Última actualización: 06 de marzo de 2018
Entre los diversos estudios sobre cómo afrontar la muerte, uno de los más conocidos es el de las 5 etapas del duelo de Kübler Ross. Esta teoría nos habla de las 5 etapas por las que debemos pasar cuando nos enfrentamos a la muerte, ya sea propia o ajena. Los estudios de Kübler Ross se han vuelto muy populares, pero también malinterpretados, probablemente debido a la mala divulgación.
En 1969 el psicólogo Kübler Ross realizó una serie de estudios sobre algunos enfermos terminales para identificar los factores que subyacen al duelo. Después de una intensa investigación, descubrió que todos estos pacientes pasaron por etapas muy similares. Fue a raíz de este descubrimiento que comenzó a desarrollar la teoría de las etapas del duelo y sus consecuencias.
En este artículo tratamos de arrojar luz sobre la teoría de las cinco etapas del duelo de Kübler Ross. En primer lugar, exponemos y explicamos las diferentes fases; Para concluir, hagamos una pequeña reflexión sobre las evidencias e implicaciones de esta teoría del duelo.
Etapas del duelo de Kübler Ross
Las distintas etapas del duelo nos muestran la sucesión de actitudes que adopta una persona ante la muerte. Estas etapas surgen como consecuencia de los intentos de la mente por resolver el problema y, como todos resultan ineficaces, las emociones varían hasta alcanzar la aceptación. A continuación explicamos las etapas del duelo Klüber-Ross:
- Negación. La venida de la muerte es negada o rechazada. Puede ser total (“No me puedo morir”) o parcial (“Tengo metástasis, pero no es nada grave”). La negación refleja una actitud de autodefensa. Nuestra mente trata de garantizar nuestro bienestar a pesar de estar en una situación de máxima indefensión.
- Enfado. Esta emoción surge cuando hay que enfrentarse a un obstáculo. Por lo tanto, es normal que después de recibir una muy mala noticia, el cuerpo intente resolver la situación a través de la ira. Las víctimas o los objetivos de esta reacción pueden ser diferentes a ellos mismos, a los médicos o incluso a las "figuras divinas".
- Negociación. Ahora conscientes de la inutilidad de la ira para solucionar el problema, pasamos a la negociación. El desesperado pide al destino o figuras divinas que la muerte desaparezca. Es común que la persona se vuelva "dócil" con la esperanza de alargar su vida por el buen comportamiento; por ejemplo, siguiendo todas las prescripciones médicas al pie de la letra.
- Depresión. Cuando la enfermedad se agrava o se asienta la fatídica realidad, aparece la depresión. La persona cae presa de la desesperación debido al fuerte sentimiento de impotencia. La tristeza profunda tiene la función de minimizar el consumo de recursos ante una situación irresoluble.
- Aceptación. Abandonados y aceptados el sentimiento de impotencia que produce la pérdida, pasamos a un estado emocional menos intenso, más neutro (aunque todavía hay momentos más agudos). En la fase de aceptación, la persona es capaz de aceptar lo sucedido y levantar la cabeza hacia el futuro, además de interpretar de manera significativa lo perdido sin culpar a nadie.
Evidencias e implicaciones de la teoría de las etapas del duelo de Kübler Ross
La teoría de las etapas del duelo de Klüber-Ross ha recibido numerosas críticas. Una lectura muy frecuente y comprensible de la formulación original de esta teoría se refiere a la rigidez del modelo propuesto. Según la formulación original, el sujeto puede permanecer en la fase en la que se encuentra o avanzar a la siguiente. La investigación actual, y tal vez la experiencia personal, nos dice que esto no es cierto. Es común que ocurran descensos, saltearse algunos pasos, o pasarlos todos, pero en diferente orden.
Es igualmente cierto, sin embargo, que todos ellos juegan un papel importantísimo en el enfrentamiento de la muerte y que su disposición se adapta casi a la perfección a la evolución de la mayoría de los duelos. Por otra parte, quizás lo ideal sería interpretar los diferentes estados como actitudes ante la pérdida y no como fases de la misma; o formas que tenemos para gestionar la impotencia que genera la situación.
Aunque la teoría de Klüber-Ross está parcialmente incompleta, sin duda representó un gran paso adelante en la comprensión del duelo. La investigación de la psicóloga suiza ayudó a comprender en profundidad las emociones que surgen tras la pérdida, lo que se ha traducido en mejores y más adecuados tratamientos para las personas que se encuentran en esta situación, empezando por la normalización de sus sentimientos. Este modelo también ha hecho que los psicólogos sean más expertos en el tratamiento de muertes "prematuras" y diagnósticos de enfermedades terminales.