Para proteger nuestras relaciones, el afecto no es suficiente. El sentimiento que no se convierte en acción es inútil, no llega y no nutre. Necesitamos acciones valientes y corazones comprometidos, capaces de comprender que amar significa proteger y también remediar los propios errores.
Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 15 2022 noviembre
Dejar ir, saber cerrar capÃtulos, distanciarse de ciertas personas y situaciones, todo esto requiere valentÃa. El coraje de proteger, amar, correr para cubrirse y aferrarse a los que amas..
No es una tarea fácil, pero los mecanismos del corazón no permiten improvisaciones. Son necesarias acciones bien pensadas para dar siempre lo mejor de nosotros.
Un viejo proverbio dice que las personas tropiezan más a menudo con la lengua que con los pies. Y es una gran verdad: precisamente asà acabamos perdiendo a los que amamos, y lo hacemos con un lenguaje inapropiado y con palabras nunca pronunciadas, asfixiados por el orgullo o por un descuido inaceptable.
Proteger las relaciones es primordial para la felicidad, pero nadie es un experto en el tema y muy a menudo cometemos errores torpes de los que nos arrepentimos toda la vida.
Amar significa proteger y proteger significa saber estar presente con acciones, intenciones, emociones y comportamientos. Todo ello sin duda necesita grandes dosis de inteligencia emocional y también de empatÃa.
El coraje de proteger, de amar… No basta con intentarlo, hay que demostrarlo
En una de sus fábulas, Esopo dijo que todos somos valientes desde la distancia correcta. Es ese amigo que se detiene para echar una mano en tiempos de necesidad. Es ese compañero que es capaz de superar todos los miedos e inseguridades para darse un gusto total y audaz.
Dicho esto, está claro que no necesitamos héroes. En el tema del cariño no queremos ni necesitamos que nos salven, pero esperamos que lo intenten, que la determinación y el coraje se fundan para demostrar, proteger, amar, correr a resguardo…
Sentimos el deseo de tenerlos a nuestro lado gente que entiende que el cariño debe construir cobijo cada dÃa en el que sentirse amado y apreciado.
El coraje toma muchas formas, pero solo una vale más que las otras
El coraje tiene muchas facetas. Está la de aquellos que finalmente superan sus miedos y logran salir de su zona de confort. probar lo que vale y buscar su lugar en el mundo. Está la de las personas que dejan de lado una situación que obstaculizaba su bienestar para recuperar el control de su vida y de su identidad. Por otro lado, encontramos personas valientes en muchas profesiones. Los que arriesgan su vida para salvar a otros, por ejemplo.
Aunque la valentÃa se expresa de infinidad de formas, su naturaleza es una sola: nace del amor y del apoyo, no del puro egoÃsmo de quien busca fama, gratitud o cualquier otro tipo de refuerzo externo. .
Valientes son aquellos que no se dejan intimidar por las barreras para ayudar a los demás. Valientes son aquellos que actúan impulsados ​​por sus valores, atreviéndose a transformar su realidad para alcanzar el bienestar. Porque es bueno tenerlo claro, el amor pasa por el afecto, la protección, la capacidad de remediar.
Cuidar la relación con nosotros mismos, de ese vÃnculo que tenemos con nuestro ser, es la única manera de poder dar siempre lo mejor a quienes nos rodean.
El coraje de proteger las relaciones que nos importan
Nuestra presencia es una herramienta poderosa para ayudar a los demás. Pocas acciones dejan huella como demostrarle a esa persona que tenemos delante que realmente estamos ahÃ. Que el tiempo se detiene cuando estamos juntos y que nada importa más que ella en ese preciso momento.
Lo que sucede en el momento presente compartido es importante para nosotros y para ello nos entregamos por completo; para ello tratamos de hacernos oÃr con todas nuestras fuerzas. Estar ahà para el otro con nuestra presencia, nuestras emociones, nuestras palabras y nuestra voluntad es la base de las relaciones humanas. Necesitamos dar sentido a ese momento a través de la mirada, el instinto protector y sobre todo comunicando.
El coraje de saber apreciar lo que amas
Cuando valoramos lo que tenemos, el mundo entra en un estado de calma. No queremos nada más y nada nos falta porque todos nuestros huecos se han llenado de bienestar, gratitud y cariño.
En el momento mismo en que tomamos conciencia de la plenitud de nuestra vida y de que la felicidad se limita a las acciones más triviales ya la vez más preciosas.
Amar, proteger, remediar… De esto está hecho el sentido de satisfacción en el universo de las relaciones y esta es una demostración de coraje puesta en marcha por aquellos que están satisfechos con sus relaciones afectivas.
Apoyar a los que amamos, tener el coraje de protegernos siempre de cada palabra que decimos, de cada decisión y de enmendar nuestros errores, es parte del camino a la felicidad.