Última actualización: 30 agosto 2016
Arthur Schopenhauer fue un brillante filósofo alemán, profundamente ingenioso, cuya influencia caracterizó la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX. Destacó por su posición pesimista frente al mundo y la vida que relató en su obra principal El mundo como voluntad y representación..
Su gran realismo y sabiduría le impidieron ver el mundo "todo rosa y flores". Sin embargo, Schopenhauer escribió un ensayo en el que ilustró 50 reglas para alcanzar la felicidad.
La felicidad es uno de esos conceptos imprecisos que, a lo largo de la historia, ha suscitado pensamientos opuestos y discordantes. Compartimos la idea de que es un sentimiento de plenitud y alegría, pero cada uno de nosotros llega a este estado por diferentes motivos.. De hecho, muchos afirman que ni siquiera es un estado, una condición, sino una percepción pasajera.
Schopenhauer desarrolló un concepto de felicidad basado en la prudencia y la ética. Según él, la felicidad tiene mucho más que ver con la paz interior que con el júbilo o la alegría. De sus 50 reglas para la felicidad, hemos seleccionado 10 que pueden resultarle invaluables.
Evitar la envidia, una regla básica en el pensamiento de Schopenhauer
La envidia es una fuerza muy negativa que puede apoderarse de nuestro corazón y bloquear nuestra alegría de vivir.. Aquellos que están demasiado enfocados en lo que otros están haciendo o sintiendo, descuidan la tarea de construir su propia felicidad.
Separarse de los resultados
Simplemente es cuestión de poner todo el empeño en lo que hacemos porque es lo único que depende de cada uno de nosotros. Debemos tener la satisfacción de haberlo hecho bien. El resto no importa.
Permítete animar
Muchos llegan a experimentar un sentimiento extraño, casi un sentimiento de culpa, cuando están felices. Esto es porque otras personas sufren o porque consideran el sufrimiento un sentimiento más loable que la felicidad.. Es importante romper con estas ideas y poder sentir alegría, sin condicionamientos.
Revisa las fantasías
Goya dijo que "el sueño de la razón engendra monstruos". Con nuestros miedos, así como con nuestras ambiciones, tenemos la tendencia a dejar volar la imaginación.. Por ello, acabamos viendo peligros mayores de lo que realmente son o éxitos magnificados que, sin embargo, no se concretan con sólo soñarlos.
Evita la infelicidad
Si bien puede parecer obvio, no todos evitan la infelicidad.. De hecho, hay quienes la buscan y, por supuesto, la encuentran. Para Schopenhauer, es fundamental evitar o eliminar todas aquellas situaciones que provocan infelicidad porque, en esencia, no son necesarias y son sólo fuente de nuevas dificultades.
Valorando lo que tienes
Todos los días debemos despertarnos y pensar en lo que tenemos y por lo que debemos estar agradecidos.. Comenzando con un día extra de vida para tener un techo, una cama y una conciencia para valorar lo que tenemos y lo que otros no tienen.
Involúcrese y aprenda
Tener planes y proyectos es una fuente de ilusión en la vida. No importa si el programa se trata de cultivar una planta o preparar un delicioso almuerzo. Estos pequeños esfuerzos son un tesoro. Asimismo, el aprendizaje siempre nos permite comprender que estamos creciendo y madurando y esto contribuye a la felicidad en la vida.
Cuida tu salud
Las enfermedades cambian por completo la perspectiva de la vida. Quienes han tenido que sufrir tanto dolor, malestar o limitaciones lo saben bien. La salud es un auténtico tesoro que hay que cuidar para poder disfrutar de cualquier otra cosa.
Se compasivo contigo mismo
La primera forma de bondad es la de uno mismo, decía Schopenhauer. Es importante autoevaluarse, reconocer los errores y aprender de ellos. En cambio, debemos evitar reprocharnos, criticarnos más de lo necesario o castigarnos severamente. Al final es inútil.
Prepárate para el paso del tiempo
Cuando somos jóvenes tenemos la sensación de que la vejez es algo que concierne a los demás, nunca a nosotros. Esta fantasía nos impide prepararnos para ese futuro en el que el paso de los años trae nuevos límites y una nueva vulnerabilidad. Quienes se preparan para la vejez vivirán mejor esa etapa de la vida.