Malentendidos, valores diferentes, palabras que no se olvidan... La distancia entre algunos miembros de la familia puede deberse a diferentes causas. Y sucede más a menudo de lo que pensamos.
Última actualización: 13 de abril de 2022
La frialdad entre los miembros de la familia no sucede de la noche a la mañana. Suele macerar lentamente tras acumular un exceso de decepciones, rencores silenciosos hacia determinados comportamientos, palabras pronunciadas o silencios que enfrían las emociones. Estas dinámicas pueden darse en la unidad familiar y dejar heridas que no cicatrizan.
Padres e hijos, hermanos, tíos, primos, abuelos... Lo más probable es que hayamos experimentado esta realidad nosotros mismos. con más de un miembro de la familia. La distancia física, y especialmente la distancia emocional, ocurre con más frecuencia de lo que pensamos.
Un familiar que ya no viene a visitarnos, que no nos desea un cumpleaños ni llama para saber cómo estamos. Para muchos es natural. No es fácil llevarse bien con todos en la familia.
Sin embargo, esta situación se vuelve más problemática cuando se plantea entre padres e hijos. Aunque es claro que los lazos de sangre no garantizan el afecto ni son una imposición para mantener la relación, tal situación se puede vivir con cierta tristeza.
Frialdad entre los miembros de la familia, ¿cuáles son las causas?
El distanciamiento afectivo en la familia es un tema desatendido en la literatura científica. Uno tiene, por ejemplo, el trabajo realizado por el neuropsiquiatra Richard Conti, de la Universidad de Kean en Nueva Jersey.
La investigación revela que estas situaciones no ocurren con frecuencia y en mayor medida entre primos, tíos y sobrinos. Sin embargo, es en la unidad familiar cercana (padres e hijos) donde se produce la ansiedad y el agotamiento psíquico.
También ocurre entre personajes públicos, que lo hablan públicamente, mostrando que alejarse de sus respectivas familias es una situación común. Este es el caso del duque y la duquesa de Sussex que abandonaron la familia real británica para iniciar su vida en otro país. Anthony Hopkins, por ejemplo, ha declarado más de una vez que no habla con su hija desde hace casi veinte años.
Visto desde fuera, puede parecer triste e incluso incomprensible. Sin embargo, las dinámicas que se entrelazan en un hogar y entre un grupo de personas pueden ser muy complejas.
Salvador Minuchin, destacado psiquiatra y terapeuta familiar, dijo que crecer y madurar significa aprender a separarse. Sin embargo, hay separaciones que suceden de manera dolorosa y hasta distorsionada, creando heridas eternas. Tratemos ahora de comprender cuáles son las causas del distanciamiento emocional en la familia.
Diferentes expectativas y valores.
¿Cómo concebimos la vida? ¿Qué esperamos de nosotros mismos? ¿Cuáles son nuestros valores? A menudo, cuando respondemos estas preguntas, encontramos que nuestros familiares tienen ideas opuestas a las nuestras.
Sin embargo, esto no debería ser un problema. Las mejores familias no son las que siempre se llevan bien, sino aquellos que se respetan a pesar de las diferencias.
Sin embargo, esto rara vez sucede. La frialdad entre los miembros de la familia muchas veces se debe al choque de valores y expectativas irreconciliables. Hay padres que depositan grandes expectativas en sus hijos y hay hijos que no se ajustan a las opiniones de sus padres.
Comportamientos que desgastan las relaciones
Madres emocionalmente frías, padres autoritarios, hijos egoístas, comunicación violenta y conducta impulsiva… En un hogar se pueden conjugar infinidad de dinámicas poco saludables, muchas de las cuales suelen estar provocadas por trastornos psicológicos no diagnosticados. Otros por estilos de personalidad que chocan.
La diversidad de carácter y comportamiento puede generar malentendidos al crear, herir y hacer insoportable la convivencia. Poco a poco, el distanciamiento se hace cada vez más evidente.
Los niños abandonan el hogar y las visitas y los contactos son escasos hasta que llega el momento en que el vínculo se agota para siempre.
A menudo puedes sentir alivio por la distancia, por no encontrarte en situaciones dolorosas y problemáticas. A pesar del silencio, sin embargo, a veces la sombra de la tristeza y la decepción sigue pesando.
Pareja de los hijos, divorcio o muerte de uno de los padres
La frialdad entre los miembros de la familia puede explicarse por la presencia de nuevas figuras en la unidad familiar o, a su vez, por la ausencia de una de ellas.
- Una volte las parejas de los hijos obligan a reformular el vínculo familiar.
- Lo mismo sucede en el caso de separación o divorcio de los padres. Si uno de los padres tiene una nueva pareja, la relación entre los miembros de la familia puede cambiar.
- Cuando un padre muere, las relaciones con los que quedan también pueden enfriarse. Esto ocurre especialmente si los hijos tenían una buena relación con el progenitor fallecido, lo que resulta en dinámicas conflictivas con el progenitor con el que nunca se llevaron bien.
Situaciones traumáticas y frialdad entre familiares
hay otro factor decisivo en el origen del distanciamiento emocional en la familia: el trauma. El abuso físico o psíquico, el maltrato, el consumo de alcohol o drogas y las dinámicas resultantes provocan muchas veces heridas insalvables que explican la ruptura progresiva del vínculo.
Son muchos los detonantes de la ruptura de la relación entre los miembros de una unidad familiar. Sin embargo, cabe señalar que esta distancia suele estar justificada: conflictos, sufrimiento, violencia doméstica.
Aunque a veces la distancia es necesaria, la sociedad lo sigue viendo con desaprobación. La familia es concebida como una institución sagrada, pero a veces puede ser el teatro y origen de nuestra infelicidad.