Última actualización: 20 de enero de 2016
¿Las personas felices sonríen más o son más felices las personas que sonríen?
La respuesta es que ambas afirmaciones son verdaderas. Cuando somos felices o nos sentimos felices, estamos más en sintonía con lo bueno y lo bello. tenemos alrededor y este estado de ánimo se refleja en nuestro rostro con una sonrisa.
Es curioso saber que sucede lo mismo a la inversa: cuanto más sonríamos, aunque al principio sea forzado, más felices nos sentiremos.
“Nunca olvides sonreír, porque un día sin una sonrisa es un día perdido”.
-Charlie Chaplin-
Sonreír mejora nuestro estado de ánimo
Un experimento realizado por Fritz Strack demostró que sonreír nos ayuda a estar más inclinados al buen humor.
En este experimento, se mostraron algunos dibujos animados divertidos a dos grupos de personas. En un grupo, las personas leen mientras sostienen un lápiz entre los labios, para hacerlos sonreír, mientras que el otro grupo mantiene una expresión neutral.
Los resultados mostraron que los que sonreían antes de leer las caricaturas las encontraban más divertidas; por lo tanto, era más probable que estuvieran de buen humor.
La explicación de este fenómeno radica en que, cuando nuestro cerebro percibe que los músculos faciales sonríen, lo interpreta como una señal de felicidad, independientemente de la causa, y luego se sintoniza con estados de ánimo positivos.
Por si fuera poco, la mente funciona “por tendencias”. Cuando estamos tristes o enojados, en general, interpretamos lo que nos sucede de una manera más negativa y tendemos a recordar y pensar en eventos negativos. Cuando, en cambio, estamos felices, nos lo tomamos todo con más calma e identificamos recuerdos y pensamientos más positivos.
Esto significa que "Obligar" a sonreír puede ser una buena manera de inducir a nuestro cuerpo a encontrar un estado de ánimo más alegre que también alimenta sonrisas.
Esta es solo una de las razones por las que la sonrisa es el primer paso hacia la felicidad, pero hay más.
Las sonrisas son contagiosas
Vivimos en un mundo estresante en el que continuamente entramos en contacto con muchas personas, pero, en la práctica, las ignoramos: el panadero, el conductor del autobús, el médico, el cajero del supermercado, etc.
En estas situaciones cotidianas, ser amable y mostrar una sonrisa puede ser un cambio sutil, pero, a la larga, muy importante. De esta forma, un encuentro insignificante se convierte en placentero.
Las neuronas espejo nos empujan a imitar el comportamiento de los que tenemos delante. Esto es exactamente lo que sucede cuando estamos frente a una persona agresiva y, automáticamente, nos ponemos a la defensiva.
Si vamos por la vida con una sonrisa, lo más probable es encontrar a alguien que nos devuelva la sonrisa y los gestos amables, lo que aumenta la sensación de bienestar y paz interior.
No es casualidad que una de las primeras cosas que aprenden los recién nacidos es devolverle la sonrisa a su madre oa las personas que los rodean.
Estamos programados para interpretar las sonrisas como símbolo de seguridad y devolverlos, estableciendo así un vínculo que dice “este es un ambiente seguro, donde no hay que estar a la defensiva”.
Un pequeño gesto, como una sonrisa, puede significar el impacto definitivo en el clima que se establece entre las personas.
“Si a veces no te dan la sonrisa que esperabas, sé generoso y ofrece la tuya. Nadie necesita tanto una sonrisa como quien no sabe sonreír a los demás”.
-Dalai Lama-
La sonrisa es el primer paso hacia la risa.
No hay nada más divertido que un bebé riendo. Si alguna vez has visto uno, te habrás dado cuenta de que incluso el adulto más serio no puede evitar sonreír e incluso terminar riendo a carcajadas cuando un bebé lo hace.
La risa, como la sonrisa, es una forma de comunicar además de ser una demostración de felicidad. a los demás que estamos en un ambiente seguro y amigable.
Saber reírse de las circunstancias y de uno mismo es fundamental para no hundirse en los propios problemas y encontrar la manera de salir a la superficie cuando sentimos que nos hundimos.
Una carcajada en el momento adecuado puede acabar con los momentos más tensos. Reír rompe las barreras de la infelicidad y nos acerca a la felicidad.
“La risa es como un tónico, un alivio, un remedio para aliviar el dolor”.
-Charlie Chaplin-
No es solo porque nos sentimos bien cuando reímos, sino también porque la risa une. De las tardes de risas surgen muchas buenas amistades, y una de las cosas más importantes en una relación es saber reír juntos. Si lo piensas bien, uno de los primeros juegos que juegas de niño es el de las cosquillas, con la intención de hacerte reír.
Reír con alguien establece un vínculo, y los lazos, las buenas relaciones en las que nos sentimos cómodos, son el elemento más indispensable para ser felices.
Siempre que puedas, entonces, pinta una sonrisa en tu rostro; esto no solo te hará más feliz a ti, sino que también transmitirá alegría a los demás y, quién sabe, quizás inicies una nueva amistad.