Última actualización: 11 de febrero de 2015
Según un estudio clínico realizado solo con mujeres en la Unidad de Psiquiatría de la Universidad de Toronto, la risa y la excitación sexual femenina comparten varios aspectos durante diferentes fases:
Hay un aumento de la temperatura corporal. Los brazos, el pecho, el cuello y la cara se ponen rojos.
Los músculos faciales se contraen y la respiración deja de ser espontánea y se acelera. Los labios y los ojos se humedecen más rápidamente y la piel se vuelve más sensible.
El cuerpo se relaja profundamente. dejando espacio para el bienestar físico y mental.
Reír ayuda a disipar prejuicios y tensiones en las relaciones sexuales
Las relaciones sexuales suelen ir acompañadas de ciertos prejuicios que, sumados a las precauciones y la ansiedad de actuación, acaban minimizando el placer. El sentido del humor y la risa relativizan la importancia de las cosas que nos rodean y son un arma maravillosa para combatir los tabúes y aspectos negativos que puedan aparecer.
Transferir la risa a las relaciones sexuales puede convertirse en una medicina intensa y revitalizante. Dice un dicho que la risa es el orgasmo de la cara ya que moviliza la gran mayoría de los músculos faciales. A gran parte de la musculatura del cuerpo es movilizada por el reflejo que genera un orgasmo, en el que la cantidad de tensión liberada provoca una sensación muy intensa de placer, bienestar y relajación.
Por tanto, podríamos concluir que la combinación de sexo y risa cuando se produce sin herir ni burlarse, cuando contribuye a la desinhibición y genera un aumento de la complicidad, cuando no altera la concentración o los juegos previos que todo contacto sexual necesita, y cuando no daña, pero el erotismo lo ennoblece y lo intensifica, resulta una combinación sumamente sana y conveniente para la vida de pareja.
El sexo como juego creativo
La risa puede coexistir con el deseo ya que es directamente responsable de disminuir la ansiedad y activar los niveles de receptividad a la diversión. En determinados momentos, el sexo combinado con la risa es un juego creativo y maravilloso en el que se mezclan las necesidades básicas, la imaginación, el chiste, la diversión y la alegría para completar el entendimiento de una manera completamente diferente.
Podemos hacer de nuestra sexualidad una droga tanto para el cuerpo como para el espíritu, y cuando la risa complete la relación sexual se volverá diferente, cómplice y sagrada unión.