Los celos ... ¿por qué se manifiestan de diferentes formas?

Los celos ... ¿por qué se manifiestan de diferentes formas?

Todos hemos sentido celos en algún momento de nuestra vida, y esto puede haber sido más o menos intenso. Aunque normalmente pensamos que la gelosia es un problema de relación, también podemos estar celosos de otras personas. Básicamente, los celos son una mezcla de desconfianza hacia el otro y falta de confianza en uno mismo.

Por supuesto, una cosa es estar celoso en cualquier circunstancia y otra muy distinta comportarse como una persona que está constantemente celosa. En estos casos, los celos son sumamente dañinos, tanto para quien los experimenta como para quien los recibe. Cuando uno cae en celos patológicos, la relación sufre mucho ya que uno de los dos se siente asfixiado, siente que le han quitado la libertad y quiere recuperarla, aunque esto pueda significar romper la relación.



¿Cuál es el mecanismo detrás de los celos? 

Independientemente de la intensidad y frecuencia de los celos, los motivos que llevan a una persona a sentir celos son siempre los mismos: una profunda desconfianza e inseguridad. Esta es la base psicológica común para todo tipo de celos, aunque no siempre es fácil notar su presencia, especialmente cuando surgen determinadas circunstancias que dan lugar a los celos.

En realidad, los celos suelen provenir de una situación particular, que actúa como detonante, generando sentimientos de desconfianza e inseguridad. A partir de este momento, la confianza en nuestras habilidades y la capacidad de "merecer" el amor de la otra persona comienza a desvanecerse hasta el punto en que creemos que no merecemos ser amados.

Surge así un círculo vicioso en el que cuanto más desconfiados seamos, más aumenta nuestra sensación de abandono y, a su vez, los celos del otro. Obviamente, si a esto le sumamos que algunas personas piensan que poseen al otro como si fuera un objeto, entonces nos damos cuenta de que tenemos una bomba de tiempo en nuestras manos, lista para explotar en cualquier momento y por cualquier excusa.



Los tipos de celos más comunes. 

- Celos de los niños. Son los celos que se producen durante la infancia y siempre se dirigen bien hacia los hermanos o hacia los padres. Suele aparecer como resultado de formas inadecuadas de educación, como hacer creer a sus hijos que solo ellos son dignos de amor, obsequios y atención. Hay que ser consciente de que los niños se creen el centro del universo y tienen una visión egocéntrica del mundo, por eso la tarea de los padres es enseñarles a compartir y ocupar el lugar del otro. La buena noticia es que en la mayoría de los casos, si se maneja correctamente, este tipo de celos tiende a desaparecer con el tiempo.

- Celos en el trabajo. Se origina en el lugar de trabajo y generalmente se trata de eficiencia y resultados profesionales. En la mayoría de los casos comienza con el simple "enfrentamiento" con los compañeros (considerando sus resultados o cómo son tratados), que a su vez genera un sentimiento de inferioridad e inseguridad.


Por lo general, si no lo superas, este tipo de celos pueden hacernos la vida muy difícil e incluso afectar nuestras relaciones con los compañeros así como la calidad de nuestro trabajo.

- Celos en el amor. Son los celos que se sienten en una relación de pareja y dependen del miedo a perder el cariño y el amor del otro. En la mayoría de los casos, estos celos están vinculados a una tercera persona, a la que se considera un "rival". Este tipo de celos aparece como consecuencia de la falta de confianza en la pareja y en nosotros mismos. Por lo general, si no logramos restaurar la confianza en la pareja, estos sentimientos pueden intensificarse y hacer que la relación termine.


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