Última actualización: 16 de febrero de 2015
Hace unos días un querido amigo me dijo que "el tiempo pone todo en su lugar". Desde ese momento lo he pensado varias veces, y al final decidí usar este espacio para compartir mis reflexiones. Unos lo llaman Dios, otros Alá, otros Yahvé y otros simplemente creen en ese ente misterioso llamado “karma” que nos juzga desde el más allá. Cada uno cree en lo que le ha indicado su cultura, religión o experiencia de vida.
Sin embargo, ¿qué hay de cierto en esta afirmación? realmente nuestro destino ya esta escrito, dependiendo de lo que nos pase? Creo que esto es en parte cierto, pero no de una manera tan rígida o vinculante. Más bien, creo que somos nosotros mismos, con nuestras acciones, quienes realmente tenemos el poder de hacer que nos sucedan cosas buenas o malas. En mi caso, cuando tuve que pasar por momentos difíciles durante mi infancia, siempre traté de mirar hacia adelante, de conocerme mejor, y aproveché los momentos de crisis de mi vida para darme cuenta de que nadie podía afectar o deformar el mi felicidad. Y, gracias a esto, logré encontrar mi lugar en la vida en parte. Pude redirigir mi camino.
siempre mira hacia adelante
Muchos de ustedes se estarán preguntando cómo podemos asegurarnos de que la vida siempre nos depara momentos y experiencias maravillosas. Obviamente no existe una fórmula mágica que funcione exactamente. Siempre nos va a pasar algo que no nos gusta, y eso no quiere decir que lo merezcamos o que seamos malas personas, nada de eso. Son simplemente momentos que tenemos que superar, crecer como personas y volvernos emocionalmente más fuertes. Cuando lo hagamos, seguramente vendrán tiempos mejores. Tarde o temprano, siempre llegan.
Para que nos sucedan cosas que nos hagan felices, necesitamos ser positivos. La positividad es un arma realmente poderosa que muchas personas ignoran. Si logramos dominarlo, sus resultados nos sorprenderán. Por eso, cuando nos pase algo negativo, intentar buscar una solución rápidamente, para ver inmediatamente el lado positivo. De esta manera ganarás en autoestima y aumentarás tu confianza en ti mismo, porque te habrás arreglado para salir del apuro por ti mismo. Comprenderás que eres fuerte, resolutivo y capaz de hacer frente a cualquier cosa que se interponga en tu camino. ¿Lo ves? La positividad genera otra positividad.
Los favores siempre vuelven
Allo stesso modo, una forma de alimentar este "poder" es ayudando a otros. Si somos capaces de escuchar a las personas cercanas a nosotros y apoyarlos cuando tienen un problema, tratando de ayudarlos a resolverlo, seguro que nos sentiremos mejor con nosotros mismos. Esta es también una forma de aumentar nuestra autoestima, porque nos habremos convertido en mejores personas.. Además, si le haces un favor a alguien, seguro que ese amigo te recordará cuando lo necesites. ¡Tanto para todos!
Si, por el contrario, alimentas solo tu propia negatividad, puedes estar seguro de que solo podrás atraer más. De nada sirve estar tirados en la cama quejándonos y compadeciéndonos (al menos no a largo plazo) ante cualquier dificultad. De hecho, este es el momento adecuado para tomar el toro por los cuernos y enfrentar la realidad tal como se presenta. Cuando lo haga, sin duda podrá ver el lado positivo de lo que le ha sucedido. Así como dice el antiguo proverbio chino: "Cayendo siete veces, levantándome ocho".