Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 14 de diciembre de 2021
El psoas, también llamado músculo del alma, es el músculo más profundo del sistema muscular y el que más contribuye a la estabilidad del cuerpo humano. Nos ayuda a mantener el equilibrio, la movilidad articular, la amplitud de movimiento y el buen funcionamiento de los órganos situados en la zona abdominal.
Este músculo, que conecta la columna vertebral y las piernas, nos ayuda a ponernos de pie y nos permite levantar las piernas para poder caminar. Un psoas en buen estado favorece una correcta postura corporal y ofrece un arreglo a la estructura interna del cuerpo.
Las culturas orientales lo han denominado músculo del alma por su relación con el sistema sistema nervioso central, ya que al estar conectado con el diafragma se relaciona con la respiración.
Sabemos que el ritmo respiratorio tiene una relación bidireccional con nuestro estado emocional, por lo que se convierte en el mensajero de nuestro estado psicológico. Es por tanto el músculo encargado de ayudarnos a oxigenar la mente.
El psoas o músculo del alma es considerado el vocero de las emociones, esas que se manifiestan tanto como "mariposas en el estómago" como "el estómago al revés".
La tensión del psoas: la postura de la salud emocional
El estrés, combinado con el estilo de vida que lo acompaña, puede cansar el psoas haciendo que se acorte o se endurezca. Este hecho produce dolor de espalda y lumbalgia, problemas digestivos, menstruación dolorosa, etc.
Si el estado de estrés se vuelve crónico, el psoas termina acortándose y endureciéndose, afectando nuestro estado físico y emocional, generando un gran malestar que termina por agotar el organismo.
Al contrario, quanto cuanto más fuerte y flexible es el "músculo del alma", más vitalidad emitiremos, ya que la energía puede fluir libremente a través de los huesos, músculos, articulaciones, órganos, etc.
Ejercicios para relajar el músculo del alma.
Para trabajar la flexibilidad y el fortalecimiento de este músculo podemos realizar diferentes ejercicios o estiramientos. Como se ve en las imágenes, el músculo comienza en la vértebra T12, continúa a través de las cinco vértebras lumbares y se conecta con la parte superior del fémur.
Disciplinas como el yoga se enfocan en trabajar este músculo, ya que ayuda a liberar tensiones innecesarias y fluir a través de movimientos corporales liberadores que ayudan a reconectar con las propias necesidades.
Veamos algunos de los ejercicios que nos permiten estirar, fortalecer y relajar el músculo del alma. Sin embargo, antes de comenzar a describirlas, debemos saber que cada posición debe mantenerse durante unos segundos y debe repetirse para ambas piernas. Es recomendable realizarlas todos los días y mejor por la mañana.
1. Estocada
- Párese con las piernas separadas a la distancia de los hombros.
- Mantén la espalda recta, te ayudará a contraer los músculos abdominales.
- Da un paso adelante con el pie derecho.
- Baje la rodilla izquierda hacia el suelo y deslícela hacia atrás hasta estirar toda la pierna.
- Coloca las manos sobre la rodilla derecha y mantén la posición durante unos segundos.
- Regresa con calma a la posición inicial y realiza el mismo ejercicio con la otra pierna.
Variante: estocada con elemento. Se trata de realizar el mismo ejercicio pero colocando un taburete, arcón o silla a la altura de la rodilla, con el fin de apoyarlo y llevar todo el peso del cuerpo hacia adelante para que sea posible estirar la pierna izquierda. Repita con la otra pierna.
2. Alargamiento de columna
- Acuéstese boca arriba sobre una colchoneta o colchoneta.
- Coloque los brazos perpendiculares al cuerpo, en forma de cruz. Las palmas deben tocar el suelo.
- Lleva la rodilla derecha hacia la izquierda, gira la cadera y colócala en el suelo. La pierna debe estar en un ángulo recto.
- La pierna izquierda no debe estar flexionada.
- Permanece en la posición durante unos segundos y repite con la otra pierna.
3. Estiramiento de la rodilla al pecho
- Acuéstese boca arriba sobre una colchoneta o colchoneta.
- Levante la rodilla derecha hacia el pecho y sosténgala con ambas manos. Aplique un poco de presión para acercarlo.
- No levantes el pie derecho del suelo.
- Permanece en la posición durante unos segundos y repite con la otra pierna.
Crear el hábito de realizar estos sencillos ejercicios todos los días ayudará a tu equilibrio físico y psicológico. Tomarnos un día para llenarnos de oxígeno psicológico es algo que no podemos "aplazar", porque nuestro bienestar es algo que nunca debemos posponer. Nuestra vida está estrechamente relacionada con ella.
Imagen principal por Claudia Tremblay