcleo que mantiene en funcionamiento la maquinaria de nuestros proyectos compartidos. La fuerza más intensa e invencible es la que nos une a la comprensión, a la aceptación.

Esto incluye aprecio y gratitud, respeto por la persona y el espacio personal, libertad, confianza y comunicación. De esta forma se podrá hablar de proyectos compartidos, de la alegría de estar al lado de la persona amada y de la generosidad.


¿Porque? Porque vivimos en un mundo donde las relaciones de pareja son cada vez más conflictivas porque buscamos la perfección sin darnos cuenta de que somos, por naturaleza, imperfectos.


Teniendo esto en cuenta, nos daremos cuenta de que sólo el amor imperfecto dado por el afecto perfecto puede salvarnos de la infelicidad. Y afortunadamente lo es.

No hay una combinación perfecta. De hecho, ser una “buena pareja” no significa no tener problemas, sino saber cómo solucionarlos. Amar significa, de alguna manera, estar enamorado de las respectivas diferencias. Ver las cosas buenas y malas de nuestra pareja sin anestesia.


Amar y ser amado es lo más hermoso del mundo: así encuentras la ternura, la armonía, la confianza, la sinceridad, el valor, tú y yo, el mañana es para siempre y yo soy feliz si tú lo eres. Porque donde hay amor, el corazón escucha su música favorita.

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