Humildad que viene del corazón

Humildad que viene del corazón

Humildad que viene del corazón

Última actualización: 06 2015 noviembre

Comencemos sugiriendo una pequeña reflexión: ¿Crees que la humildad se practica hoy en día?

Quizá deberíamos empezar aclarando un poco el término. A veces asociamos la humildad humana con el altruismo de las personas que son capaces de dar y renunciar a todo para ayudar a sus semejantes.

Si bien está claro que también podemos incluir este aspecto, la humildad en realidad es más que eso. Es un bien interior, es una actitud, es una forma de pensar y de sentir.



Muchos de nosotros estamos acostumbrados a priorizar estas dimensiones que las sociedades modernas suelen enfatizar en nosotros: individualismo, apego material, competitividad, incluso "desechable", es decir, consumir y tirar, vivir rápido...

En muchas de estas ideas hay en realidad una pincelada de delgado el egoísmo, el otro lado de la balanza en el corazón de los humildes.

Hoy hablamos de esto, invitándolos, como siempre, a reflexionar con nosotros.

La humildad y el poder de saber reconocer a los demás

A veces nos acostumbramos a ver los comportamientos antes mencionados casi todos los días. Las personas solían priorizarse a sí mismas, para satisfacer sus necesidades ignorando a los demás, experimentar la vida lo más rápido posible.

En muchos de estos perfiles vemos lo que el sociólogo Zygmunt Bauman llama "relaciones liquidas". Se trata de relaciones de amistad o de pareja con las que construimos lazos tan fugaces y débiles para hacerlos terminar a toda prisa y, a veces, sin necesidad de despedirse en persona. Es suficiente "Eliminar la amistad" sui red social.


En estos comportamientos a menudo leemos una falta de conocimiento interior, en consecuencia, de madurez emocional y, por qué no decirlo, de humildad.



Mostrar apertura y gratitud hacia los demás es uno de los valores más básicos del ser humano. Todos necesitamos ser reconocidos como personas, que reconozcan nuestros esfuerzos, virtudes, necesidades, etc.

Si la madre y el padre no reconocen a sus hijos, no se sentirán seguros en sus pasos. No sabrán que la confianza, el apoyo y el apego que desarrollarán hacia sus padres no serán seguros ni plenos.


¿Y qué se puede decir de las relaciones de pareja?

Tener a tu lado una persona humilde, capaz de reconocer sus errores, actuar siempre con sinceridad, sin egoísmos y sabiendo identificar las pequeñas cosas que construyen el amor en la pareja día tras día, es sin duda el bien más preciado al que podemos aspirar.

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