Última actualización: 01 de marzo de 2022
A veces el amor se desvanece. Otras veces hay evitación, traición o amarga desilusión. En la mayoría de los casos, incluso cuando hay amor, eres consciente de que es mejor terminar la relación: por salud, por integridad y por el bien de ambos. Lidiar con una ruptura nunca es fácil, nadie nos ha enseñado cómo hacerloSin embargo, gestionarlo de la mejor manera nos permitirá avanzar con mayor dignidad.
Seamos realistas, los conflictos, las diferencias y los malentendidos son inevitables en cualquier relación. Estos surgen de incompatibilidades e inconsistencias cuando las ideas que se crean sobre el otro y la relación no coinciden. Una realidad que puede llevar, como ya sabemos, a la ruptura.
Sin embargo, un conflicto no conduce necesariamente a la separación. El conflicto puede ocurrir adaptativamente y ser manejado apropiadamente. A todos les habrá pasado por haber superado de la mejor manera un problema o un desencuentro con la pareja para hacer crecer y fortalecer el vínculo.
“Pensé que el amor duraría para siempre. Estaba equivocado."
-WH Auden-
Sin embargo, en algunos casos no hay lugar para la reconciliación ni para un acuerdo ni para un plan de futuro. Romper ese vínculo emocional suele ser una de las realidades más devastadoras que podemos vivir.
Como explica un estudio realizado en la Universidad de Denver y publicado en el Journal of Family Psychology, el final de una historia siempre genera angustia, una dimensión que suele ser muy complicada de gestionar.
El descanso
Cuando dos personas no comparten su proyecto de vida, difícilmente seguirán estando juntas una vez pasado el enamoramiento inicial. Una ruptura puede ser una de las experiencias más dolorosas por las que pasar.
Significa perder a una persona importante, un espacio compartido, un proyecto y nos queda un legado de recuerdos que debemos gestionar mejor.
Una vez terminada la relación, es necesario redefinir los fundamentos. No todos lo logran, porque el cerebro, las emociones y los pensamientos están anclados al ex. Es como un flujo de energía negativa que nos abruma, una avalancha de recuerdos y hábitos del pasado de los que no sabemos cómo deshacernos.
La confusión y la incertidumbre a menudo nos impiden centrarnos en lo más importante: nosotros mismos. Sabemos que la vida sigue, pero aceptar que lo haremos sin la otra persona es difícil.
¿E ora?
Después de la ruptura, lo que se espera y aconseja es iniciar el duelo. Atravesar estas fases es una tarea fundamental para aceptar la realidad, recuperar la esperanza y reorganizar la vida personal y/o familiar.
El duelo, recordemos, es ese proceso psicológico que nos permite adaptarnos a las pérdidas. A veces puede comenzar incluso antes de la separación física por un hecho más que evidente: ya no recibimos el apoyo del otro y su idealización fracasa.
Es decir, muchas veces antes de que la pareja se separe, se teje el manto del luto para admitir una cosa esencial: que ya no somos amados.
Como lo revela un estudio realizado por los psicólogos David Sbarra y Jessica Borelli publicado en el Journal of Marital and Family Therapy, El duelo ofrece numerosos beneficios mentales y emocionales. Ayuda a definir nuestro autoconcepto, a "juntar nuestras partes rotas", por así decirlo.
Cada uno, a su tiempo ya su manera, podrá adaptarse a la situación y salir adelante, consiguiendo superar la ruptura.
Para la mayoría de nosotros, el duelo es un proceso complejo, pero para otros es extremadamente difícil. Hay personas que son incapaces de adaptarse a la nueva situación y quedan atrapadas en el dolor y la ira, tratando de eliminar a la ex de su día a día. Si el dolor se congela, la separación se vuelve destructiva, estancada y prolongada.
Consejos para afrontar una ruptura de pareja
¿Cómo superar la ruptura de una relación? No es fácil, pero es posible hacerlo. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudar.
Aceptar la ruptura cuanto antes
Aceptar lo sucedido sin resentimiento, ira o bloqueo. De esta forma las emociones serán cada día menos intensas y llevaderas y te permitirán crear nuevas rutinas.
Es imprescindible cerrar ese capítulo, restablecer las expectativas puestas en la relación anterior, dar sentido a lo vivido y reajustar lo esperado.
Nunca te quedes estancado en el pasado. La búsqueda obsesiva de "posibles razones ocultas" por las que la otra persona ha terminado la relación o aferrarse a lo que alguna vez fue puede prolongar y complicar el duelo.
Otro paso fundamental: sí tiene que empezar una nueva relación sin antes superar su dolor. Si este fuera el caso, las cuestiones pendientes se verían reflejadas en el nuevo socio.
Buscando la separación constructiva
La forma en que se maneje la ruptura afectará a todos los involucrados, especialmente si hay niños. Es importante asumir tus responsabilidades y tu rol en esta nueva etapa, manifestar y expresar el dolor, establecer límites claros y prevenir la participación de terceros.
Dejamos de ser pareja, pero no padre. Asimismo, los niños no deben involucrarse en el conflicto, ya que esto podría causar daños profundos y permanentes.
Siempre se debe evitar la separación destructiva. Es importante dejar de lado las ganas de ganar y buscar las culpas.
Vive cada etapa
Aunque quieras, no será posible recuperar la estabilidad y la felicidad de la noche a la mañana. El sufrimiento, el vacío, la experiencia del dolor y el llanto son realidades imprescindibles para superar lo sucedido.
Es importante vivir cada fase del duelo, expresar las emociones sentidas y dejar que sigan su curso, no forzar el “no pasa nada” o el “no me importa” cuando la herida aún está abierta.
Aunque es importante acoger el dolor, está prohibido prolongarlo en exceso. Una vez que llega el momento, necesitamos recuperar y reinventar nuevas rutinas. Trate de aprovechar la situación, ya que puede ser una oportunidad para retomar o comenzar actividades gratificantes que eran difíciles de realizar con el ex.
Es un buen momento para dedicarte, cuidarte y dedicarte a lo que amas. En particular, es fundamental cuidar la autoestima.
Lidiando con una ruptura: no vuelvas atrás
Lidiar con una ruptura es doloroso y puede llevar a un deseo desesperado de retomar la relación, aunque no sea la opción más favorable. Siendo un momento de vulnerabilidad, es mejor esperar antes de tomar decisiones.
Puede ser útil y necesario buscar ayuda profesional mediante terapia familiar o mediación. Acercarnos a seres queridos, amigos y personas importantes que siempre quieren lo mejor para nosotros y que saben ayudarnos.
Por último, pero no menos importante, aprende de esta nueva etapa. Aunque el miedo a la soledad es muy común y compartido después de una ruptura, es una experiencia que enseña y crece.
Avanza, pues, sin angustias, transita con confianza esta nueva etapa vital, redescubriendo el amor propio y la esperanza de un futuro mejor, acorde a tus sueños y anhelos.