Última actualización: 06 2015 noviembre
Se dice que hubo una vez todos los sentimientos y cualidades de los hombres reunidos en un solo lugar del planeta...
Después del tercer bostezo del Aburrimiento, la locura él le hizo una propuesta: "¿Jugamos al escondite?" L'Intrigo enarcó una ceja, intrigado, y allí curiosidad, incapaz de contenerse, preguntó: “¿Escondidas? ¿Y, cómo funciona?"
“Es un juego en el que cierro los ojos y empiezo a contar, del uno al millón, mientras tú te escondes y, cuando termino de contar, el primero que encuentro ocupa mi lugar para continuar el juego”, explicó Madness.
laentusiasmo comenzó a bailar, seguida inmediatamente porEuforia. La felicidad dio tantos saltos que acabó convenciendo al duda e incluso elApatía, a quien nunca le interesó nada. Sin embargo, no todos querían participar, el Verdad, de hecho, prefirió no esconderse. ¿Por qué molestarse? Después de todo, al final siempre miente.
La altivez declaró que era un juego estúpido, aunque en el fondo lo que le molestaba era que no había sido idea suya. Y, como siempre, el Cobardía prefirió no arriesgarse...
“Uno, dos, tres…”, la Locura comenzó a contar. La primera emoción a esconder estaba allí. pereza, quien, como siempre, se dejó caer tras las piedras del camino. Ahí Fede subió al cielo y elInvidia la sombra de la Triunfo, quien con sus propios esfuerzos había logrado trepar a la copa del árbol más alto.
La Generosidad le costaba disimular porque cada lugar que encontraba le parecía perfecto para cada uno de sus amigos: un lago cristalino está hecho especialmente para Belleza; la grieta de un árbol es ideal para el Timidez; el vuelo de una mariposa es el mejor lugar para el Sensualidad; un soplo de viento es perfecto para el Libertad. Por lo tanto, la Generosidad terminó escondiéndose detrás de un pequeño rayo de sol.
laEgoísmoen cambio, encontró de inmediato un lugar excelente, ventilado y cómodo, pero solo para él. Ahí Mentir se escondió en el fondo del océano (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoíris). Y el Pasión y Desiderio se deslizaron en un volcán. En cuanto a Olvido… No recordamos dónde se escondió… pero no es importante de todos modos.
Si bien la locura importaba, laAmore aún no había encontrado dónde esconderse porque todos los mejores escondites estaban ocupados, hasta que vio una rosaleda y, conmovido, decidió esconderse entre sus flores.
“…¡y un millón!”, terminó La Locura y comenzó a buscar. El primero en emerger fue Pereza, que estaba a solo tres pasos de la piedra. Entonces sintió la Fe discutiendo teología con Dios y sintió vibrar la Pasión y el Deseo dentro del volcán.
Por un descuido, encontró a Envidia y, claro, así también dedujo dónde se escondía el Triunfo. El egoísmo ni siquiera tuvo que buscarlo porque salió corriendo de su escondite, que resultó ser un nido de avispas.
Después de caminar mucho tiempo, Locura tuvo sed y, cuando se acercó al lago, vio a Belleza. Con Duda fue aún más fácil porque lo encontró sentado en una valla, indeciso de qué lado esconderse. Así, poco a poco los encontró a todos... Encontró el talento entre la hierba fresca y elansiedad en una cueva oscura, la Mentira detrás del arcoíris (mentira, estaba en el fondo del océano) e incluso logró encontrar al Olvido, que ya se había olvidado que estaba jugando al escondite.
Sin embargo, el amor no se encontraba por ninguna parte.. La locura buscó en cada árbol, debajo de todos los arroyos del planeta, en lo alto de las montañas... Y, cuando estaba a punto de rendirse, vio una rosaleda y sus rosas.
Tomó un palo y comenzó a mover las ramas cuando, de repente, escuchó un grito de dolor: las espinas habían herido los ojos de Amor. La locura no supo qué hacer para ser perdonada, lloró, rogó, se disculpó y hasta prometió convertirse en la guía del Amor ciego.
Desde entonces, desde la primera vez que se jugó al escondite en la Tierra...
El amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.
Dicen que el corazón es un manicomio y que siempre hay lugar para un poco más de locura. Porque por amor somos capaces de todo, de jugarnos la vida ante un abismo y hasta de dar rienda suelta a la propia libertad.
El amor es una locura por un error de cálculo, porque no se puede elegir y porque siempre gana en cualquier juego, aunque a veces salgamos cubiertos de espinas. Porque, como decía el dramaturgo Calderón de la Barca, Cuando el amor no es una locura, no es amor.
Imagen cortesía de Meritxell Ribas