Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 14 de diciembre de 2021
La vida es demasiado corta para correr detrás de alguien que ni siquiera camina por nosotros. No hay necesidad de perseguir a alguien, cuando ya saben dónde estás, dónde vives y conocen tus secretos.
Lo cierto es que hay gente a la que no le importa; sin embargo, nos importa. En estos casos, puede ser difícil entender la situación, la preocupación por los demás no habla el lenguaje del egoísmo.
El cariño no ruega
Arrastrarnos y mendigar migajas de cariño que no nos quieren dar no es sano ni a corto ni a largo plazo.. Sin embargo, quizás ciertas manifestaciones consigan ablandarnos y necesitemos motivos para seguir clavados en el deseo de que esa persona permanezca en nuestra vida.
Si nos detenemos a pensar, lo único que se consigue con esta actitud es prolongar innecesariamente el sufrimiento. Someternos a la voluntad de los demás nos convierte en marionetas de sus necesidades y deseos.
Es difícil soltar lo que realmente consideramos nuestro, ya sean sentimientos o personas. Nos une a ciertas piedras que cargamos a nuestras espaldas un sentimiento de identidad y pertenencia que se funde con nuestro miedo a perder algo que creemos intenso e importante.