Última actualización: 02 marzo, 2016
Las relaciones de pareja crecen, evolucionan y cambian según unas etapas muy concretas y distintas. Esto explica por qué no sentimos los mismos sentimientos cuando acabamos de conocer a una persona que cuando llevamos varios años juntos. Conocer estas etapas puede darnos confianza y tranquilidad para ver las diferencias, resolver conflictos y analizar los sentimientos encontrados.
Las personas cambian, aprenden, crecen y maduran y lo mismo sucede con las relaciones de pareja. Conocer este tema nos ayudará a disfrutar plenamente de la relación con la pareja que hemos elegido para compartir nuestra vida. Estas son las diferentes etapas de las relaciones de pareja:
1 - Enamorarse
Enamorarse es una etapa de emociones intensas, de mariposas en el estómago, de deseo fuerte estar cerca de su ser querido. La pasión y el deseo, con o sin actividad sexual, se transforman en los principales ingredientes de esta etapa. Emergen intensas fantasías y creatividad, con las que sorprender al otro.
En el enamoramiento toda la atención se centra en los aspectos más comunes compartida entre amantes. La complicidad y el entendimiento están presentes en sus encuentros, mientras que apenas se perciben las diferencias que los distinguen en dos personas diferentes.
Gracias a la magia del momento y de los ansiados encuentros, se tiende a evitar discusiones y conflictos. El inicio de las relaciones de pareja, por tanto, es una etapa especial y apasionante, de descubrir al otro, y nos gustaría que nunca acabara.
2 - Conocimiento
Durante esta etapa, enamorarse deja espacio para un conocimiento más profundo e íntimo del otro y, por supuesto, también de sus diferencias y peculiaridades.
Cada persona, única y singular, comienza a mostrarse como realmente es, en su totalidad y autonomía.; comienza a compartir sus experiencias y vivencias personales. La idealización comienza a fallar, el encuentro se vuelve más real.
"Recuerda que el mayor amor y los mayores logros implican mayores riesgos".
(Anónimo)
3 - Convivencia
La pareja se vuelve verdaderamente tal después de un período de conocimiento mutuo, en el que la atención se centró principalmente en la proyección de una vida en común y proyectos. Se decide compartir la vida a partir de la convivencia en una casa elegida en común.
La actividad sexual disminuye debido a la vida cotidiana, las responsabilidades y las cargas.. El amor se expresa de manera más amorosa, respetuosa y en forma de apoyo y comprensión en la vida en común. Puede haber diferencias en la forma en que se resuelven los conflictos y será necesario llegar a acuerdos mediante negociaciones.
4 - Autoafirmación
Después de un tiempo de convivencia y ganas de compartirlo todo, surgen las necesidades individuales y la voluntad de defenderlas. Es hora de organizar actividades para hacer cada uno por su cuenta, respetando el vínculo y el compromiso adquirido por la pareja. Durante esta etapa pueden surgir conflictos por crisis personales no resueltas.
Es como encontrarte contigo mismo después de pasar mucho tiempo enfocándote en el otro. y sobre la relación de pareja. Cuando reaparecen las necesidades personales, cada uno de los dos socios decide dedicarse un poco más de tiempo a sí mismo, al menos en determinadas ocasiones.
5 - Crecimiento
En este punto, la pareja decide solidificar la relación, que se vuelve más madura y estable. Es hora de tomar decisiones importantes como formar una familia.
Es una etapa en la que reaparecen la ensoñación, la emoción y el entusiasmo para compartir lo que ambos han decidido crear. Los dos socios quieren seguir construyendo juntos su futuro y sus proyectos de vida.
"El amor son dos almas que se ven a través de sus cuerpos"
(Anónimo)
6 - La adaptación
La vida continúa y ocurren cambios; si la pareja se adapta a ellos, entonces se consolida y madura. Este momento es crucial para la pareja: fortalecerse o romperse. Esto se debe a que se pone en entredicho la pirámide de valores personales y de pareja; además, surgen nuevos intereses generados por los cambios, como la independencia de los hijos, la jubilación, enfermedades, etc.
Esta etapa puede representar un descubrimiento, a medida que se reducen las exigencias, responsabilidades y cargas de la vida; puedes volver a centrarte en la pareja, para compartir nuevos proyectos, como al principio de la relación.