Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 14 de diciembre de 2021
Tropezar no es malo, pero apegarse a la piedra sí lo es. En cualquier caso, gracias a Dios que las piedras existen y que somos humanos, porque nada nos define mejor que nuestra capacidad para superar las dificultades..
Vamos por la vida, despacio y en pequeños bocados, pidiendo más y contando hasta tres. Por más difíciles que se pongan las cosas, somos capaces de hacer de nuestro miedo un escudo de coraje.
Lo que aprendemos con el tiempo...
La vida es tan buena maestra que si no aprendemos enseguida la lección, nos la repite. Por eso, muchas veces tenemos que vivir con desesperación y frustración porque nada parece estar bien. No hay manuales de supervivencia, aprendemos a vivir cuando el fuego toca nuestra piel.
Con el tiempo aprendemos a gestionar y gestionar la vida, a saber por dónde caminar y a cambiar de perspectiva. El hermoso texto que sigue está atribuido al escritor argentino Jorge Luis Borges, quien resume todo lo que aprendemos “practicando” el arte de vivir, es decir, tropezar y levantarse una y otra vez:
Con el tiempo he aprendido la sutil diferencia entre tomar la mano de alguien y encadenar un alma. Con el tiempo he aprendido que el amor no significa ir a la cama y que el compañerismo no significa seguridad.
Con el tiempo he aprendido que los besos no son contratos y los regalos no son promesas.
Con el tiempo he aprendido que estar con alguien te da un buen futuro
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo... te das cuenta de que casarse solo porque "es hora" es una señal clara de que el matrimonio será un fracaso..
Con el tiempo me di cuenta que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin esperar cambiarte, puede darte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si permaneces cerca de esa persona solo para acompañar tu soledad, terminarás deseando irremediablemente no volver a verla.