Última actualización: 18 octubre, 2017
La palabra compasión ha adquirido un significado despectivo y se asocia a la caridad o al castigo. Lo mismo ocurre con la palabra "autocompasión", que trae a la mente el victimismo. Nada más lejos de la esencia de estos conceptos que, en lugar de promover una imagen deteriorada del otro o de uno mismo, la potencian.
es prueba de esto el éxito de la terapia centrado en la compasión. Como su propio nombre indica, se trata de una intervención terapéutica que concibe la compasión como un medio para mejorar la situación de muchas personas que sufren. Está especialmente recomendado para aquellas personas que son muy críticas consigo mismas o con los demás.
Lo más interesante de esta innovadora terapia es que su eficacia ha sido científicamente probada en laboratorio, es decir, se ha demostrado que la compasión se aprende y se entrena. Y también se ha señalado que, al hacerlo, el cerebro cambia y mejora. De hecho, se ha encontrado que ser compasivo aumenta la serenidad, la alegría y la motivación en varias áreas de nuestra vida.
El experimento se llevó a cabo en el Center for Investigating Healthy Minds, de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos. Luego se publicó en la revista Psychological Science. Las personas a cargo del estudio hicieron que un grupo de voluntarios se entrenara en una forma de meditación llamada "meditación compasiva" o "Tonglen".