Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 18 de febrero de 2022
Enseñar perseverancia a sus hijos, significa transmitirles un valor, brindándoles un modelo que les hará comprender la importancia del compromiso. Enseñamos a los niños a no agacharse, a no elegir siempre la salida fácil. Esta vital virtud se puede enseñar dando buen ejemplo, pero también a través de juegos, como el famoso efecto Batman, una técnica tan sencilla como desafiante, para enseñar constancia y fuerza de voluntad.
No es fácil transmitir a un niño la fuerza mental y emocional necesaria para ser constante en los compromisos y en proyectos personales para lograr una meta. ¿Cómo se puede hacer esto? La mayoría de los niños de hoy tienen el fascinante mundo digital. La tecnología les ofrece soluciones instantáneas, una salida fácil cuando se sienten aburridos, enojados o simplemente cuando necesitan cierta información.
"Las grandes obras no se hacen por la fuerza, sino por la perseverancia".
-Samuel Jonson
En las escuelas de hoy sucede a menudo que gran parte de los los alumnos de primaria presentan un umbral de atención cada vez más bajo. Son menos pacientes, menos tolerantes a la frustración y manejan sus emociones con dificultad. No se trata en modo alguno de echar toda la culpa a las nuevas tecnologías, pero hay que entender que no representan una prioridad en el ámbito educativo.
En cambio, es acostumbrar a los niños a establecer metas y estar motivados para alcanzarlas. A ser perseverantes, a no dejarse llevar por lo más cómodo, a hacerlos adultos más hábiles, alegres y emprendedores.
La constancia, un valor que se transmite
Un estudio publicado en el Journal of Leadership and Organizational Studies ha destacado un hecho en el que vale la pena detenerse. Los niños que pueden tolerar la frustración y hacer frente a los desafíos mientras se mantienen motivados obtienen mejores resultados académicos y también desarrollan un mejor concepto de sí mismos y una autoestima mucho más fuerte.
No todos se empeñan en querer niños ejemplares, pequeños genios que obtengan resultados superiores a la media, capaces de sobresalir en el ámbito académico. La mayoría de los padres simplemente quieren niños felices, niños y adolescentes con las cualidades personales y afectivas necesarias para superar las adversidades, fijarse sus metas y esforzarse por alcanzarlas.
Mientras tratamos de enseñar a nuestros hijos la resistencia, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- La perseverancia debe enseñarse alrededor de los 2-3 años de edad. Este es el momento perfecto por una razón muy sencilla: es en esta franja de edad cuando los niños empiezan a ser más independientes, comen solos, usan y guardan sus juguetes, se atan los zapatos, etc...
- Para llevar a cabo con éxito las primeras actividades que les comprometen día tras día, deben aprender a asumir responsabilidades, deben estar motivados y ser capaces de hacer frente. No vale la pena darse por vencido en el primer intento.
- En la primera fase de su ciclo vital, entre los dos y tres años de edad, los niños comienzan a desarrollar su propio sentido de la realidad, a definir cómo creen que funciona el mundo.
- Demostrarles que armarse de paciencia para enfrentar las dificultades es un hecho normal y nada raro y que cualquier meta requiere motivación y compromiso para no desanimarse, permitirá a los pequeños construir en su mente una realidad productiva y a la vez satisfactoria.
¿Qué es el efecto Batman para enseñar perseverancia?
El Efecto Batman es una estrategia para enseñar a los niños a ser persistentes que apareció en la revista Child Development. El artículo invita a padres y educadores a ofrecer a sus hijos un modelo a imitar, una fuente de inspiración. Batman, Dora la Exploradora o cualquiera de los nuevos personajes femeninos de Disney.
El efecto batman está recomendado para la educación de niños de entre 2 y 4 años, el esquema a seguir es el siguiente:
- Siempre que los niños se enfrenten a una tarea difícil (atarse los zapatos, armar un rompecabezas, ordenar la habitación, comer solos, vestirse solos), se les debe animar a personificar a un personaje, con frases como: “Ahora eres Batman, y Batman nunca se rinde, ¡estoy seguro de que puedes hacer lo mismo!"
- Los niños tienen que realizar estas tareas de forma independiente, sin ayuda “externa”. Si en algún momento dejan de participar o tiran la toalla, hay que proceder con un nuevo refuerzo, utilizando frases como "Entonces, Batman, ¿cómo estás?". En lugar de llamarlos por su nombre, utilizaremos el del personaje elegido para darle la motivación adecuada y evitar que abandone sus tareas.
“El efecto Batman es ofrecer a los niños un modelo a imitar que sea una inspiración para desarrollar su perseverancia”.
Las estrategias de este tipo invitan a los niños a esforzarse más allá de sus posibilidades, a desarrollar la dosis justa de perseverancia, a descubrir que cada pequeño esfuerzo corresponde al progreso y lo más importante los acercan a la satisfacción personal. Poco a poco se darán cuenta de que son verdaderos héroes, y que con buenos hábitos, motivación y confianza en sí mismos, no hay límites en el horizonte.