Última actualización: 27 marzo, 2016
Todos nosotros los seres humanos nos pasamos la vida creando lazos emocionales con las personas que, cuando nos abandonan, nos llenan de dolor.
El dolor es un sentimiento de sufrimiento. que surge cuando nos deja una persona en particular, y que genera en nosotros una batalla compuesta por "me gustaría, pero no puedo".
“Cualquier pérdida del pasado que quede abierta se convierte en un lastre que no me hace despegar, que no me permite avanzar”
-Bernardo Stamateas-
La realidad de la pérdida.
Cuando te encuentras sumido en la profunda oscuridad de una pérdida, te das cuenta de lo difícil que es salir de ella. En estos casos, el primer paso consistirá principalmente en superar una batalla interior: una parte de nosotros acepta la pérdida, la otra no puede superarla.
Este fenómeno es completamente natural, es un proceso que hay que entender y comprender. No te sientas mal y no te sientas culpable por ello. Tu reacción es normal, los altibajos son una característica del sufrimiento. Hay días en los que eres capaz de avanzar, otros en los que caminas hacia atrás... lo importante es seguir a nivel general.
"No confundas el sufrimiento con el amor ni la superación del dolor con el olvido..."
-Margarita Rojas-
Una vez que entiendes qué es el dolor, es importante saber distinguir los diferentes tipos de dolor que existen.
Conocerlos te permitirá analizarte a ti mismo, tanto con la mirada puesta en pérdidas pasadas y futuras, como en el caso de que un ser querido necesite tu ayuda por el mismo motivo. Es una forma de entender mejor lo que está pasando, de aprender a aceptarlo y superarlo.
"Perdurar no extinguirá una pérdida"
-Bernardo Stamateas-
En su mente visualizará frases como "no ha pasado nada", "nada ha cambiado" y así sucesivamente. Así el dolor se apodera de ella, poco a poco, como el frío que se cuela en los huesos.
2. Negación del dolor
Puede parecer similar al anterior, pero en realidad los dos no tienen nada que ver. En la negación del dolor la persona afligida por el sufrimiento no puede expresar lo que siente, lo que le provoca una profunda sensación de malestar.
El acto de reprimir, de tragar, nunca es positivo. A veces llorar nos permite deshacernos de todo lo que nos hace sufrir.
"Impedirte sentir la verdadera causa de tu dolor termina dañando tu cuerpo y tu alma".
-Bernardo Stamateas-
Este tipo de dolor surge en personas que creen que llorar o sufrir les hará parecer débiles ante los demás. Por eso, guardan todo dentro de ellos… hasta que no aguantan más y explotan de forma totalmente impredecible, normalmente fuera de control.
3. Dolor intenso
En caso de dolor intenso la víctima deja salir todo lo que lleva dentro, incapaz de reprimir absolutamente nada. Puede llorar, gritar, expresar su ira...
Este comportamiento puede parecer beneficioso, pero tal expresión de dolor, a menudo experimentada de la manera más extrema, puede llevar a la víctima a caer en depresión.
No nos rompemos porque hemos caído, nos caemos porque ya estábamos en mil pedazos
Está bien expresar lo que sientes, pero es bueno hacerlo de la forma más adecuada y por el canal adecuado. Asimismo, está mal buscar distracción en el propio dolor para expiar los propios pecados.
4. Dolor ambiguo
El dolor ambiguo ocurre cuando no se sabe con certeza si el ser querido está muerto o no. Suele ocurrir en el caso de personas desaparecidas o secuestradas, etc.
Es un tipo de dolor también conocido como "dolor congelado", ya que se alimenta de la incertidumbre en la espera de noticias. El sentimiento de no entender lo que está pasando, de no poder saberlo, lo convierte quizás en el peor tipo de sufrimiento que puede experimentar un hombre.
“Cualquiera que sea el dolor que elijamos experimentar, aprendemos que el dolor no es un estado, sino un proceso. Para poder experimentar ese dolor, se necesita un espacio y un tiempo, para que, al hacerlo, podamos reconciliarnos con la vida”.
-Bernardo Stamateas-
Ninguno de nosotros puede escapar del terrible dolor. Todos, tarde o temprano, nos encontramos experimentándolo. El sufrimiento es una situación dolorosa, pero a la vez de superación.
Conocer los diferentes tipos de dolor te hará comprender lo que realmente necesitas, te abrirá los ojos a un futuro más optimista. El sufrimiento es normal, pero la tormenta siempre pasa... y tú, antes de que te des cuenta, comenzarás a avanzar de nuevo.
