En este artículo descubrirás qué es la meditación orgásmica, una curiosa práctica sexual que resulta interesante conocer y practicar.
Última actualización: 26 de febrero de 2022
El sexo despierta un gran interés, ya sea por las posibles dudas que algunos no se atreven a expresar en voz alta (por miedo al qué dirán) o por la profunda curiosidad que despierta. Sin duda es un aspecto importante en la vida de muchas personas, sin contar que estamos rodeados de factores que nos recuerdan una y otra vez. Pero ¿Alguna vez has oído hablar de la meditación orgásmica?
Hace unos años nacieron disciplinas y prácticas encaminadas a promover la comprensión de conceptos asociados a la sexualidad. Algunos, de hecho, tienen el propósito de ayudarnos redescubrir el placer del sexo de forma natural y en conexión con nuestro ego primordial. La meditación orgásmica es un ejemplo.
¿Qué es la meditación orgásmica?
La meditación orgásmica es una práctica que tiene como objetivo promover la estimulación sexual sin tener que llegar al clímax. Desde este punto de vista, se parece a otras disciplinas, como el tantra.
Según quienes lo practican, realizar ejercicios de sexo lento puede favorecer la concentración y conectarnos más con nuestras emociones.
Esta práctica tiene una particularidad que la hace aún más única: es exclusiva del universo femenino. Pero los hombres también pueden participar junto con su pareja.
La técnica detrás de la meditación orgásmica implica la estimulación del clítoris durante quince minutos, con especial énfasis en el cuadrante superior izquierdo; se debe prestar atención al "centro del placer" y la sensación experimentada.
Beneficios de la meditación orgásmica
Según los ejecutivos de One Taste, fundación californiana que acuñó el término "slow sex", esta práctica permite experimenta un inmenso placer sin necesidad de llegar al orgasmo.
Algunos encuentran que la meditación orgásmica no es muy ventajosa, otros piensan que One Taste y su filosofía son poco menos que una especie de culto. Aún así, algunas personas afirman haber obtenido diversos beneficios de esta práctica. Los que describimos a continuación son los más importantes.
1-Mayor conciencia
Después de todo, el sexo lento es una forma muy especial de atención plena. Mientras experimenta sensaciones corporales asociadas a la esfera íntima, la mujer puede concentrarse plenamente en el momento presente. Esto puede ayudarte a relajarte, pero también a optimizar tu bienestar,
Quienes practican la meditación orgásmica admiten que tienen niveles más bajos de estrés en general y que se sienten más conectados con lo que sucede todo el tiempo.
Además de eso, según muchos defensores del sexo lento, el nivel de conciencia mejora considerablemente. Bueno, vivir el presente no solo es bueno para la mujer, sino que la pareja también puede experimentar una mayor conciencia.
Esto sucede porque para practicar esta técnica tiene que concentrarse en el cuerpo de su pareja para darle placer sin tener que llegar necesariamente al orgasmo. En sí mismo esto también es una especie de meditación.
2- Apertura emocional
Además de lo anterior, los defensores de la meditación orgásmica generalmente afirman que participar en esta práctica permite una conexión más profunda entre la pareja. Precisamente porque desaparece la ansiedad por el rendimiento, Durante el sexo lento, las parejas pueden ser vulnerables.
Por un lado, las mujeres admiten que se sienten más comprendidas por sus pares, además de sentirse más cómodas con su cuerpo y sexualidad. En el otro, los hombres pueden estar más en sintonía con las emociones de su pareja. Esto se debe a que tienen que revelar su lado emocional a su pareja durante esta práctica.
Sexo lento: ¿merece la pena practicarlo?
Al leer este artículo, es posible que haya tenido diferentes reacciones. Probablemente hayas pasado de la sorpresa al rechazo, a la incredulidad. La idea de estimular sexualmente a una mujer sin tener como meta el orgasmo puede parecer una tontería al principio.
Sin embargo, la escasa difusión de esta práctica no debe desanimarte a intentarlo. En última instancia, la elección de cómo vivir la propia sexualidad recae únicamente en el individuo.
La meditación orgásmica puede no ser adecuada para todos. No obstante, si quieres adentrarte en esta disciplina, te aconsejamos que investigues el asunto y lo hables con tu pareja.