Última actualización: 15 agosto 2018
Descansar la mente aporta innumerables beneficios a nuestra salud física y psicológica. Nos permite recuperar el equilibrio interior gracias a la escucha de nosotros mismos y la armonía entre el alma y el cuerpo. ¿Y si pudiéramos disfrutar de los beneficios del descanso mental aprovechando nuestra imaginación? Consiste precisamente en esto meditación con visualización; una forma creativa de realizar ejercicios mentales para alcanzar el bienestar.
Imaginar es crear, sumergirse en un mundo en el que nunca hemos estado e ir más allá de los límites de lo posible. Gracias al poder de nuestra imaginación, podemos diseñar una realidad adecuada a nuestros deseos y que surge de ellos mismos. Usar la imaginación en la meditación tiene varios beneficios. La meditación con visualización puede ser útil sea cual sea nuestra profesión, desde el deportista hasta el artista e incluso el empresario.
"El equilibrio es el objetivo final".
–Ricky Lankford
Meditación con visualización para combatir la ansiedad
La visualización es una técnica muy valorada para reducir la ansiedad. En concreto, es una herramienta utilizada para conseguir un estado de relajación total gracias a la reducción de la excitación y actividad fisiológica del organismo.
Los siguientes ejercicios de meditación con visualización permiten devolver la calma a quien los practica y despertar ese sentimiento de paz que, en ocasiones, tanto necesitamos. También fomentan la apertura a nuevos desafíos, oportunidades, sensaciones y alegrías futuras.
Primero debemos encontrar un lugar donde nos sintamos cómodos, donde podamos sentarnos sin que nos molesten y en cuyo silencio podamos encontrar la paz. Una vez que hayamos encontrado este refugio, necesitamos comenzar a respirar profundamente., inhalando por las fosas nasales y exhalando lentamente por la boca. A continuación, te mostramos algunos ejercicios de meditación con visualización.
Los colores
La gama de colores existente en la naturaleza ha sido ampliamente estudiada por la psicología para analizar las percepciones, comportamientos y sensaciones que despiertan en nosotros. Por esta razón, imaginar que nuestro cuerpo está resplandeciendo de luz puede ser una buena manera de despertar emociones.
Este ejercicio consiste en inhalar profundamente mientras pensamos que estamos rodeados por una luz de un color intenso que cambia de blanco a naranja y luego a rojo. Tenemos que centrarnos en las sensaciones físicas que experimentamos de vez en cuando. ¿Qué nos hace percibir cada color que visualizamos? Una vez hecho esto, el siguiente paso es imaginar que somos una luz que emana tonalidades verdes y que estamos en armonía con el todo.
Tension muscular
Cuando vamos a casa, a menudo sentimos dolores en todo el cuerpo. Para paliarlos, podemos utilizar este ejercicio de meditación con visualización. Consiste en Sentarnos o tumbarnos en el suelo y centrarnos en el músculo donde sentimos más tensión.
El siguiente paso consiste en imaginar que esa zona muscular está atada por un nudo que nos impide movernos con libertad y que debemos desatar con la fuerza de la mente.. De esta forma, nuestra atención se centra en cada nudo mientras respiramos y visualizamos la forma de liberarnos. Las fibras se desenredan y eventualmente se derriten como arena.
Podemos repetir este ejercicio tantas veces como puntos de tensión muscular notemos.
memoria activa
Tuvimos un día duro. Tal vez nos hayan pasado muchas cosas no tan agradables. El ejercicio que te vamos a explicar te ayudará a encontrar ese estado de quietud que necesitamos. Para triunfar, necesitamos cerrar los ojos y tomar una respiración profunda que nos lleve de vuelta al comienzo de nuestro día: cómo dormimos, qué desayunamos, cómo contribuimos al bienestar de nuestra familia, etc. Se trata de revivir todos estos pensamientos y sentimientos como si los estuviéramos viviendo en el momento presente.
Una vez que todo se reproduce vívidamente, debemos concentrarnos en los momentos dolorosos para poder deshacernos de ellos.. Una vez hecho esto, necesitamos centrarnos sólo en el presente, en el aquí y ahora, para sentirnos relajados.
Burbujas de jabón
Este ejercicio de meditación con visualización es uno de los más completos porque conecta dos sentidos: la vista y el oído. Consiste en imaginar estar en un lugar tranquilo, solitario y oscuro. Además, nos sentimos envueltos por una sensación de paz, mientras que desde lejos escuchamos un crepitar, ligero y agradable.
Este sonido proviene de una pequeña burbuja que estalla a nuestra derecha. Luego, el sonido se repite mediante una burbuja a nuestra izquierda, luego hacia arriba y así sucesivamente. Poco a poco burbujas comienzan a estallar a lo largo de nuestro cuerpo, con la misma delicadeza y ligereza. Con cada arrebato nos sentimos más y más relajados.
Enfrentando lo desconocido
¿Qué hay más allá de lo que sabemos? ¿Cómo será nuestro futuro? ¿Qué nos deparará la vida en los próximos años? Para hacer frente a esta incertidumbre, podemos imaginar estar en una habitación oscura y cerrada ubicada en un bosque. Afuera sopla el viento y se escuchan los gritos de animales hambrientos. El siguiente paso es cerrar los ojos y concentrarnos en los sentimientos que estamos experimentando: ¿miedo? ¿Ansiedad? Mantengámoslos unos minutos y luego soltémoslos poco a poco.
Ahora imaginemos que se abre una puerta y vemos la salida. Corremos hacia él y de repente nos encontramos en el bosque y en la misma situación. ¿Qué emoción estamos sintiendo? Una vez identificados, observamos que el camino se abre ante nosotros; decidimos seguirlo para escapar y poco a poco sentimos que la tensión percibida comienza a aliviarse, hasta desaparecer por completo. Estamos seguros, tranquilos y a gusto. Solo tenemos que disfrutar de la sensación y conectar con ella.
Estos sencillos ejercicios de meditación con visualización se pueden realizar en cualquier momento y en cualquier lugar. Basta ejercitar nuestra capacidad de concentración y desarrollar nuestras habilidades creativas para percibir esa sensación de alivio que tanto añoramos.