Ha llegado el momento de convertir el resentimiento en perdón.

Ha llegado el momento de convertir el resentimiento en perdón.

Ha llegado el momento de convertir el resentimiento en perdón.

Última actualización: 27 de enero de 2016

Todos llegamos a un punto en la vida en el que ya no toleramos a una persona o cosa., como el comportamiento de uno de nuestros amigos o familiares.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando ya no nos toleramos a nosotros mismos? Cuando reflexionamos sobre cómo pudimos hacer tal cosa, cómo pudimos aceptar ese trabajo, cómo pudimos comer tanto...



Sin ser conscientes de ello, nos convertimos en enemigos de nosotros mismos y esto es fruto de un enfado o rabia hacia otra persona.. Un resentimiento que no nos permite tolerarnos ni a nosotros mismos.

"Si una renuncia da lugar al resentimiento, entonces el sacrificio ya no tiene valor"

-Giovanni Guareschi-

Cuando tenemos rencor, no somos felices. Reprimimos una ira que lucha por salir, manifestarse y liberarse para siempre.

Sin embargo, lo que se nos escapa es que, en estos casos, somos nosotros los más perjudicados. Somos los que vivimos la vida con amargura, infelicidad y enojo constante hacia todo y todos.

El rencor nos vuelve hostiles

Quizá no lo percibimos, pero seguro que hemos visto gente con una expresión siempre enfadada en la cara y entonces nos preguntamos: ¿por qué está tan enfadado? ¿No es mejor ser feliz?

Lo mismo nos sucede cuando sentimos rencor hacia alguien. Nos volvemos hostiles sin querer y esto se refleja en nuestra cara.

La hostilidad solo atraerá negatividad a nuestra vida.. ¿Te has preguntado por qué nada te sienta bien últimamente? Fíjate bien en tu forma de actuar y encontrarás la respuesta.



no nos damos cuenta de eso la hostilidad siempre se alinea en la dirección opuesta a donde queremos ir y esto repercute no sólo en nosotros, sino también en lo que nos rodea. Las personas que más queremos, todas nuestras relaciones, sufrirán los efectos de esta nueva forma de afrontar la vida.

Ser hostil no implica nada bueno. De hecho, es una condición tan grave que puede desencadenar enfermedades graves a largo plazo.

“Ningún ser humano nace con impulsos hostiles o violentos, nadie se vuelve hostil o violento sin tomarse el tiempo de aprender a serlo”

-Ashley Montegu-

¿Qué podemos hacer para dejar de ser hostiles? Ante todo, hay que rodearse de gente positiva, que brote simpatía y alegría por todos los poros.

A veces, nos vemos abrumados por la hostilidad porque estamos rodeados de personas hostiles, negativas y malvadas que nos destruyen mentalmente sin darnos cuenta.

aprender a perdonar

Cuando sentimos tanta hostilidad y resentimiento, lo que necesitamos aprender de inmediato es cómo perdonar y no solo perdonar a los demás, sino también a nosotros mismos.

Como ya hemos dicho, a veces estamos llenos de rencor, no nos aguantamos porque nuestros propios comportamientos, nuestras acciones nos molestan.

Perdonar y perdonar toma tiempo. Por ello, es necesario eliminar algunas cosas que nos pueden impedir alcanzar el perdón que buscamos:

  • Las heridas causadas por otros.
  • Los agravios que nos impiden ser felices y perdonar.
  • El egoísmo que desencadena la tristeza y que nos impide gozar del poder de la generosidad.
  • Pensar y vivir en el pasado, lo que nos impide avanzar y caminar hacia delante.
  • Molestarnos con pequeñas cosas o preocuparnos por lo que otros digan de nosotros.

Todas estas cosas, y muchas más, son la causa de que vivamos la vida con amargura y que ni siquiera podamos perdonarnos a nosotros mismos.



Todos cometemos errores y debemos ser capaces de poder volar de todo lo que los demás puedan desatar en nosotros. ¿Te lastimaron? Reflexiona que eres tú quien permite que exista el dolor, porque no es una lesión física. ¿No eres tú, quizás, quien tiene el poder de decidir quién puede lastimarte y quién no?


"No hay venganza más completa que el perdón"

-Josh Billings-

Recuerda que no permitir que otros te hagan daño, ignorar las provocaciones y vivir el presente sin pensar en el futuro puede hacer que veas todo lo que te rodea empoderado.

A pesar de esto, serás libre y nadie te hará daño. A la gente muchas veces no le gusta saber que lo que se dice de ti no te molesta, les molesta verte vivir tu vida ignorando lo que dicen los demás. Tienes que vivir tu vida, perdonar y perdonarte a ti mismo. Ser libre y ser feliz.

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