Última actualización: 27 de enero de 2015
Recuerdo cuando era pequeña y en la escuela la maestra nos leía un libro sobre una niña que tenía el don de saber escuchar. Ahora bien, no quiero escribir sobre esta virtud para hacerles creer que la tengo, al contrario, hablo de ella precisamente porque no tengo esta cualidad. Sin embargo, se dice que reconocer que hay que cambiar es el primer paso hacia el éxito.
Poner en práctica "escuchar a la gente"
Hoy practiqué "escuchar a la gente", es decir, dejé mi teléfono móvil en mi bolso, olvidé el ambiente en el que estaba, dejé de interrumpir a la persona que estaba frente a mí para hablarle de mi experiencia similar a la que ella estaba. diciéndome, la miré a los ojos, me concentré en sus formas, miré su expresión mientras hablaba, noté como su respiración cambiaba según el sentimiento que quería transmitir y Me di cuenta de que escuchar es mucho más que escuchar palabras dichas en el aire..
Puedo decir que practicar esta actividad me hizo sentir muy bien. Me sentí más inteligente porque, si no pude entender todo lo que la persona me queria decir, que quizas no me pudo decir con sus palabras porque no se me ocurrio la palabra correcta, pude entenderlo a traves de su mirada y sus gestos. Pude sentir empatía no por una experiencia similar que había vivido antes, sino por ponerme en su lugar escuchándola y entendiendo lo que estaba sintiendo.
Entiendo que cuando una persona necesita ser escuchada, no necesariamente quiere decir que quiera saber si nos pasó lo mismo o si sentimos lo mismo, sino que quiere que entendamos cómo se sintió. La escucha va más allá de nuestros oídos, llega al cerebro, llega al alma.
Habla menos y escucha más
Ahora entiendo por qué se dice que tenemos dos oídos y una boca para hablar menos y escuchar más, y te puedo decir que toda mi vida he hecho lo contrario.
Por otro lado, no puedo juzgar por los demás, pero les aseguro que la persona con la que hablé se sintió comprendida, que le estaba prestando atención, que la estaba escuchando. Creo que seguiré practicando este “escuchar a la gente” porque hay muchos más beneficios que inconvenientes.
¿Y sabes escuchar?
