Debemos entender la inteligencia emocional de las personas mayores como clave para la salud, como motor para generar una tercera edad más vital.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
Estudios recientes revelan que, en promedio, la inteligencia emocional de las personas mayores es bastante Alta. Valoran las relaciones sociales y las cuidan. Saben apreciar el presente, regulan sus emociones para adaptarse a cada momento y evalúan el contexto que les rodea y lo que les sucede de una forma más positiva para disfrutar de la vida y tener un enfoque más relajado y optimista de su realidad.
Es probable que muchas personas se sorprendan con los resultados de este trabajo realizado por la Universidad de Texas y la Universidad de California, Berkeley. Hoy todavía tenemos una visión algo negativa hacia las personas mayores y el proceso de envejecimiento.. Asociamos el cumpleaños con decaimiento físico, menores capacidades cognitivas e, irremediablemente, con infelicidad, baja motivación y aislamiento social y emocional. En otras palabras, a pérdidas, al menos en su mayor parte. Aún así, los científicos nos dicen que la inteligencia emocional de las personas mayores es un rasgo casi envidiable.
“Con el crepúsculo y la puesta del sol, el día y la vida se acortan. Ahora puedes dedicarte a lo que hayas querido durante el día o para toda la vida".
-Dahlke-
Está claro que lograr el otoño de la vida para siempre La salud es un plus muy importante para afrontar esta fase: cuantas menos limitaciones, mejores y más variadas las posibilidades. Por lo tanto, es evidente que la personalidad y las circunstancias median en la adopción de un enfoque de la vida en lugar de otro. Los estudios nos demuestran que la capacidad de gestionar las emociones, así como la de conocer los sentimientos propios y ajenos, mejora (de media) de forma significativa a partir de los 60 años.
Esto no quiere decir que la inteligencia emocional mejore para todos con el paso de los años. Más bien significa que La experiencia permite a la mayoría de las personas manejar bien los procesos emocionales y, a su vez, las orienta a dar prioridad a un elemento esencial: las relaciones sociales.
La inteligencia emocional de las personas mayores
Ser mayor no es sinónimo de soledad, insatisfacción y decadencia. No lo ha sido desde hace más de una década. La esperanza de vida supera ya el umbral de los 80 años, por lo que podríamos decir que los 60 años son una segunda juventud y los 70 una madurez pacífica. Los ancianos de nuestro tiempo son, en general, increíblemente activos.
Participan de infinitas dinámicas de su comunidad, viajan, se divierten con amigos, cuidan a sus nietos y son ese apoyo constante y casi indispensable para sus hijos. Al mismo tiempo, y aunque muchas de estas personas tienen más de una dolencia física e incluso han sufrido el vacío de alguna pérdida, gran parte exhibe habilidades emocionales extraordinarias.
¿Cómo lo hicieron? El deterioro corporal está bajo nuestros ojos, la salud y hasta los problemas económicos y sociales. Por lo tanto, ¿Cómo mantienen las personas mayores un nivel tan bueno de bienestar afectivo y emocional?? Desde el Journal of Gerontology de la Universidad de Oxford desvelan los aspectos clave.
Teorías que explicarían el aumento de la inteligencia emocional en la vejez
Procedamos con algunas hipótesis que, reconciliadas, podrían explicar el sentimiento de satisfacción y plenitud que vemos reflejado en muchas personas mayores:
- La inteligencia emocional de las personas mayores podría explicarse mediante la teoría de la selectividad socioemocional. Llega un momento en que te das cuenta de que los años de vida se te acaban. Esta idea, esta realidad personal y existencial, nos lleva a dedicarnos ante todo a experiencias emocionalmente gratificantes. No nos importan las recompensas futuras; queremos disfrutar del bienestar del aquí y ahora, porque los planes a largo plazo tienen cada vez menos sentido.
El aumento de la inteligencia emocional de las personas mayores puede explicarse por la teoría de la selectividad socioemocional y la teoría de la integración dinámica.
- La teoría de la integración dinámica dice que a medida que envejecemos nos damos cuenta de que nuestras capacidades físicas y cognitivas se reducen.. Ya no somos tan ágiles como antes, vivimos condicionados por ese dolor de cadera, diabetes, artritis… Ante unas realidades que no se pueden controlar, la persona mayor opta por privilegiar las emociones positivas como clave del equilibrio y la felicidad. En última instancia, las emociones están bajo nuestro control.
- La inteligencia emocional de las personas mayores también está orquestada por su experiencia. Los años les han enseñado a controlar mejor ciertas situaciones emocionales. Entienden sus procesos, se regulan mejor y a su vez saben sintonizarse con las necesidades de los demás.
- Otro factor interesante es lo que se conoce como efecto de positividad. Hay personas que, haciendo balance de su vida, deciden atesorar todo lo que les ha resultado satisfactorio. Este enfoque, este filtro personal hace que en su día a día se orienten a ver el lado positivo de las cosas, a generar vínculos de calidad, a evaluar todo desde una visión más optimista.
Promover una madurez emocionalmente inteligente y positiva
Una buena inteligencia emocional en las personas mayores se traduce en una mejor calidad de vida. Los indicadores de salud también están relacionados con este factor. Una buena gestión del mundo emocional reduce el estrés, la depresión y mejora todos aquellos retos diarios a los que se enfrentan los adultos de cierta edad: pérdidas, enfermedades, adicciones, etc.
Recuerda que la inteligencia emocional no aparece con los años, no todos la conocemos o no siempre aplicamos las mejores estrategias de forma eficaz. Una estrategia interesante sería activar un programa de inteligencia emocional dirigido a personas mayores que no tengan deterioro cognitivo.
Los altos niveles de inteligencia emocional en las personas mayores se traducen en una mejor calidad de vida.
Se trataría de definir programas multidisciplinares con los que dar respuesta a cada persona en función de su realidad personal. La edad avanzada va acompañada en ocasiones de una crisis personal, donde el cansancio, el desánimo y la desilusión suelen presentarse en más de una ocasión. Acercar a nuestros mayores a dimensiones como la empatía, la regulación emocional o Las habilidades sociales favorecerían mucho el proceso de envejecimiento.
Hay que entender la inteligencia emocional de las personas mayores y no como una clave para la salud, sino como el motor para generar una tercera edad más vital, más integrada en la sociedad y, obviamente, más feliz. no podemos olvidar eso nuestra esperanza de vida crece cada vez más y que tenemos pleno derecho a disfrutarlo con intensidad y con los mejores recursos.