Última actualización: 22 de abril de 2017
El término asertividad hace referencia a la capacidad de hacer valer nuestros derechos de forma adecuada y siempre respetando a los demás. Saber decir “no”, por ejemplo, es un claro ejemplo de asertividad saludable. Sin embargo, ¿qué impide su adecuada consolidación? ¿Dónde está el problema?
La respuesta está en una de las etapas más importantes de nuestra vida: la infancia. Si desde pequeños nuestros padres llevan a cabo un pobre proyecto educativo emocional, en el futuro tendremos serias dificultades para ser asertivos, reconocer nuestros derechos y defenderlos con la fuerza suficiente para que nadie los viole.
Abandono emocional en la infancia
¿Qué entendemos por abandono emocional? No satisfacer las necesidades emocionales que tiene cualquier niño.. Por ejemplo, seguro que en más de una ocasión hemos pensado que si un niño llora porque ha perdido su juguete es una tontería y nos reímos de él. Esto lo llevará a ocultar sus emociones por miedo a quedar en ridículo.
Les decimos a los niños frases como "No es tan malo" o "Lloras por tonterías" sin pensar en los terribles cimientos que estamos construyendo en ellos. Los pequeños entenderán que sus reacciones no son las adecuadas y aprenderán a contenerlas y reprimirlas. Sin embargo, eso no es todo. Hay muchas otras consecuencias que tomarán forma cuando los niños alcancen la etapa adulta.
Una de estas consecuencias es que cuando estos pequeños seres humanos sean adultos, no podrán reconocer sus emociones y sentimientos y, peor aún, no podrán expresarlos adecuadamente. Esto les llevará a adoptar posturas muy extremas hacia los demás, o quizás se dejen pisotear por otras personas o muestren una agresividad inusual.
Sin embargo, quizás uno de los peores resultados de la negligencia emocional de los padres es la formación de una baja autoestima. Estos pequeños, mañana adultos, creerán que no merecen amor, por lo tanto, vivirá relaciones insatisfactorias de las que nunca se sentirá merecedor, siendo así infeliz y sufriendo mucho porque pensará que puede ser abandonado en cualquier momento.
Satisfacer las necesidades emocionales de los más pequeños les ayudará a descubrir qué sienten y qué necesitan. Además de esto, les hará conscientes de la importancia de sus emociones y de sus necesidades, que nadie los pisotee y que puedan expresar libremente lo que sienten porque merecen que los demás lo respeten.
Si no aprenden todo esto desde pequeños, a partir de la educación que les dan sus padres, cuando crezcan tendrán serios problemas de seguridad y autoestima. No creerán que los demás deben tratarlos bien y amarlos y todo esto puede llevarlos a adoptar conductas autodestructivas y autosabotearse constantemente.
