El carro de las emociones

    El carro de las emociones

    El carro de las emociones

    Última actualización: 19 de marzo de 2015

    “Una niña pequeña caminaba con su padre cuando éste se detuvo repentinamente en medio de una curva en un camino. 

    Después de un breve silencio, le preguntó a su hija:

    -¿Qué sientes, niño?

    La niña prestó atención afilando sus oídos. Unos segundos después, respondió: 

    -Papá, escucho el sonido de un carro acercándose.

    -Muy bien- respondió el padre, -tienes razón, se acerca una carreta vacía.



    La niña, asombrada, preguntó:

    -¿Cómo sabes que es un carrito vacío si aún no lo has visto?

    Entonces el padre respondió: 

    -Es muy fácil entender cuando un carro está vacío, por el ruido que hace. Cuanto más vacío está, más ruido hace. 

    La pequeña se hizo adulta y cada vez que se encontraba con una persona asumiendo lo que poseía, tenía la impresión de escuchar la voz de su padre diciendo: 

    -Cuanto más vacío está un carro, más ruido hace". (cuento popular)

    En este punto, trate de visualizar el carro.

    Podríamos suponer que cuanto más vacío esté el carrito, más bonita quizás la imagen que tenemos. 

    Lo imaginamos grande, perfectamente limpio, con cascabeles en los laterales, colores vivos, sin un mínimo de polvo o suciedad. Como si hubiera olvidado su propósito o el propósito para el cual fue creado. Lo imaginamos soberbio que sigue su camino haciendo mucho ruido.


    Lo mismo sucede con las personas. Cuanto más vacíos están por dentro, mayor es el ruido de su presencia, como si tuvieran sonajeros que repican anunciándolos..

    Las personas sin alma, sin riqueza interior, enmascaran sus carencias con palabrería vacía, se llenan las manos de objetos de valor, pierden el tiempo en cosas triviales porque quieren sentirse válidas por dentro.


    Avisan cuando llegan, como un regimiento de caballería, porque su mayor temor es que no nos demos cuenta de su presencia.

    Tal vez su carrito esté tan vacío que quieran llenarlo a costa del nuestro. Y estos robos de energía son muy sutiles, pero pueden dañar gravemente nuestra carga..

    Protégete de esta gente. Aprende a identificarlos, así como el padre del niño podía distinguir un carrito vacío por el ruido que hacía. El equilibrio es esencial

    Suponiendo que no queremos ser personas con un carrito vacío, el siguiente paso es decidir qué queremos poner en él. ¡Pero ten cuidado! No lo llene demasiado, de lo contrario, es posible que la tabla no soporte el peso y se rompa.

    Puedes elegir con qué llenar tu carrito, sin olvidar que la belleza está en la armonía del conjunto.

    No lo cargues demasiado, piensa en el espacio. Poner en las emociones correctas y necesarias. El bienestar reside en el equilibrio.

    Cuídate de traer amor, felicidad contigo. la tristeza, la sorpresa, el dolor. Las emociones básicas son necesarias. Ninguno de ellos puede existir sin los demás. Para que uno se desarrolle, los otros cuatro deben estar incluidos.

    - Me encanta ser grande.

    - Alegría de compartirlo..

    - Tristeza para apreciar la felicidad..

    , Sorpresa para soñar despierto.


    - Dolor para seguir.

    Las emociones esenciales pesan mucho, por lo que el carro hará mucho menos ruido.


    Asegúrese de incluir también las emociones que desperdician su energía, como los celos, la envidia o el resentimiento.. Su presencia te hará abrir los ojos a la autenticidad de las verdaderas emociones. Si quieres aligerar el peso, no dudes en deshacerte de él.


    No olvides llevar siempre contigo lo más importante de todo: la humildad. La humildad es lo que distingue un carro lleno de uno vacío y ruidoso. No dejéis que la soberbia os haga sitio en la carreta, porque la humildad construye, la soberbia destruye.

    No lleves quince amigos a bordo, trae uno que valga veinte. Alguien que te ayude a sentir amor, felicidad y sorpresa, y te eche una mano cuando estés triste o afligido. No desperdicies espacio innecesariamente.


    Los trofeos y medallas que hayas ganado déjalos en el suelo. Desconéctate de él. El peso excesivo podría hacer que se tambalee e incluso que se desvíe.. Los verdaderos objetivos se guardan en el corazón, así que deshazte de las copas.

    De esta forma, tu carrito estará lo más completo posible.. Al ser tan silencioso, es probable que se cree un aura de misterio y que los transeúntes quieran comprobar qué llevas tan callado, qué tesoro se esconde en tu carrito.

    Permitirles descubrir tus secretos es un signo de verdadera humildad.. Paradójicamente, su carrito será el más bonito de todos.

    No vivas para notar tu presencia, sino para sentir tu ausencia.

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