Última actualización: 21 2016 noviembre
El poder de la mente reside en el cerebro que, como cualquier otro órgano del cuerpo, necesita cuidados para no deteriorarse. El cerebro es el verdadero "centro de operaciones" del pensamiento que, a su vez, afecta a todo el cuerpo. Cuidar el cerebro, por tanto, significa también preservar la salud física y mental.
Aunque el cerebro es un órgano fundamental, en realidad la ciencia sabe muy poco al respecto. Sin embargo, se ha recopilado suficiente información para comprender qué acciones ayudan a preservar este órgano y, en consecuencia, el poder de la mente. A continuación te desvelamos 6 actividades para cuidar este gran tesoro del cuerpo.
Para preservar el poder mental, cuida los oídos.
Se ha demostrado que la audición está estrechamente relacionada con las capacidades mentales. Una investigación realizada en el Reino Unido ha establecido que la pérdida de audición implica una reducción de la materia gris en el cerebro. Esto resulta en una reducción de las capacidades cognitivas.
Cuidar los oídos también significa proteger las capacidades mentales. Debes saber que 15 segundos de música a todo volumen son suficientes para causar daño auditivo. Incluso el uso de un secador de pelo durante un día compromete algunas células pequeñas que ayudan a captar los sonidos.
Confía en tus habilidades
A todos nos ha pasado que entramos en una habitación y olvidamos por qué entramos (la razón desaparece de nuestra conciencia) o, de la nada, olvidamos una tarea importante o no encontramos las palabras correctas. Esto puede suceder a cualquier edad y por diferentes razones. Lo malo es que muchos ven estos síntomas como una señal de que su poder mental se está deteriorando.
Es por esto que estas personas comienzan a adoptar "ayudas" para esta supuesta deficiencia. Llevan consigo un cuadernillo donde anotan cualquier cosa para no olvidar nada o evitar exponerse a situaciones que pongan a prueba sus habilidades cognitivas. En realidad, en lugar de ayudar, estas estrategias pueden empeorar la situación. Lo mejor es esforzarse siempre, tener confianza en uno mismo y, si es necesario, hacer ejercicios de memoria para mejorar esta función.
Cuida la nutrición y el peso.
Las grasas y los azúcares son enemigos de nuestras capacidades mentales. Los primeros porque aumentan el nivel de colesterol y por lo tanto el riego sanguíneo al cerebro. La segunda es porque pueden alterar la producción de insulina y contribuir a la formación de placas peligrosas en el cerebro. La obesidad en sí también ralentiza todas las funciones corporales.
No se trata de obsesionarse con la llamada “alimentación saludable”. Es bueno darse algún placer de vez en cuando, pero en general se debe seguir una dieta baja en azúcares y grasas. Un estudio realizado en Estados Unidos reveló que una persona que sigue la dieta mediterránea tiene una potencia mental equivalente a la de una persona 7 años más joven.
Socializar: un secreto para preservar el poder mental
Las personas que se mantienen socialmente activas tienen un 70% menos de probabilidades de sufrir deterioro cognitivo. Esto se debe a que el ser humano es sociable por naturaleza y siempre necesita de los demás para estimularlo, desafiarlo, obligarlo a ver otros puntos de vista o sortear relaciones humanas.
Si quieres proteger y preservar tu poder mental, no hay nada mejor que abrir las puertas a la conversación con los demás, ir a fiestas siempre que sea posible y no aislarse. Además de ser una buena manera de cuidar el cerebro, también es una gran fuente de satisfacción.
Que la actividad física se convierta en un hábito
Podríamos llenar un libro entero con solo la lista de beneficios para la salud de la actividad física. Son realmente muchos. No estamos diciendo que hay que convertirse en deportistas profesionales, y sobre todo no de la noche a la mañana. Lo importante es adoptar una rutina de ejercicios y seguirla día tras día.
La actividad física mejora el estado de ánimo, permite que el cuerpo se oxigene y es el mejor alimento para el cerebro. También se ha demostrado que la actividad física aumenta las capacidades cognitivas: los niños que van andando al colegio sacan mejores notas. Los adultos que salen a caminar todos los días sienten más lentamente las consecuencias del paso del tiempo. Puedes comenzar con una rutina ligera y luego aumentar gradualmente la intensidad.