Estar en desacuerdo, pero en armonía.

Estar en desacuerdo, pero en armonía.

Tener diferentes opiniones sobre un tema es normal. Por eso es un placer tener personas con las que podemos estar en desacuerdo en algo sin que este desacuerdo desgaste la relación.

Estar en desacuerdo, pero en armonía.

Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.

Última actualización: 15 2022 noviembre

Estar en desacuerdo, poder expresar el disenso, sin cambiar nada es un privilegio. Tener un amigo, pareja o familiar con el que discrepamos en varios temas sin que esto de lugar a discusiones o distanciamientos es un alivio, además de un ejercicio de bienestar. Seamos realistas: no hay nada más difícil que lidiar con las discrepancias que generan emociones negativas.



Si hay algo que odiamos es que nos contradigan. Así, el desacuerdo se presenta como una dinámica altamente problemática. No solo eso: si esta situación se desarrolla dentro de la pareja, generalmente tiene un impacto mayor, incluso más complicado de manejar. Hay quien lo vive de forma amplificada, como si no tener el mismo punto de vista u opinión equivaliera a no ser amado.

Con el tiempo y, sobre todo, con la madurez, nos damos cuenta de que es fundamental tolerar los desacuerdos y aprender de ellos. Si se manejan bien, ayudan a superar muchas situaciones y ganar confianza. Después de todo, las peleas son normales y comunes. No hay nada de malo en ello.

No lo experimentan así los que tienen un ego excesivo y, por tanto, no los toleran; pero también en aquellos que tienen un ego extremadamente sensible y se sienten heridos por cualquier opinión contradictoria, por cualquier crítica a su opinión o creencias.

Que quede claro: estar en desacuerdo sin causar consecuencias devastadoras o un cambio radical es un aspecto en el que todos deberíamos trabajar.



La capacidad de escuchar a una persona inteligente que no está de acuerdo contigo es un talento raro.

-Ken Follet-

El arte del desacuerdo es difícil de aprender.

El arte del desacuerdo saludable es para muchos un talón de Aquiles por razones muy específicas. La razón principal es que uno no puede tolerar que lo contradigan; la segunda, no menos importante, es que somos incapaces de poner en práctica el desacuerdo.

Pero, ¿qué queremos decir con "no saber cómo implementar el desacuerdo"? Queremos decir que algunas personas no tienen el coraje de defender sus puntos de vista.

Hay quienes prefieren permanecer en silencio, en lugar de contradecir a los que les rodean. Por ejemplo, hay quienes optan por consentir y pactar con su pareja, colega, amigo o familiar antes que sorprenderlos con un punto de vista que exprese su disconformidad, con una voz que piense diferente.

Sin embargo, no atreverse a contradecir a alguien y no saber aceptar una opinión diferente a la propia definen el mismo problema: no saber captar el lado positivo del desacuerdo. 

Las 5 formas en que manejamos los desacuerdos

Virginia Satir, trabajadora social y fundadora del enfoque de la terapia familiar, explicó que hay 5 tipos de comunicación en los que nos involucramos cuando nos enfrentamos a una situación de desacuerdo:

  • Hay quienes culpan y ridiculizan. En este tipo de comunicación tenemos a quienes tienden a menospreciar la opinión de la otra persona. Es una comunicación claramente agresiva, que intenta dominar al otro y humillarlo.
  • El o la que se abstiene. En este caso tenemos a una persona que opta por abstenerse a la hora de expresar su opinión si alguien dice algo con lo que no está de acuerdo. En lugar de expresar su desacuerdo y decir en voz alta lo que piensa, se dice a sí mismo que es mejor callarse para no arruinar la relación.
  • Hay quienes usan la lógica como una forma de agresión. Un mecanismo bastante sofisticado toma forma en este tipo de comunicación. Se trata de expresar opiniones que siguen la lógica y la razón y que contrastan con nuestros argumentos, que se consideran distorsionados por las emociones. Nos referimos a aquellas personas que dicen “no tiene sentido lo que dices. Sé que estás enojado y no estás pensando con claridad, pero déjame decirte que todos lo saben y como es lógico”.
  • Hay quienes desvían la atención y cambian de tema. Este grupo incluye a aquellas personas que no quieren escuchar o aceptar opiniones contrarias a las suyas. Por eso no dudan en cambiar de opinión rápidamente.
  • la persona coherente. Finalmente, encontramos a aquellas personas que saben gestionar el desacuerdo. Comparten sus argumentos y nos escuchan. Saben respetarse y expresarse: en definitiva, son perfiles muy asertivos. Deberíamos favorecer la última estrategia.

Saber estar en desacuerdo mejora nuestras relaciones

Seamos realistas: nada es más satisfactorio que tener personas a nuestro alrededor con las que estar en desacuerdo, pero en armonía. Pocas cosas hay más gratificantes que poder contar con ese compañero o amigo con el que discrepamos en muchas cosas y que es capaz de escucharnos, defender sus argumentos y luego aceptar los de los demás.



Permaneced en vuestras posiciones sin generar tensión. Sin palabrotas, sin emociones negativas que crearán una cierta distancia a largo plazo.

Observaciones finales

Tienes que entender un aspecto realmente simple: estar en desacuerdo en algo no tiene por qué crear polarizaciones. A veces, dos posiciones diferentes enriquecen una relación. Después de todo el verdadero amor o la verdadera amistad no significa tener que estar de acuerdo en todo hasta el más mínimo detalle.


Se trata de compartir valores, aprender unos de otros, aceptar las diferencias, ser capaces de comprender y aprender desde aquellos puntos de vista diferentes al propio.

También significa discutir de vez en cuando y conocerse mejor para estrechar lazos sin cambiar nada, sin que algo cree distancia, todo lo contrario. Asi que, aprendemos a ser más asertivos ya enfatizar puntos de vista diferentes a los nuestros.

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