El perfil psicológico de las personas que interfieren en las relaciones de los demás.

El perfil psicológico de las personas que interfieren en las relaciones de los demás.

Todos tenemos una opinión. Es aconsejable saber cuándo comunicarlo y cuándo guardar silencio. De hecho, cuando se trata de asuntos personales como las relaciones, lo más sensato es no expresar su opinión, a menos que se solicite.

Desafortunadamente, hay personas que no solo dan su opinión, sino que interfieren en la relación, causando daño. Estas personas no solo creen que tienen derecho a juzgar la relación, sino que pueden difamar o sembrar discordia al destruir la relación.



Hay muchas formas de involucrarse en una relación. No siempre en forma de ataques directos a la persona, muchas veces se lanzan dardos venenosos continuamente. Las personas entrometidas, por ejemplo, pueden señalar todas las necesidades que nuestra pareja no satisface por completo. O pueden decirnos que estamos invirtiendo demasiado en esa relación o recordarnos que merecemos algo mejor. Lanzan una guerra de desgaste en la que el objetivo es socavar la relación atacando su valor.

La tendencia a sabotear las relaciones entre amigos y familiares.

Un grupo de psicólogos de las universidades de California y Azusa Pacific analizó el perfil psicológico de las personas que intentan sabotear las relaciones ajenas. Estos investigadores pidieron a 1.206 personas que pensaran en un amigo que estaba actualmente involucrado en una relación romántica que no les agradaba o desaprobaba. Luego debían indicar con qué frecuencia interferían en la relación de esa pareja y finalmente, completar un cuestionario de personalidad.

Más tarde, reclutaron a otras 2.180 personas y les pidieron que seleccionaran a un miembro de la familia que estuviera en una relación que no les gustaba. Los participantes también indicaron cuántas veces interfirieron en la relación y completaron una prueba de personalidad.

Los psicólogos encontraron que las personas con una mayor tendencia a interferir en las relaciones de sus amigos o familiares compartían dos rasgos de la "tríada oscura" de la personalidad.



¿Qué es la tríada oscura?

En 2002, los psicólogos Delroy Paulhus y Kevin Williams excavaron en las mentes de quienes comúnmente se describen a sí mismos como "malas personas" y descubrieron una serie de características comunes que llamaron la "tríada oscura de la personalidad". Ese núcleo oscuro de la personalidad está formado por narcisismo, psicopatía y maquiavelismo.

Específicamente, las personas que intentan sabotear las relaciones románticas de quienes les rodean comparten dos rasgos: el narcisismo y la psicopatía.

La persona narcisista se caracteriza por el egoísmo y una constante necesidad de reconocimiento y admiración por parte de los demás. Creen que son especiales y necesitan atención constante, por lo que pueden sentir celos de ese "otro" que les quita el amor a su amigo o familiar.

Por ello, tienden a creer que tienen derecho a interferir en las relaciones de las personas que integran su círculo de confianza: sus amigos más cercanos y familiares. En cierto sentido, "se sienten capacitados para afectar negativamente las relaciones que no les gustan", como explican los investigadores. Las personas narcisistas creen que "saben lo que es mejor para los demás" y se sienten con derecho a destruir las relaciones que pueden eclipsarlos.

Por otro lado, las personas con rasgos psicopáticos se caracterizan por su entumecimiento emocional y falta de empatía. Este rasgo los convierte en manipuladores por excelencia de los sentimientos de los demás.

“Las personas con tendencias psicopáticas pueden disfrutar de interferir negativamente en la relación de un amigo o familiar porque dañan a la pareja romántica que no les agrada. El daño sufrido por un ser querido se considera simplemente daño colateral ”, según los investigadores.


Estas personas también carecen de culpa y actúan impulsivamente. No dudan en evitar códigos morales o éticos para lograr sus objetivos.



Sin embargo, conviene aclarar que estas personas no padecen un trastorno de personalidad, solo tienen los llamados rasgos de personalidad acentuados. Es decir, pueden tener una tendencia narcisista o psicopática más marcada que otros, pero sin caer en la psicopatología.

¿Cómo reaccionar ante las personas que se entrometen en las relaciones?

La relación depende de los dos. Si desde el exterior notamos que una persona se entromete demasiado en la intimidad, es importante reaccionar con prontitud, pero con precaución.

En primer lugar, debemos preguntarnos si su perspectiva es válida. En última instancia, la participación emocional en una relación puede evitar que veamos ciertos comportamientos tóxicos que podrían dañarnos. Por tanto, es importante reflexionar sobre la posible veracidad de sus comentarios.

Pero si pensamos que el objetivo de esa persona es sabotear una relación equilibrada, saludable y satisfactoria, es importante ponerle fin antes de que sea demasiado tarde. Es mejor ser franco, sin ser grosero, pero con cuidado de no dejar espacio para futuras interpretaciones o interferencias.


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