La relación de pareja necesita más compromiso que sacrificios. Abandonar todo lo que nos define y que es importante para nosotros para complacer a nuestra pareja significa perder nuestra identidad.
Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 15 2022 noviembre
El amor requiere más esfuerzo y menos sacrificios. En cambio, hay muchas personas que están convencidas de que el verdadero amor requiere continuas concesiones y sacrificios. Y, cuanto más grandes sean, más auténtico será el vínculo. Adoptar esta premisa puede llevarnos a construir relaciones unilaterales autorizadas para el abuso emocional y la pérdida de identidad.
No es cierto que en el amor todo está permitido. Graham Greene decía que todos nacemos con una idea noble y auténtica del amor, pero por el camino acabamos haciendo un mal uso de ella. Es el modelo clásico de amor romántico que forma parte de la educación sentimental común. Durante mucho tiempo se nos ha hecho creer que el amor rima con el dolor.
Hemos entrelazado tanto la idea de afecto con la de sacrificio que estos dos ingredientes se convierten en un sistema de medida del amor verdadero. Mirar a través de este prisma, sin embargo, nos lleva a considerar el sentimiento como una especie de divinidad atávica que exige dolorosos sacrificios si queremos considerarnos verdaderamente dignos de su amor.
No hay necesidad de llegar a estos extremos. Aunque, por supuesto, una relación puede requerir sacrificio en algunas situaciones, esta no puede ser la norma. El verdadero amor se alimenta, ante todo, del compromiso. Debe ser una fuente de realización diaria, nunca una pira donde se puedan quemar sueños, identidades y valores.
"Le dimos formas reales a un fantasma, invención de la mente ridícula, e hicimos un ídolo, sacrificamos nuestro amor en su altar".
-Gustavo Adolfo Becquer-
El amor requiere más esfuerzo y menos sacrificio: el secreto es el equilibrio
A veces los sacrificios son necesarios. En algunos casos esperamos que nuestro socio dé ese paso tan importante: dejar tu ciudad o país para empezar una nueva vida con nosotros, cambiar de trabajo, posponer un proyecto. En algunos momentos, en efecto, es necesario recorrer kilómetros, salir de casa, arrancar raíces, reprogramar el futuro, trazar nuevos mapas de vida.
Estas decisiones, sin embargo, deben surgir siempre de nuestra voluntad.. Y, además, nunca debemos entenderlos como una oportunidad perdida, sino como un beneficio. La percepción de haber ganado algo debe superar el sentimiento de pérdida. En otras palabras, el sacrificio debe vivirse como un acto para soldar un vínculo, una decisión valiente que subraya nuestro compromiso.
El sacrificio, sin embargo, no nutre la relación si trae sufrimiento. En este caso sientes que has perdido algo, y esta experiencia tiene un costo. Estudios en el campo de la psicología, como el realizado en las Universidades de Toronto y Berkeley, nos ofrecen algo de reflexión:
- A menudo subestimamos el gran impacto que pueden tener estas dinámicas. Las continuas concesiones y renuncias erosionan nuestro tejido emocional e incluso nuestra identidad.
El precio emocional de las continuas renuncias
El Departamento de Psicología de la Universidad de Berkeley realizó este estudio durante tres años. Participaron 80 parejas con el objetivo de evaluar el impacto del sacrificio dentro de una relación.
- La mayoría de las personas que aseguraban haber realizado sacrificios a favor de su pareja tendían a “ocultar” el costo emocional de cualquier concesión o renuncia.
- No expresar el costo emocional de estas decisiones a menudo el compañero consideró el gesto como normal o hecho voluntariamente. No dudó, por tanto, en pedir otros sacrificios con el tiempo.
- Las personas acostumbradas a darse por vencidas sin darse cuenta del costo emocional tienden a experimentar frustración, problemas de autoestima e infelicidad.
El amor requiere más esfuerzo y menos sacrificios. En el caso de que sea necesaria nuestra renuncia a favor de la persona amada, debemos hacerle entender claramente que nuestro gesto tiene un costo emocional y personal. Aprendemos a expresar los sentimientos y registrar las consecuencias de cada decisión que se toma en la pareja.
El amor requiere compromiso, pero no se mide en sacrificios
Una relación necesita más compromiso que renuncia, lo sabemos. Sin embargo, siempre existe la idea de que el amor y el sacrificio van de la mano.. A menudo elegimos guardar silencio sobre el peso de nuestros sacrificios. O, incluso, llegamos a racionalizar estas concesiones pensando que es mejor para nosotros, que es lo correcto.
Puede pasar, por ejemplo, que te convenzas de que dejar tu trabajo estuvo bien. O que esa casa, esa amistad, ese proyecto, esa pasión, esa costumbre no nos sirvió porque, al final, lo que importa es el amor. Este razonamiento puede valer un mes o incluso un año.
Pero llegará el momento en que la balanza ya no estará equilibrada. Llegará el día en que sentiremos que las pérdidas serán mayores que las ganancias y surgirá la frustración si no el odio. Un odio hacia esa persona por la que hemos decidido olvidarnos de nosotros mismos.
Amar no significa normalizar el sacrificio. Cada vínculo debe favorecer el crecimiento personal y no impedirlo. Por eso se necesita más esfuerzo que sacrificio. Una vez que esto se establezca, podemos hacer lo que sea necesario para mejorar la calidad de la relación. Pero debemos poner un límite muy preciso: no hacer nada que pueda traicionarnos.